miércoles, 28 de noviembre de 2018

Cine: COLETTE


Colette, (1873-1954) fue una escritora francesa que desarrolló su actividad en diferentes campos además de ser artista de revistas y cabaré en algunas fases de su vida. Su escritura provocativa sacudió las restricciones sociales impuestas a las mujeres. Adquirió celebridad internacional por su novela Gigi, de 1944, que fue llevada al cine por Vincente Minnelli en 1958. Fue miembro de la Academia Goncourt (no confundir con la Academia francesa) desde 1945 y llegó a presidirla entre 1949 y 1954. Fue condecorada con la Legión de Honor.

Dirigido por Wash Westmoreland nos llega lo que se conoce como un biopic, rodado en inglés, sobre la escritora francesa. De este director recuerdo Siempre Alice, la película que le valió a Julianne Moore el Oscar a mejor actriz en 2015, que codirigió con Richard Glatzer que en esta ocasión es co-guionista.



Cuenta la historia de Sidonie-Gabrielle Colette (Keira Knightley), una mujer inconformista criada en un entorno rural, autora de polémicas novelas que causaron gran revuelo en el París de los años 20, desde su boda con el egocéntrico intelectual Henry Gautheir-Villas “Willy” (Dominic West), quince años mayor que ella, hasta su consagración en la sociedad parisina como autora. Willy introduce a Colette en la bohemia del París de principios del siglo XX y le pide que escriba novelas basadas en su experiencia, que serán publicadas bajo el nombre de su marido. Cuando la saga de novelas Claudine le catapulta al estrellato, Colette se enfrentará Willy para reclamar los derechos de su obra y su propia libertad personal.

Una interesante aproximación a la figura de la escritora de la que leimos hace años en la clase su novela Gigi. Su personalidad rebelde, sus desafíos a la moral de la época, su relación con un marido impresentable, la reivindicación no solo como autora de su obra que firmaba su marido sino también como persona están recogidas en una película en la que destaca la buena ambientación y la interpretación de Keira Knightley.  No tanto la del resto del reparto donde vemos a Dominic West, protagonista de la serie de TV The wire.

Un biopic bastante tradicional en sus planteamientos, con una figura central que es un claro antecedente de las reivindicaciones que vivimos un siglo despues.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Cine: MI OBRA MAESTRA


Coproducción hispanoargentina dirigida por Gaston Duprat, premiada por el público en el festival de Valladolid. Gaston Duprat codirigió con Mariano Cohn, El ciudadano ilustre (2016), comentada en este blog en el momento de su estreno por Ángel.



Arturo (Guillermo Francella)es propietario de una galería de arte en Buenos Aires. Renzo (Luis Brandoni) es un pintor un tanto salvaje y en franca decadencia que odia el contacto social. A ambos les une una vieja amistad, pero no coinciden en casi nada, lo que genera tensiones entre ellos. Pero a pesar de estas diferencias son grandes amigos. El galerista intenta revalorizar la obra de Renzo por todos los medios, incluso contra su opinión, hasta llegar a una solución extrema. 

La película cuenta la historia de una amistad que da lugar a un arriesgado fraude en el mundo del arte. Una sátira sobre las contradicciones de la creación artística tratada en tono de comedia amable, apoyada en la actuación de dos populares y veteranos actores argentinos a los que no hemos podido ver mucho aquí, aunque a Francella le recuerdo en El secreto de sus ojos y El clan.

La verdad es que la historia no es muy original pero está tratada con cierto ingenio. La lástima es que no da para un largometraje. Por eso, para llegar a una duración standard y tambien, supongo, por la necesidad de dar cabida a Raúl Arévalo por tratarse de una coproducción, se ha incluido un personaje, Alex, un admirador español que quiere ser su alumno, que me pareció penoso, defendido como puede por el actor español. Tampoco el personaje de una alumna mucho más joven (Andrea Frigerio, a la que vimos en El ciudadano ilustre) aporta nada.

Una comedia bastante floja bien interpretada, con algunos momentos ingeniosos, que sirve, a duras penas, para pasar el rato

jueves, 22 de noviembre de 2018

Cine: LAZZARO FELIZ


Premiada en Cannes como mejor guion, con varios premios en Sitges y con cuatro nominaciones en los premios del cine europeo (película, directora, guion y actriz principal) esta película junto con la recientemente comentada Dogman parecen lo mas destacado del cine italiano este año. Se trata de dos películas nada convencionales, especialmente Lazzaro feliz, a la que podríamos incluir en el apartado del realismo fantástico. Está dirigida por Alice Rohrwacher, una directora de 36 años cuya primera película, Cuerpo celeste, creo que no se estrenó en España. Si lo hizo la segunda, El pais de las maravillas (2015) aunque pasó un tanto inadvertida. No la he visto pero por lo que he leído ya se movía por el terreno del realismo y la fantasía.


