viernes, 29 de noviembre de 2013

Cine: Malavita


Malavita es una película curiosa. Ciertamente no entraba en mis intenciones ir a verla, pero llevé a mi hijo a ver Los juegos del hambre y coincidía en horario. Además la proyectaban en versión original, así que decidí quedarme a verla.

Es la historia de una familia (su titulo original es ese, La familia) de mafiosos que tras denunciar a los miembros de la banda están acogidos a un programa de protección de testigos. Dentro de ese programa están en Francia, yendo de un lugar  a otro. 
La película comienza con la ejecución por parte de la mafia de una familia a la que confunden con ellos y su llegada a un pueblo de Normandia. Allí, vigilados por miembros del FBI tendrán que tratar de adaptarse a su nueva vida. Lo que ocurre es que lo hacen manteniendo los métodos mafiosos que han dominado su actividad anterior. Los padres y los dos hijos, un chico de 15 o 16 años y una chica de 17 que van al instituto, resuelven sus problemas con los compañeros, el fontanero o el tendero recurriendo a métodos propios de la mafia, lo que da lugar a que se produzca una  mezcla de películas de mafiosos con La familia Adams.
 Lo mejor de Malavita (que es el nombre de su perro) son los intérpretes. Robert de Niro y Michelle Pfeiffer son los padres. También anda por ahí Tommy Lee Jones, pero no parece que tenga muy claro que hace allí.


También hay un homenaje a la película de Martin Scorsese (que produce esta) Uno de los nuestros.
En resumen una comedia poco trascendente, pero que resuelve con cierto ingenio algunas situaciones 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Cine: Blue Jasmine. Un Woody Allen con poco humor



En su cita anual, Woody Allen nos trae un excepcional retrato femenino. El personaje de Jasmine enlaza con otros personajes de mujeres de películas de Allen, como los de La rosa púrpura del Cairo (1985), Hanna y sus hermanas (1986), Otra mujer (1988), Alice (1990), o Maridos y mujeres (1992).
En esta ocasión nos presenta a una insoportable neurótica, que por una parte nos hace disfrutar de la excelente interpretación de Cate Blanchett y por otra nos hace imposible conmovernos o identificarnos con su historia.

Jasmine es una mujer rica y elegante de la alta sociedad neoyorquina que tras la condena y posterior suicidio de su marido, un adinerado hombre de negocios responsable de una gran estafa, se encuentra sin dinero y sin casa. Decide entonces mudarse a San Francisco a vivir con su hermana Ginger, que trabaja como cajera de un supermercado que vive con su novio y dos poco soportables hijos, en un pequeño apartamento.  La película nos contará su imposible adaptación a su nueva vida, a la vez que mediante "flash backs" nos presenta detalles de su vida en Nueva York, su confianza y habilidad para mirar para otro lado en relación con las actividades de su marido.

Allen se inspira en la historia de Bernard (Bernie) Madoff,   el presidente de una firma de inversión que llegó a ser una de las más importantes en Wall Street. En diciembre de 2008 el banquero fue detenido por el FBI  y acusado de un fraude que alcanzó los 50.000 millones de dólares. En 2009 fue sentenciado a 150 años de prisión. 

Creo que esta película es  el negativo de Match Point (2005). Si la recordáis, allí nos presentaba la historia de un "trepa" que no dudaba en llegar al asesinato de su amante con tal de medrar. 


Pero de acuerdo con el punto de partida de Allen, tenía suerte (la pelota que tocaba la red, caía en el otro lado) y no era descubierto. En esta ocasión, la pelota cae en el propio lado de Jasmine, a la que vemos en el último plano de la película en una situación muy poco esperanzadora.

 Una serie de personajes secundarios bien construidos e interpretados acompañan la historia.

