martes, 20 de diciembre de 2016

Cine: UN MONSTRUO VIENE A VERME


Un monstruo viene a verme está dirigida por Juan Antonio Bayona, un joven director que con solo dos películas se ha instalado en el éxito y la consideración de la industria no solo en España sino que ha dirigido una serie de TV Penny Dreadful y va a dirigir la próxima entrega de Parque Jurásico. 
Apoyado por Tele5 y con capital de los USA es uno de los mas sino el que más internacional director español en la actualidad.

Lo cierto es que ninguna de sus dos películas anteriores, El orfanato y Lo imposible me convencieron, mas allá de su factura técnica y de producción. Por esta razón no me había animado a ir a ver esta última producción. Pero las numerosas nominaciones para los Goya y la opinión de mi hijo me han animado a rescatarla.




Los padres de Conor se han separado y ahora él, un niño de solo trece años, vive con su madre enferma. El cáncer está acabando con ella y el chico intenta superar la soledad y desolación que siente. Además, en el colegio sufre el acoso cruel de una pandilla de matones. 

Cuando las cosas se van poniendo peor, Conor recibe la visita de un monstruo, un majestuoso tejo al que ve desde la ventana de su casa, que de pronto cobra vida y se acerca para hablar con él, para contarle tres historia con las que le ayudará. También aparece su abuela en escena, una mujer que sufre por la situación de su hija y por la tristeza que ve en el rostro de su nieto.

Basada en la novela de Patrick Ness que es también el autor del guion, la historia se mueve entre la realidad y la fantasía en una dualidad que me pareció que estaba bien enlazada. Espectacular en su utilización de los efectos especiales y la animación, la historia se resiente, en mi opinión, de un exceso de sentimentalismo al igual que le ocurría a Lo imposible, muy en la línea de Spielberg en muchas de sus películas. En este sentido y aunque poco tienen que ver, me recordó a su última película Mi amigo el gigante. Y en ambas la misma sensación, el final es lo mas flojo.

Me gustó, de todas formas. Destacar al niño Lewis Mc Dougall. Parece claro que Bayona consigue buenas interpretaciones de los niños. También están Felicity Jones y Sigourney Weaver. En la versión original la voz del monstruo es de Liam Neeson. Como la vi doblada no puedo opinar.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

GENIUS--EL EDITOR DE LIBROS

Película angloamericana ,primera de Michael Grandage, afamado director de teatro inglés basada en el best-seller del escritor Scott Bess "Max Perkins editor of genius".
Maxwell E. Perkins fue editor de libros de la firma americana Charles Scribner's Sons y en cierto modo un pionero en la edición de libros de autor, un consejero que no solo se limitaba a publicar sino que establecía un vínculo tutorial y de amistad con sus autores, que era capaz de frenar la arrogancia de Hemingway o de alentar a Scott Fiztgerald  en las dudas creativas y depresiones de su peor época.
La historia se centra mas en la relación de Maxwell ( Colin Firth ) con el escritor sureño Thomas Wolfe (Jude Law ) , una relación que comienza con la llegada del manuscrito del libro que luego se llamaría "El ángel que nos mira" y que le deja fascinado , fascinación que aumenta en sus primeros contactos personales, Wolfe resulta ser una persona extrovertida, vitalista, de ademanes y gesticulación exagerada ; esa exuberancia e incontinencia la traslada a sus manuscritos que como en el caso de la novela "Del  tiempo del río "llegaban a tener 5000 páginas que la hacían ineditable.
Maxwell consigue que Wolfe acepte trabajar conjuntamente en la necesaria poda de sus novelas.
La película quiere reflejar esta relación que se convirtió en una  gran amistad, entre dos hombres tan diferentes, Maxwell padre de cinco hijas ve en el escritor el hijo que quiso tener además de admirar su talento, Wolfe ve en Maxwell a un amigo honrado que le disciplina como autor.
El escritor obtiene el reconocimiento de público y crítica y el personaje empático se transforma y convierte en un ser engreído y cruel que va destrozando sus relaciones con las personas que más le han ayudado , su amante , el propio editor, Scott Fiztgerald al que en un tiempo admiró y luego humilla.