Lazzaro, un joven campesino de excepcional bondad, vive en La Inviolata, una aldea que ha permanecido alejada del mundo y es controlada por la marquesa Alfonsina de Luna. Allí, la vida de los campesinos no ha cambiado nunca; son explotados, y ellos, a su vez, abusan de la bondad de Lazzaro. Un verano, se hace amigo de Tancredi, el hijo de la Marquesa. 

Lazzaro es un curioso personaje, difícil de clasificar. Vive en este mundo sin pensar mal de nadie y cree en los seres humanos. ¿Un santo, un soso? Un hombre bueno e inocente en un mundo, Dice  o mejor dos, que no es bueno ni inocente.

Dice la directora que “Quería usar las aventuras de Lazzaro para contar, lo más amablemente posible, con amor y humor, la tragedia que ha devastado a mi país, a saber, el paso de una Edad Media histórica a una edad media humana: el final de la civilización rural, la migración a los límites de la ciudad de miles de personas que no conocían nada de la modernidad y su incapacidad para sobrevivir. Un mundo donde la explotación es grotesca y rudimentaria, que llega a su fin y se transforma en uno nuevo, donde la explotación es simplemente, más brillante y atractiva”.

Una película que recuerda al cine italiano de los Hermanos Taviani, Ermanno Olmi y Fellini de los años 70 y 80. Tan neorrealista como mágico. 

Parte importante de la película son sus actores. Adriano Tardiolo, Lazzaro, es el rostro de la inocencia. Junto a él Alba Rohrwacher, la hermana de la directora, una actriz de gran naturalidad. También está el español Sergi López 

Interesante y extraña película.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Cine: TU HIJO


Miguel Angel Vivas dirigió su primera película, Reflejos, en 2001. Después ha mantenido su actividad con cortos, largometrajes y series de TV. Su título mas destacado es Secuestrados, (2010) una película que se presentó en el Festival de Sitges, donde muestra su eficacia para mantener la tensión en un relato un tanto salvaje y violento, de una situación demasiado alargada. Tu hijo es un guion suyo y de Alberto Marini, autor de los guiones de Mientras duermes y El desconocido. 




Jaime (Jose Coronado) es un médico padre de dos hijos. Un hombre normal y sensible cuya vida da un giro inesperado cuando su hijo Marcos (Pol Monen) recibe una brutal paliza a la salida de una discoteca y queda en estado crítico.  A partir de ese momento, Jaime se obsesionará con encontrar a los responsables de esta agresión, pero esto le conducirá a un viaje a los infiernos en busca de venganza, y a conocer las razones de la agresión.

La película está muy cuidada visualmente, en un notable ejercicio de realización que no se corresponde con una trama bastante falta de credibilidad. Me parece discutible el mantener el foco de la imagen en el personaje central, desenfocando todo lo demás, un proceso que se repite a lo largo de prácticamente toda la película y que recuerda a El hijo de Saul, aunque allí me pareció mas justificado. Centrada así en el personaje de Jaime tanto visual como dramáticamente, el resto de los personajes, su familia, la ex novia, los agresores, están faltos no solo de foco sino de desarrollo. Parece que todo está ahí para justificar los estallidos de violencia a los que conduce la venganza, por mucho que en algunos momentos la ambigüedad ética del personaje central pueda provocar la reflexión. Y la utilización de las grabaciones de móviles para explicar lo sucedido, aparte de lo ilógico de que se conserven esas grabaciones, no me parecen bien insertadas en el relato. La omnipresencia de José Coronado en todo el metraje y la falta de consistencia de sus personajes, hace que el resto del reparto se limite a estar presente.

En cualquier caso, se trata de una película correcta, merecedora de una mayor atención por parte del público de la que parece que está teniendo.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Teatro: EL PRECIO


En mi opinión Arthur Miller ocupa un lugar de honor en el teatro del siglo XX. Tiene un gran dominio de la estructura teatral, trata temas de interés y sus obras se desarrollan de una manera tan natural que, a veces, parece innecesaria la dirección. 

Estrenada en 1968, El precio es la última de las obras de Arthur Miller con buena respuesta de crítica y público. Posteriormente a este estreno, siguió escribiendo y estrenando pero la acogida ya no fue la misma.