En resumen, Woody Allen se rehace tras el enorme patinazo de A Roma con amor (2012) y nos entrega una película que, sin ser redonda, le sitúa en su buena línea habitual. Eso sí, con poco humor esta vez.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Más sobre Tirano Banderas

Los intérpretes y el director, Oriol Broggi


Adaptar una novela al cine o al teatro supone trasladarla a un lenguaje diferente. Esto, que es evidente en el caso del cine, puede no serlo tanto cuando nos referimos al teatro. Al fin y al cabo, ambos medios, el escrito y el representado son dos formas de literatura y parten de un texto escrito.
Probablemente la diferencia fundamental entre novela y teatro es la presencia-ausencia del narrador. En la novela siempre existe un narrador. En primera persona o en tercera, omnisciente o  integrado en la acción, pero siempre está presente. En el teatro, no es así. La narración surge de los diálogos y de la actuación (o de las acotaciones, cuando no es representado). Y cuando se incorpora la figura del narrador a la representación, suele degenerar en situaciones poco teatrales, como ocurre en las dos adaptaciones actualmente en los escenarios de Madrid, Doña Perfecta y Tirano Banderas.
Sobre Doña Perfecta, de Pérez Galdós ya escribí hace unas semanas. Ahora acabo de ver Tirano Banderas, de Valle Inclán, en el Teatro Español. La he visto sin conocer la novela ni la película que se hizo sobre ella hace unos años. La novela la estoy leyendo actualmente. Aunque me gustó la obra, tengo que señalar que al leer la novela se aprecia como el lenguaje narrativo y literario  de Valle Inclán prácticamente no se encuentra sobre el escenario. Y no solo se trata de  la gran dificultad que entraña convertir una novela tan complicada como es Tirano Banderas, en una obra de teatro con las limitaciones que ofrece una representación teatral. Es que la forma de narrar de Valle es irreproducible. Además, está el hecho de que la presencia de muchos personajes obliga a que los actores interpreten varios personajes (en este caso, una de las actrices interpreta ¡10 personajes distintos!) lo que produce una relativa confusión, al obligar al espectador a estar muy atento, a lo que contribuye igualmente, sobre todo en el primer acto, la simultanea presentación en el escenario de diferentes conflictos. No obstante en mi opinión todo ello está bastante bien resuelto. Se utilizan adecuadamente las posibilidades que ofrece un escenario ampliado mediante la retirada de dos filas de butacas y los primeros palcos y se sigue con atención.


Se trata de un proyecto llamado "las dos orillas" en el que colaboran diferentes países sudamericanos ademas de España, lo que da lugar a un reparto multinacional. Esto podía haber sido un problema al tener que coexistir diferentes criterios de interpretación e incluso acentos, pero lo cierto es que no crea ningún problema e incluso las diferencias de acentos están bien insertas en la representación.


Creo que pese a la dificultad de adaptación se trata de un espectáculo correcto y valioso, bien interpretado, que al menos en mi caso, me ha inducido a leer la novela original y que merecería una respuesta del público mayor que la obtenida. El domingo que asistí a la representación, la entrada no llegaba ni a la mitad del aforo.

Espero que a los que asistáis a la representación el próximo jueves os interese y promueva la lectura de la novela, si aún no lo habéis hecho.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Tirano Banderas



Para todos los que vais a ir a ver Tirano Banderas en el Español, (y para los que no, también, por supuesto), os incluyo un enlace con el cuaderno pedagógico editado sobre la obra. Aunque probablemente no nos diga muchas cosas nuevas, os recomiendo su lectura, es interesante para saber lo que se va a ver.

http://www.teatroespanol.es/descargas/diabla14_a.pdf

Yo estuve viéndola ayer y vale la pena. Ya escribiré una entrada sobre ella.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Cine: Prisioneros, ¿Puede estar justificada la violencia?