 
   
A pesar de lo limitado del nudo argumental, pasa muy de puntillas por el contexto del momento en pleno crack financiero y apenas sabemos nada del pasado del escritor, pasado que influyó tanto en su obra de fuerte carga autobiógrafica ;la película se aleja del biopic tradicional centrándose mas en los años que duró su relación, me ha interesado porque como lector toca temas que me interesan, el mundo editorial,tan poco tratado en el cine,los limites de su intervención sobre la libertad del creador, Maxwell se pregunta en un momento determinado¿ Realmente estamos mejorando los libros ?. Reconozco no conocer a  este escritor la película ha despertado mi interés por leerle, en su momento fue muy valorado , William Faulkner lo reconoció como el número uno.
La película es un auténtico duelo interpretativo, se aprecia el origen teatral de su director, ambos actores están soberbios, Colin Firth perfecto en su sobriedad y Jude Law, en un papel mas agradecido, controlando muy bien el histrionismo del personaje, he encontrado a Nicole Kidman apergaminada en el papel de la señora Perkins, amante del escritor, correcta Laura Linney como esposa del editor.
Me quedo con la interpretación de Colin Firth, espero que sea nominado a los oscars, hay una escena final que define perfectamenta la personalidad del personaje y la tremenda calidad de este actor:
Recibe una carta del escritor remitida por el hospital donde murió, antes de abrirla cierra la puerta de su despacho, con recogimiento comienza a leer la carta, por primera vez le vemos despojarse de su sombrero, abandona su flemática expresión y llora por el amigo perdido.
Habrá que leer a Thomas Wolfe, ya he empezado una pequeña novela autobiográfica, como todas las suyas,"Una puerta que nunca encontré " , adjunto un fragmento que define bien la torrencialidad de su vida y de su estilo de escribir:                                      
 "A la larga, toda esta orgía de libros no me reportó ningún confort, ni paz, ni sabiduría para la mente ni el corazón. Al contrario, mi furia y deseperación aumentaron, alimentándose de si mismas; mi hambre aumentó sin tregua y su alimento sólo la hizo crecer y crecer.
Y lo mismo ocurrió con todo lo que hacía.
Pues esta furia que me llevó a leer tantos libros no tenía nada que ver con la educación, nada que ver con los honores acádemicos, nada que ver con el aprendizaja formal. Yo no era en absoluto un hombre de academia y no quería serlo .Sencillamente ,quería saberlo todo ,y me volví  loco cuando descubrí que no podría conseguirlo. En medio de un rapto furioso de lectura en la gigantesca biblioteca, la idea de las calles y de la ciudad me atravesó el cuerpo como una espada. Me pareció entonces que cada segundo que pasara entre aquellos libros sería un gran desperdicio, que en ese mismo momento algo que no tenía precio, algo irrecuperable estaba sucediendo en la calle, y que si lograba llegar a tiempo para verlo, de algún modo obtendría el conocimiento que buscaba: la fuente, el pozo, el manantial del que procedían todos los hombres y todas las palabras, todas las acciones y todos los planes de este mundo.
Y me echaba  a las calles a buscarlo".                                                                                                                                                           





               



                                                                                                                                      
                                














         
                                                                              

                                                                                                                  
                                                                                                                                 

Teatro: EL PÚBLICO


Este montaje de El público se estrenó el año pasado en el mismo escenario, el teatro de la abadía. Estuve dudando si ir a verlo y cuando finalemente me decidí ya no había entradas. Pensé incluso en hacerlo aprovechando un viaje a Barcelona en el Teatro nacional pero otra vez pasó lo mismo. Entradas agotadas. Por eso en esta ocasión, ante el anuncio de su reposición me aseguré poder asistir.

Y ¿por qué ese interés? Porque considero que cuando se es aficionado al teatro hay que abrirse a todo lo que se pone sobre un escenario. Aunque se trate de una obra supuestamente irrepresentable y difícilmente inteligible. Con esta obra, García Lorca aspiraba a iniciar un nuevo camino, y de eso precisamente habla: del valor para romper con el pasado, con las inercias, la tradición, la represión —tanto en plano artístico como en el afectivo— y emprender aquello que uno realmente desea. La obra, se dice en la sinopsis publicada como presentación, habla del teatro y habla del deseo, a través de un juego de máscaras, en el que se superponen ficción y realidad, en el que las identidades se encuentran en continua metamorfosis, persiguiendo sin cesar la Autenticidad, la Honestidad y la Libertad.