En España se estrenó en 1970 con Carmen Bernardos, Jesús Puente, Fernando Delgado y Narciso Ibáñez Menta quien también dirigió el montaje. Yo recuerdo haberla visto en un nuevo montaje en 2003, con Ana Marzoa, Helio Pedregal, Juan Echanove y Juan Jose Otegui con dirección de Jorge Eines. Ahora nos llega con la dirección de Silvia Munt y Elisabet Gelabert, Tristán Ulloa, Gonzalo de Castro y Eduardo Blanco como intérpretes. 

Dos hermanos se reencuentran en el desván de la casa familiar, que va a ser demolida, después de 16 años sin hablarse.Víctor, un  policía a punto de retirarse y su esposa Esther, han convocado al hermano mayor, Walter, cirujano de éxito, a un encuentro con el tasador Solomon, para valorar y vender los viejos muebles familiares.  Pero estos viejos trastos no son lo único que hay en la casa: también hay un montón de recuerdos, fantasmas que llevarán a los protagonistas a pensar en cómo podrían haber sido las cosas si, en cierto momento, hubieran tomado otras decisiones. 

A través de las conversaciones de los personajes, Miller nos presenta a unos seres humanos llenos de soledad y frustración. Los dos hermanos representan dos actitudes diferentes ante la vida. Victor es el hijo generoso, abnegado, que fue capaz de renunciar al posible éxito social por permanecer junto a su padre tras la catástrofe financiera que le recluyó en esa casa. Walter, en cambio, es el triunfador a costa de alejarse de su familia y renunciar a la reconciliación con su hermano. Pero detrás de esa realidad late el tremendo egoísmo del padre que se nos pondrá de manifiesto a lo largo de la obra, que puede hacer que se desmorone la justificación al fracaso del primero. Tal como dijo Miller en una entrevista, “El tema central es la condena a perpetuar nuestros engaños, porque la verdad es demasiado costosa de afrontar”.

 Una obra psicológicamente profunda en la que los otros dos personajes,  Esther y Solomon se muestran como un punto de apoyo necesario para su desarrollo.



Cuatro buenos intérpretes constituyen un elemento fundamental para el buen éxito de la representación. Tengo que decir que en algunos momentos, me resultó difícil seguir los diálogos, especialmente a Gonzalo de Castro. Quizá sea mi oído, aunque pocos dias antes no tuve ese problema en Luces de Bohemia. En cualquier caso, me gustó la puesta en escena y la interpretación con la salvedad expuesta. 



miércoles, 14 de noviembre de 2018

Cine: DOGMAN


La película se presentó en el Festival de Cannes, donde su protagonista, Marcello Fonte, obtuvo el premio al mejor actor y tuvo buena acogida. Está dirigida por Matteo Garrone, que llevó al cine el libro de Roberto Saviano Gomorra. También se ha presentado en el Festival de Valladolid y tiene cuatro nominaciones para los Premios del cine europeo (película, dirección, actor y guion).




Marcello es el dueño de una peluquería canina en un barrio de las afueras de la ciudad. Es un hombre débil, separado, con una hija, y se ve dominado por sus vecinos para que trapichee con droga, ayude en atracos... Le marca sobre todo su relacion con Simoncino, un exboxeador que aterroriza a todo el barrio con su violencia. Cuando por su ayuda a Simoncino pasa un año en la cárcel sin ninguna compensación por su parte, decidirá pasar a la acción.

Dice Garrone, que es también responsable del guion, que su historia nació de una imagen, unos perros encerrados en jaulas que eran testigos
de la explosión de la bestialidad humana. Pero que pretende ir más allá de una historia de venganza, que se trata de un hombre que, en su intento de redimirse tras una vida de humillación, se siente decepcionado tras haberse liberado a sí mismo y a sus vecinos e incluso, quizás, al mundo, de que éste permanezca  indiferente. Lo que pasa es que, en mi opinión, que evidentemente no coincide con la  mayoría vista la nominación al premio europeo, el como se llega a esa situación no está bien desarrollado. Me gusta el retrato del personaje central como un pobre y buen hombre amante de los perros y de su hija, e incluso sus relaciones con sus explotadores. Pero el como se llega a la venganza final, que además parece ser más resultado de la casualidad que de algo buscado, no me convenció en absoluto. No se trata de destripar aquí lo que ocurre, pero la actuación de Marcello desde que sale de la cárcel no tiene ningún sentido, al menos para mi. Todo me parece demasiado forzado.

