lunes, 30 de diciembre de 2013

Teatro: El crédito, de Jordi Galcerán, en el Teatro Maravillas


Jordi Galcerán es el afortunado autor de varios de los éxitos de los últimos años. Desde "El método Gronhölm en 2003 ha encadenado obras muy comerciales con notable éxito de público. Las últimas, Fuga y sobre todo, Burundanga, que lleva más de un año en cartel en Madrid.
Esta temporada ha estrenado, en Madrid y Barcelona, El crédito. Creo que la palabra que mejor define esta obra es eficacia. Eficacia en construir una obra bien escrita que consigue su objetivo, entretener al público, utilizando todos los recursos a su alcance. Planteamiento sorprendente, buenos diálogos, agilidad, giros inesperados ... y si se apoya en buenos intérpretes, éxito asegurado. 
En el caso del montaje de Madrid, la interpretación de Carlos Hipólito (para mi uno de los mejores actores españoles) y Luis Merlo es muy buena, bien dirigidos por Gerardo Vera. En Barcelona la interpretan Jordi Bosch (habitual en teatros madrileños) y Jordi Boixaderas )de quien recuerdo "Muerte de un viajante", de Arthur Miller en el Español hace dos o tres años) con montaje de Sergi Belbel, otro nombre ilustre.
Digo esto para poner de manifiesto la importancia del autor en el panorama teatral español. 


El crédito fue inicialmente una obra corta ganadora de un concurso de teatro breve en Cataluña para el Festival de Otoño en 2011.  Su duración no podía superar los 40 minutos, los textos no podían tener ni requerir necesidades técnicas,  tenían que estar pensados para dos intérpretes y su trama debía suponer el acontecimiento más importante para la vida de uno de ellos. Posteriormente Galcerán ha alargado la obra para darle una duración más estandar (no llega a la hora y media). Y yo creo que se nota para mal, ya que las diferentes situaciones se alargan demasiado. 

La trama es conocida:  Ante la negativa del director de una sucursal bancaria de concederle un crédito a un individuo con el único aval de su palabra, este amenaza con hacer algo que no voy a contar para no chafar la obra, pero que el autor lleva hasta el límite. El teatro de Galcerán me recuerda el de David Mamet. Situaciones iniciales normales que evolucionan mediante giros inesperados. Concretamente y a pesar de que el tema no tiene nada que ver, a mi me recordó Oleanna, presentada hace un par de temporadas en la sala pequeña del Español con Irene Escolar y José Coronado. Como ella se desarrolla en tres tiempos y en cada uno de ellos vemos como la situación ha evolucionado de una manera inesperada y dramática para uno de ellos.

Resumiendo. La obra vale la pena. El público la disfruta y se ríe mucho. Y es mucho mejor que Burundanga, que como ya sabéis algunos,  a mi no me gustó nada.

Solo me queda desear que el autor se plantee otro tipo de teatro, no tan encaminado a hacer reír, aunque me temo que, vistos los resultados, siga explotando el filón de la comedia.

Recordaros que el próximo dia 25 de enero se representa en el Teatro Mira Conversaciones con mamá, de Santiago Carlos Oves, en versión de Jordi Galceran, con dirección de Juan Echanove que la interpreta junto con María Galiana... Y quedan pocas entradas 

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