El responsable del montaje es Alex Rigola. Solo recuerdo haber visto un montaje suyo, Maridos y mujeres. Si no me equivoco es el actual responsable de los teatros del Canal. Y su montaje me pareció que estaba muy bien. Tanto el espacio escénico como la forma en que se desarrolla. Un clima de irrealidad domina toda la representación en la que intervienen 14 actores que se desdoblan en cerca de treinta personajes. Lo que pasa es que es difícil saber que nos está contando. Un texto sumergido en el surrealismo, lleno de símbolos e imágenes difíciles de entender. Como ocurre en parte del cine de Buñuel, lo que se nos ofrece es una serie de escenas a las que no es sencillo encontrarles un sentido, probablemente porque no son más que ideas que se desarrollan dentro de la cabeza del autor. 

La única idea clara es que lo que nos propone es un teatro nuevo, diferente del tradicional, con un debate que desarrolla en la imaginación del director de escena, una reflexión sobre el hecho teatral. La homosexualidad es otro tema de fondo de un texto surrealista, simbólico que nos acerca a la  realidad del autor y su inclinación homosexual constantemente reprimida en medio de una sociedad opresora como era la de la España de los años 30 del siglo pasado.

 Creo que el espectáculo visual está por encima del dialéctico. Una obra más para sentir que para entender.

Entre los intérpretes, notables en general, destaca como suele ser habitual Irene Escolar. Y le falta presencia y voz al director de escena (Juan Codina).

En la web del teatro se encuentra una interesante guía pedagógica que ayuda a entender la obra.




domingo, 11 de diciembre de 2016

Cine: PATERSON


Presentada en el pasado Festival de Cannes, donde algunos consideraron que merecía la Palma de oro. Está dirigida por Jim Jarmusch un veterano y prestigioso director y guionista, referente del cine independiente americano del que no recuerdo haber visto ninguna de sus películas aunque este es su decimosegundo largometraje.


Paterson es un conductor de autobús en la ciudad de Paterson, Nueva Jersey. Cada día, Paterson sigue la misma simple rutina: hace su ruta diaria, observando la ciudad a través de su parabrisas y oyendo fragmentos de conversaciones fugaces; escribe poemas en un cuaderno; saca a pasear al perro; va al mismo bar a tomarse siempre una cerveza; y se va a casa con su esposa, Laura.
Por el contrario, el mundo de Laura es cambiante. Cada día le surge un nuevo proyecto. Paterson ama a Laura y ella le ama a él. Él apoya sus nuevas ambiciones; ella ensalza su don para la poesía.
La película contempla silenciosamente los triunfos y derrotas de sus vidas diarias, recreándose en la poesía que surge en los más pequeños detalles.

Según su director, es una historia que transcurre en una semana y donde sus personajes principales no tienen ningún conflicto dramático real. La estructura es simple, siguiendo tan solo los siete días en las vidas de ambos, pretende
ser una celebración de la poesía de los detalles, las variaciones y las interacciones diarias, así como una especie de antídoto del cine oscuro, dramático u orientado a la acción. Es una película hecha para que uno se deje llevar en sus aguas, como las imágenes desde la ventana de un autobús público, moviéndose como una góndola mecánica a través de una ciudad pequeña y olvidada.

Aunque es muy hermosa la relación de Paterson con Laura, su rutina como pareja, su amor, las victorias y derrotas de ambos y la forma en que la poesía surge para él hasta en los más pequeños detalles del día a día que van dando forma a la película y aunque nos ofrece un pequeño fresco de la vida que se desarrolla a su alrededor, lo que pasa es que está tan falta de conflicto dramático que, si no consigue engancharte (lo que me ocurrió a mi) puede resultar un tanto sosa e incluso aburrida.

Tampoco la anodina figura del protagonista, Adam Driver, al que han premiado por esta interpretación, y que está de moda,  consiguió interesarme. Me gustó e interesó mucho más el personaje de Laura, interpretado por Golshifteh Farahani, una actriz iraní. 