Una película que podría considerarse próxima al neorrealismo por sus personajes y escenarios, en la que destacan las interpretaciones de Marcello Fonte y Eduardo Pesce y la fotografía, sucia, de unos ambientes degradados.

Puede decirse que es capaz de hacer recapacitar sobre la violencia y las situaciones que pueden llevar a ella, pero lo cierto es que no me satisfizo.






miércoles, 7 de noviembre de 2018

Teatro: LUCES DE BOHEMIA


El Centro dramático nacional presenta en el teatro María Guerrero un nuevo montaje de Luces de Bohemia. Alfredo Sanzol es el responsable de la puesta en escena. He hablado en varias ocasiones de Alfredo Sanzol, la última con ocasión de el estreno de La ternura. Ahora se ha hecho cargo del montaje de esta obra, una obra que se consideró irrepresentable durante muchos años y que Valle Inclán, su autor no pudo ver representada, al igual que la mayoría de su teatro. De hecho, no se estrenó hasta 1963 en Paris. En España lo hizo en 1970, tras varios intentos fallidos a causa de la censura, tal como explica el cuaderno pedagógico editado por el CDN cuya lectura recomiendo. Esta es la tercera vez que la presenta el CDN.



Como es sabido la obra narra el peregrinaje de Max Estrella, un poeta ciego por un Madrid marginal y sórdido. Le acompaña don Latino de Hispalis y le dan la réplica algunos otros personajes de la bohemia madrileña de la época. Un mundo de marginados, prostitutas y delincuentes que critica el poder establecido y los políticos de la época. Como es característico en la Generación de 98, Valle-Inclán se lamenta de la situación española que considera de gran retraso intelectual y económico con respecto a Europa. En sus diálogos se vierten críticas a la cultura oficialista y a la situación social y política. Todo ello a través de quince escenas que se desarrollan en poco más de 24 horas.

 No parece necesario hablar más de una obra tan conocida, pero si de la puesta en escena. Una puesta en escena que utiliza el texto original de Valle excepto, dice Sanzol, cuatro frases de la escena del preso catalán y la modificación de las coplas del enano de la venta que han adaptado para que sean un poco más irreverentes y se entienda mejor la detención de Max Estrella. 
En lo que se refiere al espacio, Alejandro Andújar, el responsable de la escenografía y el vestuario y Sanzol han jugado con que los espejos  sean parte esencial. Todo está lleno de reflejos, de la misma forma que creen que Don Latino es el reflejo material de Max Estrella y Max es el reflejo espiritual de Don Latino. Han buscado un espacio con una potencia expresiva muy grande, que el público tenga una experiencia estética, visual, espacial y de luz que le recuerde
a una instalación, una escultura, una foto o una pintura. El movimiento de los actores en el escenario y las transiciones son muy importantes. La disposición
coreográfica y el espacio que crean los espejos (como las calles que se forman al moverlos) son fundamentales. A ello contribuye la iluminación de Pedro Yagüe, siempre complicada por la utilización de los espejos.

Diecieseis intérpretes dan vida a los 45 personajes de la obra. Solamente Juan Codina (Max) y Chema Adeva (Don Latino), no se desdoblan en otros. Los dos tienen que asumir que sus personajes han contado con actores de categoría en montajes anteriores (José María Rodero, Ramón Barea, Lluis Homar, Agustin Gonzalez, Carlos Lemos y Francisco Rabal en el cine). Dos actores a los que no recuerdo haber visto y que en sus interpretaciones están a la altura de sus antecesores y de la calidad del montaje.

Un clásico de nuestro teatro del siglo XX con una excelente puesta en escena. Muy recomendable.  




lunes, 5 de noviembre de 2018

Cine: EL ÁRBOL DE LA SANGRE


Julio Medem es un director, productor y guionista, ganador del Premio Goya al mejor director novel en 1993 por Vacas, película a la que siguieron títulos como La ardilla roja, Tierra, Los amantes del Círculo Polar... en las que mostraba un lenguaje y forma narrativa propios. Sus películas posteriores se movieron más por caminos de experimentación que, al menos en mi caso, dieron lugar a que no las viera o lo hiciera en TV, aunque Ma ma (2015) fue comentada en este blog por Ángel. Ahora nos llega su última película, una compleja historia de investigación e intriga donde me ha resultado más interesante el como cuenta la historia que la historia en si misma.