Prisioneros es una película de intriga muy interesante. Nos cuenta la historia de dos parejas (Hugh Jackman-María Bello y Terrence Howard-Viola Davis) que deben hacer frente a la desaparición de sus dos hijas de pocos años mientras celebran el día de acción de gracias.Su única pista es una autocaravana desvencijada que estuvo estacionada en su calle. El detective que dirige la investigación, (Jake Gyllenhaal) arresta al conductor (Paul Dano), pero la falta de pruebas le obliga a dejarlo en libertad. Según van pasando las horas, el pánico se apodera de todos, y uno de los padres, convencido de la culpabilidad del conductor de la caravana, lo secuestra y tortura para averiguar donde se encuentran las niñas.



Hasta aquí, la trama de la película. Bien contada, generando una gran tensión, siguiendo la investigación, hasta un tercio final en que la resolución de la historia, resulta poco satisfactoria y un tanto inverosímil. Pero lo más interesante son los personajes y sus reacciones.






La primera imagen de Prisioneros nos presenta a uno de los padres  de caza con su hijo. Antes de que este dispare contra un ciervo, reza un Padrenuestro. Después nos cuenta que su padre le enseñó que hay que estar preparado para cualquier emergencia, razón por la cual tiene el sótano de su casa lleno de latas de alimentos y medios de supervivencia. Hay otros elementos que nos hacen preguntarnos,  ¿Nos encontramos ante un integrista conservador y religioso? Pero a continuación le vemos llegando con su familia a casa de unos amigos negros para celebrar el Dia de acción de gracias. ¿Contradictorio?

La pareja de amigos son mucho más tranquilos. Confían en la policía y desaprueban los métodos violentos del otro padre. Pero cuando pueden intervenir para evitar la violencia ejercida contra el sospechoso, miran hacia otro lado. 
El detective, se muestra independiente, solitario, desconfiado, tiene diferencias con su superior. Tiene que soportar los desplantes y acusaciones de los padres y ser respetuoso con la Ley. Lo cierto es que nos gustaría saber más de él. 

La película tiene claras conexiones con varias otras de los últimos años. Por el tema, desaparición de niños, Adios, pequeña, adios (Ben Affleck, 2007), 



 El intercambio, (Clint Eastwood, 2008) 


e incluso Séptimo, de reciente estreno, (Patxi Amezcua, 2013)


 Pero aún más con otras dos Mistic river (Clint Eastwood, 2003)


y Zodiac (David Fincher, 2006), .

por la creación de unos ambientes opresivos alrededor de la investigación y la dureza de su contenido.


Está dirigida por Denis Villeneuve, canadiense, que adaptó hace unos años una muy interesante  y dura obra de teatro, Incendios, de Wajdi Mouawad, que se ha visto en España, tanto en su versión cinematográfica como teatral. Estuvo nominada al Oscar para pelicula en lengua no inglesa el año 2011 en que ganó la danesa En un mundo mejor. Lo cierto es que la obra es dura y la adaptación al cine no me pareció muy lograda.




Capítulo aparte merece la interpretación. Los principales personajes masculinos están francamente bien. Las esposas, (Maria Bello y Viola Davis) tienen papeles mas limitados y en ambos casos se echa de menos una mayor definición de sus personajes. El de María Bello recuerda al que interpretaba en Una historia de violencia (Davis Cronenberg, 2005) con Viggo Mortensen, otra película con un desarrollo notable, pero con un desenlace poco convincente.





En fin una película recomendable pese a su final un tanto decepcionante y la dureza del argumento y alguna de sus imágenes.

sábado, 9 de noviembre de 2013



NICOLÁS MAQUIAVELO   -    El Príncipe
Obra escrita en 1513

Avanzando unos capítulos tras el señalado para la próxima clase, me he encontrado con un texto sobre el que, dada la fecha de su creación, me ha parecido que merece la pena destacar.