Una película que necesita de una sensibilidad especial para apreciarla, una sensibilidad que yo, al menos cuando la vi, no tenía.


viernes, 9 de diciembre de 2016

Cine: ANIMALES NOCTURNOS

Tom Ford  es un diseñador de modas y director de cine estadounidense que fue director creativo de Gucci e Yves Saint Laurent. Hace diez años creó una productora cinematográfica, Fade to black y en 2009 se lanzó a la dirección con  Un hombre soltero, adaptación de la novela de Christopher Isherwood del mismo título, que no he visto. Tuvo bastante éxito y varias nominaciones y premios.

Ahora nos llega Animales nocturnos. Presentada en el Festival de Venecia, obtuvo el premio del jurado.



Narra la historia de Susan Morrow, una galerista con una vida de lujo, que tras abandonar a su primer marido, un aspirante a escritor, está casada con un médico con el que tiene una hija. Un matrimonio que no marcha muy bien. Un fin de semana, mientras su marido está en uno de sus demasiado frecuentes viajes de negocios, Susan recibe un paquete en el buzón. El paquete contiene la primera novela de su exmarido Edward Sheffield, del que lleva años sin tener noticias, quien en una nota le pide que por favor la lea, pues ella siempre fue su mejor crítica y que se ponga en contacto con él, ya que se quedará unos días en la ciudad. La novela consigue atraparla y ella se identifica tanto con los personajes que empieza a revivir su pasado y cuestionarse su futuro. 

La película se desarrolla en dos planos. La realidad de Susan y la ficción de la novela. Las dos narraciones se van alternando poniendo de manifiesto como Edward utiliza su novela para transmitir a Susan unas sensaciones e ideas que harán que, durante su lectura, se replantee no solo la manera en la que se comportó con Edward en el pasado,sino también como ha evolucionado su vida desde entonces. Una novela que es la historia de una venganza se transforma en una cierta venganza psicológica dirigida a la lectora. Un juego interesante, no del todo conseguido en mi opinión, con una serie de paralelismos no siempre necesarios y a veces demasiado obvios y una integración de las dos historias que no siempre funciona, especialmente porque la "novela" tiene un desarrollo muy forzado. 

Destacar el tratamiento dado al inicio de la ficción, con una violencia no física casi insoportable, que me recordó Fanny games de Michael Haneke.

Buenas interpretaciones de Amy Adams, Jake Gyllenhaal como los principales personajes y Michael Shannon en un personaje poco convencional.

Notable e interesante, pero daba más de sí.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Cine: 1898.LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS


El año 1898 representó el fin del Imperio español. Tras la guerra contra EEUU, la firma del Tratado de París supuso la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Mientras tanto, en Filipinas, las tropas españolas luchaban contra los insurrectos filipinos. En este contexto histórico se sitúa el asedio y resistencia de un grupo de soldados españoles en la pequeña aldea costera de Baler, en la isla filipina de Luzón, que es lo que relata esta película.


Ya en 1945 se había tratado este suceso en otra película, Los últimos de Filipinas, dirigida por Antonio Román. Si la he visto, que creo que sí en la tele, no tengo ningún recuerdo de ella.






Bajo el mando del capitán Enrique de las Morenas (Eduard Fernández) y el teniente Martín Cerezo (Luis Tosar), medio centenar de combatientes sufren un asedio y se ven obligados a refugiarse en la iglesia del pueblo. Uno de ellos, un joven extremeño (Alvaro Cervantes), aspirante a pintor, nos narra la historia.

Durante casi un año, este puñado de militares se mantuvieron sitiados y sin rendirse, con el convencimiento de que la guerra de Filipinas aún no había acabado. Pese a los numerosos avisos por parte del gobierno español y de los propios habitantes de la isla, los soldados permanecieron inamovibles, ante la incredulidad sobre la cesión del imperio a Estados Unidos. 