Rebeca y Marc son una joven pareja que viaja hasta un antiguo caserío que perteneció a la familia de Marc para escribir su historia en común. Durante esos días tratarán de recomponer un gran árbol genealógico con 25 años de relaciones de amor, desamor, sexo, locura, celos e infidelidades, que oculta el profundo misterio que marcó sus vidas y cuyo descubrimiento pondrá en peligro su propia historia de amor.

Una historia coral de dos familias (o mejor tres) y sus historias cruzadas, llena de giros, en que sus protagonistas nos hablan de temas universales como el amor, las mentiras, los secretos y los celos y también, y esta es la parte menos atractiva, de la presencia y actividad de mafias en nuestro pais. 

Narrada con constantes flashbacks que nos van descubriendo los secretos y las verdades ocultas tiene en la forma en que se sucede el pasado y el presente, su mayor atractivo. 

Parece que el melodrama ha tomado las pantallas en las últimas semanas, al menos en los que al cine español se refiere. Petra, Quien te cantará y ahora ésta son melodramas intensos, excesivos, narrados desde ópticas diferentes y siempre interesantes.

Una película de estas características necesita unos intérpretes que transmitan a sus personajes. En mi opinión, que contrasta con la del propio director, no lo consigue. Los dos principales , Ürsula Corbaró, popular por la serie de TV La casa de papel, y Alvaro Cervantes, a quien hemos visto también  en TV Carlos emperador y cine Los últimos de Filipinas, no dan la talla. Como, a mi parecer, tampoco la dan Daniel Grao y Joaquin Furriel, otros dos de los principales intérpretes. Y en el caso de Daniel Grao, tengo que recordar que me ha gustado en las dos ocasiones en que le he visto en teatro, y sin embargo en TV y cine, no tanto. El resto del reparto, con personajes más episódicos y con nombres de categoría como Ángela Molina, Emilio Gutiérrez Caba y José María Pou, junto a otros con menos renombre, cumple con mayor o menor fortuna con su cometido.

Película que interesa a ratos, con unas notables fotografía y música, pero que se resiente de sus excesivas vueltas narrativas, duración algo excesiva también y algunos interpretes por debajo de sus personajes.


domingo, 4 de noviembre de 2018

Cine: EL FOTOGRAFO DE MAUTHAUSEN


Dice Mar Targarona, veterana directora y productora de esta película que le emocionó conocer la historia de Francesc Boix y de los más de 7.000 republicanos
que estuvieron en el campo de Mauthausen. Una historia no muy conocida en España. Un grupo que fue capaz de conservar y sacar del campo, arriesgando sus vidas, una serie de negativos fotográficos, gracias a los cuales pudieron ser demostradas gráficamente las atrocidades cometidas por los nazis. Ver
a Francesc Boix declarando en los juicios de Núremberg y señalando a los verdugos, demostrando con pruebas que sí sabían lo que ocurría en esos campos.  "Con esta película quiero honrar a esos héroes y a todas las víctimas de Mauthausen".

Mar Targarona ha dirigido algunas películas, entre ellas Secuestro (2016), y su productora Rodar y rodar lo ha sido de El orfanato, Los ojos de Julia y El cuerpo.


Con la ayuda de un grupo de prisioneros españoles que lideran la organización clandestina del campo de concentración de Mauthausen, Francesc Boix, un preso que trabaja en el laboratorio fotográfico, arriesga su vida al planear la evasión de unos negativos que demostrarán al mundo las atrocidades cometidas por los nazis. Miles de imágenes que muestran desde dentro toda la crueldad de un sistema perverso.

Sobre la figura de Francesc Boix, los guionistas han elaborado una historia que, por lo que he leído, no se ajusta mucho a lo ocurrido en la realidad, aunque si respeta, por supuesto, el hecho fundamental. Se trata de dar un tratamiento  dramático a unos hechos cuyo dramatismo, probablemente, no es fácilmente trasladable a la pantalla. Es algo que, sin duda, ocurre con frecuencia con historias reales sobre las que se piensa que ahí hay una película, pero que a la hora de la verdad no es sencillo convertir en una historia que interese y conmueva al espectador. 

En este caso la verdad es que el guion incurre en muchos tópicos vistos en películas de este tipo y algunas inverosimilitudes poco congruentes con la crueldad de los nazis que se nos presenta. Tampoco la presencia de Mario Casas, a pesar del esfuerzo, incluso físico, de su interpretación, consigue destacar especialmente. Queda, no obstante, un homenaje, razonablemente bien contado, hacia unos hombres cuya actuación no tuvo la repercusión que hubiera merecido en su momento. Una película simplemente correcta.