“… Un príncipe debe mostrar también su aprecio por el talento y honrar a los que sobresalen en alguna disciplina. Además, debe procurar a sus ciudadanos la posibilidad de ejercer tranquilamente sus profesiones, ya sea el comercio, la agricultura o cualquier otra actividad, sin que nadie tema incrementar sus posesiones por miedo a que le sean arrebatadas o abrir un negocio por miedo a los impuestos. Antes bien, deben incluso tener dispuestas recompensas para el que quiera hacer estas cosas y para todo aquel que piense por el procedimiento que sea engrandecer su ciudad o su Estado. Además de todo esto, debe entretener al pueblo en las épocas convenientes del año con fiestas y espectáculos. Y puesto que toda ciudad está dividida en corporaciones o en barrios, debe prestarles su atención y reunirse con ellas de vez en cuando, dando ejemplos de humanidad y liberalidad, pero conservando siempre intacta la magnificencia de su dignidad, porque esto no puede faltar nunca en cosa alguna...”



viernes, 8 de noviembre de 2013

Próximos estrenos de teatro

Para vuestra información, recojo a continuación algunos de los próximos estrenos  en los teatros nacionales y municipales y el enlace para más información:




29 de noviembre a 19 de enero, Teatro Valle Inclán


19 de noviembre al 22 de diciembre. Matadero


Del 22 de noviembre al 15 de diciembre, Matadero


Del 5 de diciembre al 12 de enero, Valle Inclán


13 de diciembre al 2 de febrero, María Guerrero

Comentario anónimo



Con el fin de evitar que os pase inadvertido, ya que es una entrada publicada hace tiempo, quiero llamar vuestra atención sobre un comentario anónimo en la entrada Como utilizar el blog que nos recomienda la última novela de Rosa Montero, La ridícula idea de no volver a verte.

Aprovecho también para sugerir que os identifiquéis en vuestros comentarios y entradas. Siempre es agradable saber quien es la persona que los hace.

martes, 5 de noviembre de 2013

EL DESIERTO DE LOS TÁRTAROS---Dino Buzzati-


     A un día monótono otro
     monótono, invariable sigue: Pasarán
     las mismas cosas, volverán a pasar
     los mismos instantes nos hallan y nos dejan.
     Un mes pasa y trae otro mes,
     lo que viene uno fácilmente lo adivina:
     son aquellas mismas cosas fastidiosas de ayer.
     Y llega el mañana ya a no parecer mañana.

       Constantino Cavafis- Monotonía
   
   

                    "El desierto de los Tártaros" es una magnífica novela que no da un ápice de respiro al lector, todo en ella pesimista,  agobiante, deprimente y absorbente, es una cruel mirada a la fugacidad del tiempo que a veces consumimos monótonamente esperando metas a veces imposibles o inalcanzables; "TempusFugit" pero sin "Carpe Diem", los protagonistas viven en una eterna espera la posibilidad de que les
llegue la gloria ,con la hipotética llegada de los tártaros ,por ello son incapaces de vivir y disfrutar el momento renunciando a familia, amores y amigos.
                    ¿Qué y quienes son los Tártaros?. Pueden ser una amenaza, una quimera o una absurda justificación de conductas irracionales y a la vez acomodaticias, los militares de la guarnición esperan su llegada como Vladimir y Estragón esperaban  a Godot, que nunca acababa de llegar, en esta obra, al final cansados de esperar dialogan:
                      Vladimir : !Qué nos vamos¡.
                       Estragón : Sí vámonos.
                       ( NO SE MUEVEN )
                    Ese mismo inmovilismo es el que domina a la guarnición incapaz de salir del circulo rutinario del reglamento y las ordenanzas militares.
                     Otro elemento fundamental es la Fortaleza, es curioso Buzzati siempre la escribe con máyusculas como para resaltar su importancia o darle categoría de algo vivo.
                  ¿Qué es y qué representa la Fortaleza?. Sin duda se trata de un elemento simbólico ,abierto a la
interpretación del lector. Podría ser una mala hembra de nombre Fortaleza y apellido Bastiani, que como esas heroínas del cine negro, seducen, manipulan y obnuvilan a los hombres, llevándoles a un destino fatal;
Podría ser como la ninfa Calipso que retiene a Ulises años y años retrasando e impidiendo su regreso a Ítaca; Podría ser como una mantis  castradora y devoradora de machos o podría ser lo que realmente parece ser ,el último bastión de una frontera aparentemente muerta pero que ejerce una extraña fascinación
sobre muchos de sus habitantes que van demorando su salida a otros posibles destinos y que en sus escasas
ausencias la acaban añorando y vuelven raudos porque se ha convertido en su único mundo y universo, el impacto  que produce en el protagonista Drogo queda así reflejado:
                                 
