Este blog está dirigido a los alumnos del Taller de literatura del Patronato de Cultura de Pozuelo de Alarcón
jueves, 27 de octubre de 2016
Teatro: IDIOTA
El teatro Pavón de Madrid, que durante varios años ha sido la sede provisional de la Compañia nacional de teatro clásico, mientras se remodelaba su sede oficial, el teatro de la Comedia, acoge desde este otoño un nuevo e interesante proyecto: la comunidad Kamikaze. Este grupo ha producido varios de los espectáculos teatrales más interesantes de los últimos años. La función por hacer, Veraneantes, La clausura del amor, Hamlet, Misántropo, Juicio a una zorra. Y al hacerse cargo de la gestión del Pavón pretenden un teatro de calidad para todos los públicos. Un espacio para el entretenimiento, la reflexión, el diálogo y la transformación. Un nuevo recinto artístico que nace con la vocación de ofrecer una mirada contemporánea en la que cualquiera pueda verse reflejado. Un proyecto que definen en este enlace: Teatro Kamikaze.
Para iniciar su andadura en la sala grande han elegido una obra de un autor español, Jordi Casanovas. Es el autor de Ruz-Barcenas. Una transcripción de parte del interrogatorio al ex-tesorero del PP. No la vi en teatro pero si en cine. No conozco ninguna otra obra suya. Parece que una de las más populares es Un hombre con gafas de pasta. También suele dirigir no solo sus obras (dirigió el montaje de Idiota en Barcelona) sino las de otros autores.
Un hombre, Carlos, se presenta a unas remuneradas pruebas psicológicas. Lo que él piensa que será una manera fácil y sencilla de conseguir el dinero que necesita para resolver sus problemas económicos se convertirá en una auténtica trampa. Una atractiva psicóloga le formulará preguntas y enigmas que le pondrán nervioso y que le obligarán a sacar lo mejor de si para evitar un final fatal.
Esta sinopsis define bastante bien lo que es la obra. El hombre (Gonzalo de Castro), es un individuo bastante normal. Graciosillo, poco inclinado a la reflexión, no más idiota que la mayoría de nosotros. No lee los contratos que firma porque se fía de la atractiva joven que se lo ofrece y se sorprende cuando descubre a lo que se ha comprometido (¿no os suena a las famosas hipotecas?).
Enfrente un sistema representado en una doctora, que le someterá a una serie de pruebas y humillaciones que él soporta ante la perspectiva del premio económico, sin atreverse a decir basta. Una idea está sobre el escenario: Una reflexión sobre la autoridad y la incapacidad de rebelarnos. Vivimos en una sociedad en la que el dinero acaba siendo siempre el vehículo para callarnos. "Primero está el miedo a rebelarnos y después, si encima hay dinero de por medio, todos estamos demasiado dispuestos a cambiar justicia por bienestar, como decía Chirbes", asegura el director, Israel Elejalde.
Es muy interesante y clarificador del objetivo de la obra este texto de Israel Elejalde, Idiota y el Proyecto Milgram
La acción se desarrolla de forma que la doctora va proponiendo una serie de pruebas que Carlos debe resolver, en un juego para implicar al espectador que trata a su vez de resolverlas. Si falla el castigo puede ser muy cruel aunque su integridad física está garantizada. Es un juego que recuerda a las obras de Jordi Galcerán (El método Gronholm, Palabras encadenadas, Carnaval e incluso El crédito). A mi modo de ver, pese a que la obra no pasa de los 80 minutos y cuenta con varias sorpresas y giros en su desarrollo, se resiente de que es una única situación excesivamente alargada. En ello puede influir el hecho de que la interpretación de Gonzalo de Castro no me convenció. Demasiado atropellado en su dicción, resulta difícil de entender en bastantes momentos. He visto a este actor en otros papeles en los que me gustó mucho más, especialmente en Glengarry Glen Rose y El inspector, pero ya el año pasado no me gustó en El invernadero. Como es un buen actor, creo que debe ser problema mio, que no consigo conectar con su personaje.
Elisabet Gelabert es la doctora y me pareció más acertada. La he visto en varios papeles, (Veraneantes, Maridos y mujeres, Tito Andrónico, en teatro, Magical Girl en cine) y me parece una actriz convincente.
Un decorado muy sencillo con un cierto aspecto de concurso televisivo y unas proyecciones fundamentales en el desarrollo de la acción en las que se nos ofrece lo que el personaje ve en el ordenador de su mesa.
Un espectáculo interesante pero no del todo satisfactorio para mi, que abre una experiencia a la que deseo el mayor de los éxitos.
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