Con una producción muy cuidada, una notable fotografía y un puñado de buenos actores, la película nos narra desde una óptica muy poco heroica y más bien desencantada el asedio que sufrió un destacamento del ejercito español en Filipinas. Un guion bien presentado y no tan bien desarrollado, con unos personajes diseñados para representar distintas actitudes ante los sucesos que narra y, en general, sobre la postura patriótica y el desencanto del fin de un imperio. El militar íntegro pero obcecado en el cumplimiento del deber, el oficial pragmático, el suboficial resentido, el médico que se debate en la duda, el cura con una vela a Dios y otra al diablo, la tropa inexperta, temerosa... todos ellos tienen un lugar demasiado predeterminado en el retrato de ese conjunto de hombres más superados por las circunstancias que por el enemigo.
Personajes servidos por Luis Tosar, Eduard Fernández, Javier Gutiérrez, Carlos Hipólito y Karra Elejalde con su eficacia habitual y un puñado de jóvenes intérpretes encabezado por Álvaro Cervantes, el Carlos V de TV, que no desentonan junto a los veteranos.


Esta producción, en la que se nota que ha contado con un buen presupuesto, está dirigida por un ya veterano realizador curtido en series de TV, Salvador Calvo, del que actualmente están en emisión Lo que escondían sus ojos y El padre de Cain.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Cine: LA LLEGADA


Dirigida por Denis Villeneuve, La llegada es, en mi opinión, una de las mejores y más interesantes películas que he visto este año. Está basada en un relato del escritor estadounidense de ciencia ficción Ted Chiang,  Historia de tu vida, que forma parte de una colección de relatos publicados con ese título. A partir de ese relato, el guionista Eric Heisserer y el director, han desarrollado una historia que reúne a una mujer desolada por la muerte de su hija con  la llegada de una serie de naves extraterrestres que estaban en el relato original para construir una hermosa, poética y esperanzadora película.

Sobre Denis Villeneuve he hablado en varias ocasiones en este blog en mis comentarios sobre Prisioneros, Enemy y Sicario, películas todas ellas, junto con Incendies, tan interesantes como algo faltas de redondear el resultado. Creo que en esta ocasión lo ha conseguido.



Cuando doce naves extraterrestres llegan a diferentes lugares de la Tierra, los gobiernos implicados tratan de averiguar cual es su objetivo para lo que en los diferentes paises se forman grupos de trabajo que, inicialmente, colaboran entre sí. En los USA, el ejército  contrata a una experta lingüista (Amy Adams) y a un físico (Jeremy Renner) para formar parte del equipo. Conforme la mujer aprende a comunicarse con los extraterrestres, se nos irán descubriendo algunas claves y generando otras nuevas, en un interesante juego de tiempo y lenguaje. 

La historia especula con la llegada a la Tierra de unas misteriosas naves espaciales y el contacto que se establece con dos de sus tripulantes por parte del equipo de la protagonista. En ese diálogo se juega con el lenguaje y la percepción del tiempo de forma que es posible conocer el futuro. Aunque sería más exacto decir que no se contempla el tiempo como algo lineal sino que pasado, presente y futuro se confunden en el mundo alienígena. Esto que así dicho es confuso, queda mucho más claro en la película y, sobre todo en el relato y da lugar a la aceptación por parte de la protagonista de un futuro poco complaciente.  Todo esto está aderezado con una intriga, no existente en el relato original, en la que se crea una situación de tensión y drama dentro de ese proceso de comunicación, por la distinta actitud de los gobiernos implicados que lleva a una ruptura de la comunicación entre ellos y al peligro de una guerra. 

Ese juego de lenguaje, percepción del tiempo y aceptación del futuro está muy bien narrado, con una inteligente utilización de los medios, y aunque la historia deja muchas incógnitas sin resolver, creo que encierra una serie de planteamientos que quedan flotando en la mente mucho tiempo después. Es cierto que se puede achacar a la película un cierto simplismo en sus soluciones, pero la verdad es que me gustó mucho.

A raíz de ver la película, he leído el breve relato en que se basa y me ha servido para constatar, una vez más, la gran diferencia entre los lenguajes literario y cinematográfico y lo bien que se complementan en esta ocasión, en una especie de cóctel entre 2001 (Kubrick), Contact (Robert Zemeckis),  Encuentros en la tercera fase (Spielberg) y El árbol de la vida (Terrence Malick). Espléndido cóctel.