                             No era imponente la Fortaleza Bastiani, con sus bajas murallas,
                              ni hermosa en cierto modo, ni pintoresca con torres y bastiones;
                              absolutamente nada que consolase de su desnudez,que recordase
                              las cosas dulces de la vida. Y, sin embargo, como la noche anterior
                              desde el fondo de la garganta, Drogo la miraba hipnotizado y en su corazón
                               entraba una inexplicable excitación.
       
                     Toda la novela tiene un aire kafkiano: esa fortaleza que aparentemente nadie conoce ,ese camino interminable hasta encontrarla, ese aparecer y desaparecer en el paisaje, las descripciones de la misma con esos pasillos y escaleras interminables recuerdan  al Castillo o a los vericuetos llenos de legajos de el Proceso, incluso el mismo concepto de los tártaros que nunca llegan como nunca llega el permiso del agrimensor o el juicio de "K".
                       
                       ¿ Por qué rápidamente se vacian las calles y las plazas
                          y todos regresan a sus casas pensativos?
                          Porqué anocheció y los bárbaros no llegaron.
                           Y unos vinieron desde las fronteras
                            y dijeron que los bárbaros ya no existen.
                           Y ahora qué será de nosotros sin bárbaros.
                           Los hombres esos eran una cierta solución.
       Fragmento final del poema "Esperando a los Bárbaros" de Constantino Cavafis.
    

Enlace capítulo XVIII de El príncipe (Maquiavelo)



Copio el enlace:

http://es.wikisource.org/wiki/El_Pr%C3%ADncipe:_Cap%C3%ADtulo_XVIII

lunes, 4 de noviembre de 2013

La banalidad del mal. Hanna Arendt



La expresión banalidad del mal fue acuñada por la pensadora alemana Hannah Arendt en su libro Eichmann en Jerusalén, cuyo subtítulo es Un informe sobre la banalidad del mal.
En 1961, tras ser capturado en Argentina por los servicios secretos de Israel, tuvo lugar el juicio a Adolf Eichmann por genocidio contra el pueblo judio durante la Segunda Guerra mundial. El juicio estuvo envuelto en una gran polémica y muchas controversias. Casi todos los periódicos del mundo enviaron periodistas para cubrir las sesiones, que fueron realizadas de forma pública por el gobierno israelí. Una de las corresponsales presentes, como enviada de la revista The New Yorker era Hannah Arendt.
Según Arendt, Adolf Eichmann no poseía una trayectoria o características antisemitas  y no presentaba los rasgos de una persona con carácter retorcido o mentalmente enferma. Actuó como actuó simplemente por deseo de ascender en su carrera profesional y sus actos fueron un resultado del cumplimiento de órdenes de superiores. Era un simple burócrata que cumplía órdenes sin reflexionar sobre sus consecuencias. Para Eichmann, todo era realizado con celo y eficiencia, y no había en él un sentimiento de «bien» o «mal» en sus actos.
Para Arendt, Eichmann no era el «monstruo», el «pozo de maldad» que era considerado por la mayor parte de la prensa. Aunque sus actos no eran disculpables, ni él inocente, estos actos no fueron realizados porque Eichmann estuviese dotado de una inmensa capacidad para la crueldad, sino por ser un burócrata, un operario dentro de un sistema basado en los actos de exterminio.
Sobre este análisis Arendt acuñó la expresión «banalidad del mal» para expresar que algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre ellos. No se preocupan por sus consecuencias, sólo por el cumplimiento de las órdenes. La tortura, la ejecución de seres humanos o la práctica de actos «malvados» no son considerados a partir de sus efectos o de su resultado final, con tal que las órdenes para ejecutarlos provengan de estamentos superiores.

Tengo que reconocer que no tenía ni idea de quien era Hannah Arendt hasta que se estrenó la película de Margarethe Von Trotta. A partir de ese estreno he leído algunos comentarios y artículos sobre la personalidad de esta pensadora alemana y las reacciones que provocó la publicación de su libro . Fueron estos artículos, unidos al hecho de que recuerdo a la directora formando parte del denominado Nuevo cine alemán de los años 70, ligada a nombres como Fassbinder, lo que me llevó a ver esta película que se centra precisamente en su presencia en el  juicio y las reacciones ante  la publicación de sus artículos en The New Yorker y el libro antes mencionado.


-La película retrata al personaje entre 1961 y 1964, cuando Hanna se ofrece a The New Yorker para cubrir el juicio de Eichmann. Hanna se da cuenta de que este es un tipo absolutamente mediocre, incapaz de pensar por si mismo, que se limitó a obedecer órdenes. Esta opinión la plasma en sus crónicas sobre el juicio y da lugar a su teoría de la banalidad del mal, donde manifiesta también que en su opinión algunos jefes judíos de secciones se mostraron colaboradores de los nazis. Con la excepción de su marido, su mejor amiga y sus alumnos, se encontró con la oposición de todo el mundo que la acosó y amenazó.

No cabe duda de que la película interesa no solo como exposición de esas ideas y de la intolerancia semita ante cualquier postura que cuestione las suyas sino también por la interpretación de Barbara Sukowa , habitual colaboradora de la directora y de Fassbinder. No obstante, como narración se hace un poco pesada, al tener un carácter biográfico más propio de un documental. 

Sobre este tema, como digo, se han publicado numerosos artículos a raíz del estreno de la película. Por si estáis interesados, incluyo cuatro enlaces a otros tantos artículos en El Pais



Cine: La vida de Adèle




Ganadora de la Palma de oro en el Festival de Cannes llega a nuestros cines La vida de Adèle. Si hace poco hablaba de La herida como una película de actriz, en esta hay que repetirlo. Porque Adèle es su intérprete, Adèle Exarchopoulos y la película se basa en su presencia en prácticamente todas sus secuencias y en la de Léa Seydox.


Léa Seydoux es Emma
Adèle Exarchopoulos es Adèle

La película adapta una novela gráfica llamada El azul es un color cálido, de Julie Maroh y está dirigida por Abdellatif Kechiche. Lo que nos cuenta es el despertar a la sexualidad de Adèle. A sus 15 años, en el instituto, empieza a tener dudas sobre sus gustos. Aunque tiene relación con un chico, rompe con él y tiene un leve escarceo con una compañera. Pero será el encuentro con Emma, una joven con el pelo azul, lo que haga que sus sentimientos salgan a la luz.

A partir de esos momentos asistimos a una historia de amor lésbico, que se parece a cualquier otra historia de amor, entre seres del mismo o distinto sexo. Las relaciones con los amigos, la familia, los celos, las diferencias culturales y artísticas, el sentirse abandonado por la pareja, hasta acabar en ruptura. Todo esto está contado con sensibilidad, acompañando a Adèle en su paso de joven a mujer y su conversión en maestra. Y está bien contado, siguiendo a la actriz permanentemente, sin que te pesen las tres horas de duración, aunque se eche de menos una mayor presencia en el relato de sus relaciones con sus padres. Al fin y al cabo, solo tiene quince años...