Una gran película, con una Amy Adams sobresaliente, que, estoy seguro, un segundo visionado tiene que enriquecer notablemente. Algo que, por cierto, es frecuente en las películas de Denis Villeneuve.



martes, 22 de noviembre de 2016

Teatro: INVENCIBLE

Invencible es una comedia que se mueve entre el enredo y la sátira social. El autor es el británico Torben Betts, con una larga carrera como dramaturgo. Casi 20 obras estrenadas desde 1999 de las que no me consta que se haya estrenado ninguna en Madrid. La versión española de la obra es de Jordi Galcerán.
El autor vendió en 2003 su apartamento londinense y se trasladó con su familia a una casa en una localidad en el límite entre Inglaterra y Escocia, aprovechando unos precios más asequibles que los de Londres. El urbanita de clase media se topó con otro estilo de vida; en su calle, ha relatado, vivía mucha gente trabajadora y esa confrontación entre estratos social y culturamente distintos fue el caldo de cultivo de esta obra.




En este trailer está Natalia Verbeke que ha sido sustituida por Pilar Castro.


Una pareja con un estatus social y cultural de clase media alta (él un funcionario y ella una izquierdista de manual) se ve obligada, por la crisis económica, a trasladarse a un barrio más humilde de la periferia. Deciden entonces relacionarse con unos vecinos (un cartero y una recepcionista de clínica) para adaptarse a su nuevo entorno. Lo que en un principio parece una declaración de buenas intenciones acaba convirtiéndose en una pesadilla para las dos partes, 
mostrando la crudeza de las relaciones entre personas de diferente estatus social y cultural, así como el daño que se pueden hacer entre ellas.

Con un principio que me recordó a Los vecinos de arriba y un desarrollo que, en algunos momentos se acerca a Un dios salvaje, Invencible nos muestra el enfrentamiento entre dos parejas con una concepción totalmente distinta de la vida. Emilia (Maribel Verdú) es una izquierdista de manual, tópica, llena de lugares comunes, mientras Julio, su marido (Jorge Bosch) le sigue la corriente sin el menor convencimiento. Estoy seguro de que existen parejas así, pero no consigo creerme su relación. Laura (Pilar Castro) y Pablo (Jorge Calvo) componen la otra pareja. Son personas bastante vulgares no solo desde el punto de vista de los anfitriones. Ella, ceñida y provocativa  y él, un hincha futbolístico de barriga cervecera e imitador de Chiquito de la Calzada. ¿Por qué invitan a esta pareja, con la que no tienen nada en común? Porque en caso contrario, no habría obra. 

El autor opone la condescendencia pedante de los primeros a la simplicidad hortera de sus invitados, dueños de un gato, el invencible del título, que juega un papel clave en el desarrollo de la obra. Esa oposición acabará mostrando las verdaderas personalidades de todos.

Todo esto está en la obra, pero tengo que decir que no me llegó. Los personajes son o tópicos (Emilia y Pablo) o falsos (Julio). Y el desarrollo de la acción con demasiados guiños en busca de la risa fácil. Está muy bien construida la escena del equívoco en la confesión de Julio, pero sin embargo el desenlace me pareció mal construido y desarrollado.

La dirección es de Daniel Veronese del cual he hablado en otras ocasiones. Tanto él como los intérpretes tienen que lidiar con un texto inferior a sus posibilidades.  Y se han decantado en exceso por una línea de comedia  que no me convence.



Literatura: ANTONIO MACHADO




Para el próximo martes Miguel Ángel nos pide que leamos Juan de Mairena, para dar paso a la biografía de Machado y la posterior lectura de Campos de Castilla