Pero hay otro aspecto de la película que la marca. La inclusión de largas escenas de sexo entre los dos personajes femeninos. Imágenes que no dejan nada a la imaginación y que van a escandalizar y a condicionar la valoración de la película por muchos de sus espectadores y, probablemente, desanimar a otros en su intención de ir a verla.

La pregunta que surge es sobre la necesidad de la inclusión de estas escenas tal como son presentadas. En mi opinión, no son necesarias, aunque no cabe duda de que nos muestran el nivel de unión y placer que sienten los dos personajes en sus relaciones.  Y no porque  me molesten o me asusten. Al contrario. Pero entiendo que existe mucha gente a la que si le moleste una exhibición de sexo tal como se presenta. Creo que la película no perdería nada (excepto duración) si se redujeran, sin desaparecer. En el cine, para  el sexo como para  el terror, la sugerencia puede ser más eficaz que la exhibición. Y por otra parte, si en lugar de dos chicas jóvenes y atractivas se tratara de dos mujeres mayores, poco atractivas, o dos hombres, ¿recibirían el mismo trato? Sinceramente creo que no. El tratamiento que el director les da se corresponde con una visión claramente masculina, complaciéndose en imágenes que se pueden encontrar  en las páginas web pornográficas. No quiero con esto decir que se trate de pornografía sino que conecta con sus consumidores.

No sé cuál será la reacción de la gente joven ante esta película. En Francia está clasificada para mayores de 12, en USA para mayores de 17, pero no le han castigado con la R de "restricted", que como sabreis es casi una condena para la taquilla. Probablemente los jóvenes de hoy en día están más acostumbrados a este tipo de imágenes, pero a los que, como yo, nos criamos con la censura franquista e íbamos a Francia para ver películas prohibidas (no necesariamente por sexo), creo que nos sigue llamando la atención e incomodando de alguna manera.

Como resumen de lo dicho, es una película muy recomendable, pero siempre desde la conciencia de que se va a asistir a una sucesión de escenas no aptas para determinadas sensibilidades

domingo, 3 de noviembre de 2013

Personajes de El Gobernador: Mª Augusta, por Mª José

EL  GOBERNADOR  -  Miguel Sousa Tavares -    Taller de Literatura  (15-10-2013)

Doña Ma. Augusta de Trindade es la propietaria de una de las haciendas de Santo Tomé.
Esta isla, desde la introducción del cultivo y explotación del cacao, por un agricultor brasileño, se ha convertido en un importante bastión para la economía portuguesa. Esta mujer, en el momento de la  novela (1906-1908), tiene treinta y siete años y disfruta de una figura atractiva y sugerente, a todas luces, desbordante de vitalidad.  Su personalidad muestra un carácter fuerte, independiente y desprovisto de todos los convencionalismos de su círculo colonial, lo que provoca un total rechazo de todas las damas de esa alta sociedad.

Podríamos decir que  “de raza le viene al galgo”, pues a sus antepasadas más  señaladas se las consideraba, según el propio narrador, “mujeres de armas tomar”, dueñas de sus vidas y de sus amores.
Es viuda y huérfana de padre desde hace cinco años (su madre  había muerto cuando ella tan solo tenía tres) y su único apoyo en los momentos más difíciles ha sido y es su capataz, verdadero referente a lo largo de toda su infancia.

Este panorama podría definirla como una persona aislada y desconectada del mundo, sin embargo no es así. Está subscrita a varias publicaciones portuguesas y francesas y ha leído a autores emblemáticos de las letras tanto portugueses como de otras culturas. Todos estos rasgos hacen de ella una singularidad en este paisaje. Dirige su explotación, llamada Nova Esperanza, con un aplomo y una eficacia que muchos consideran más propio del género masculino y en su trato a los negros que viven y trabajan en su propiedad es cercana y quizás, se podría decir también,  que humana para el momento.

Esta singularidad, como digo, unida a sus atributos físicos, a su mirada juvenil, a sus gestos desprovistos de toda afectación, no puede pasar desapercibida por el nuevo gobernador, un joven de treinta y siete años, abogado, empresario y cosmopolita.

El primer contacto entre ambos tiene lugar en el baile/recepción que este mandatario organiza a su llegada a la colonia. En él, ya se percibe un halo de ensimismamiento y exuberancia que promete un futuro entendimiento. Es en la visita obligada que el nuevo gobernador debe hacer a las haciendas y en concreto, en la visita a la suya, cuando esta complicidad se materializa. En la cena que Ma. Augusta prepara en su honor se produce ya una verdadera introspección personal, llegando, en un cierto momento, a que Augusta le responda (y cito textualmente): “No me pregunte por mi vida. Aquí no se hacen esas preguntas. Intento atrapar las cosas que pasan a mi lado, porque son las cosas que vienen a mí, no yo quien va a las cosas.”

Por todo ello, es fácil imaginar que estos dos seres, solos y únicos en este islote del Atlántico, en esa noche mágica para ambos, se encontraran, se acercaran e intimidaran.

Pero la diosa Destino o la casualidad o circunstancias especiales quisieron que otra mujer irrumpiera de forma voraz, caníbal, demoledora en la vida de este, yo diría, ingenuo e inmaduro personaje y Augusta o Doña Augusta viera, quizás una vez más “como se escapan las cosas que pasan a su lado”.

CINE: EL MÉDICO ALEMÁN, por Angel



               Basándose en su propia novela "Wacolda" Lucía Puenzo, escritora y directora argentina,ha dirigido esta película, basándose en el refugio que supuso Argentina para muchos criminales nazis y especialmente para Josef Mengele, el llamado "ángel de la muerte",médico y verdugo nazi de Auschwitz.
                La película tuvo una buena acogida en el último festival de Cannes y ha sido seleccionada por Argentina para concurrir a los Oscar y como mejor película iberoamericana, a los premios Goya, a pesar de que es una coprodución de Argentina, Francia, España y Noruega.
                Mengele establece relación  con una familia argentina ,residente en Bariloche, sintiéndose de inmediato atraído por la hija menor Lillith de once años de edad y poco desarrollada para su edad, su interés aumenta al saber que la madre de origen alemán está embarazada de gemelos, sabido son sus experimentos con gemelos para una posible mejora de la raza.
                Mengele se va ganando la confianza de la madre y consigue que,a espaldas del padre, le autorice a comenzar un tratamiento hormonal de crecimiento para la niña. La llegada prematura de los gemelos en una situación de aislamiento por la climatología supone que la madre confíe en él ,utilizando el método de usar un bebé como control y otro como experimentación. Acosado por los agentes israelíes abandona precipitadamente el país.

                                            Ilustración de Andy Riva- La libreta de Mengele.

                   La película muestra muy bien la mutua fascinación que se establece entre Mengele y la niña, el la observa con ojos de entomólogo y ella le espía tratando de descifrar  que misterio se esconde detrás de esos ademanes tan fríos y educados.
                  Me ha gustado el paralelismo en las escenas con las muñecas que el padre fabrica artesanalmente ,en el taller de la casa aparecen  alegres mientras que en la fábrica aparecen como desmembradas y quemadas saliendo de los hornos en una clara alusión al holocausto.
                   También me ha gustado la fotografía de Nicolás Puenzo con una luz pálida, turbia y fría,  como la mirada de Mengele, las interpretaciones son buenas en general pero sobre todo la de la niña Florencia Bodo y la de Alex Brandemühl actor español hijo de alemán y catalana, habitual del cine independiente :lo que menos me ha gustado es la ambigüedad del pasado del personaje de la madre y su relación con el nazismo. 
                    Por último recordar la película de 1978 de Franklin J. Schaffner ,basada en la novela de Ira Levin, "Los niños de Brasil" también sobre Mengele con un planteamiento mucho más fántastico y comercial, donde se planteaban clonaciones múltiples de Hitler.