miércoles, 16 de noviembre de 2016

CINE- EL CIUDADANO ILUSTRE-

Coprodución hispano-argentina dirigida por los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat de los que he visto ,con anterioridad, la película "El hombre de al lado", con la que guarda ciertas similitudes, en ambas se hacen evidente los choques culturales y las barreras sociales entre individuos o entre individuos y estamentos, que pueden llegar a generar situaciones de auténtica violencia, y como se puede pasar de héroe a villano de la noche a la mañana. Esta película , con mayor brevedad, podría haber sido uno más de los "Relatos salvajes" del film argentino de Damián Szifron.
Argentina no ha tenido ningún Premio Nobel de literatura, siempre se habló del merecimiento de Borges, pero no lo consiguió, los últimos años se promociona la candidatura de César Aira, pero no acaba de llegar.
En la ficción de esta película tenemos un Nobel argentino, Daniel Mantovani ( Oscar Martínez), escritor algo engreído,  vanidoso y contradictorio residente en Barcelona, que atraviesa un momento de sequía creativa desde que recibió el galardón.
En estos momentos de abulia personal recibe una invitación de su pueblo natal, al que no ha vuelto en cuarenta años, para nombrarle ciudadano ilustre y conmemorarlo con una serie de actos culturales ; en principio acoge la proposición con cierto desdén pero acaba aceptando, no se sabe muy bien porqué, si por vanidad o si para intentar recuperar la inspiración, ya que toda su obra tiene por escenario ese pequeño pueblo llamado Salas. << Mis personajes no pudieron salir y yo no puedo volver >>
Lo que en principio iba a ser unas jornadas festivas y de convivencia se convierte en una situación cada vez mas incómoda, el cosmopolitismo del autor no encaja con el provincianismo del pueblo, sus habitantes son seres mezquinos, las autoridades inoperantes plegadas a los caciques, los acercamientos son interesados, su concepto de la cultura es dirigista en definitiva y según las propias palabras de Daniel " una sociedad hipócrita, estúpida, orgullosa de su ignorancia y brutalidad".
La película está estructurada como si de un libro se tratara, en realidad no deja de ser la historia que genera un libro, cuenta con un prólogo que recoge el discurso en la entrega del Nobel ,donde afirma con ciertas dosis de cinismo,que el recibirlo le convierte en un escritor cómodo cuando lo que debe conseguir es remover conciencias. Siguen cinco capítulos  La invitación, Salas, Irene, El volcán y La cacería acabando con un epílogo, un final abierto ¿ que es ficción ,que es realidad?
Me parece una película muy recomendable sobre todo para los que disfrutamos del cine y de la literatura, tiene momentos excelentes como el discurso inicial, la secuencia donde narra un cuento suyo al chofer, cuento con un tema muy borgiano (el otro) que recuerda al propio cuento de Borges llamado "La intrusa" que recomiendo que leáis, el momento con el recepcionista del hotel, escritor aficionado y única persona decente del pueblo y el final tan abierto a interpretaciones diversas .
La película está presentada a la preselección de los Oscar, ha pasado por Venecia  y por la Seminci de Valladolid y Oscar Martínez ,actor que también intervenía en Relatos Salvajes, realiza una magnífica interpretación que mereció la copa Volpi en el festival de Venecia.
Comedia ácida y crítica con pocas concesiones , la fotografía es gris y opaca con muchos planos casi documentales de un pueblo sin atractivos que justifica la huida del escritor.
Por último hay un momento en la película en que un libro del escritor sirve para encender un fuego y otro en el que el chófer se limpia el trasero con una hoja del mismo libro, dos poderosas razones más para preferir el libro de papel al e-book.

Cine: LAS FURIAS


Se esperaba con cierta expectación el debut cinematográfico de Miguel del Arco, director y autor-adaptador teatral al que me he referido en varias ocasiones. Las furias es un guión propio, producido entre otros por Kamikaze producciones, la compañía responsable de las producciones teatrales que ha dirigido y que se ha hecho cargo del Teatro Pavón.

Segun la mitología griega las erinias (furias es su apelativo romano) son la personificación de la venganza y del antiguo concepto del castigo. Su misión era castigar los crímenes humanos. Nacieron del esperma y la sangre que cayeron sobre Gea cuando Crono castró a Urano. 
Eran tres: Alecto, Tisífone y Megara. Moraban en las tinieblas infernales y se las representaba como demonios femeninos alados, el pelo lleno de serpientes y con un puñal en una mano y una antorcha o un látigo en la otra. Comparadas a menudo con perras, persiguen sin descanso a sus víctimas hasta volverlas locas. Cuidan de que se prolongue el orden religioso y cívico, castigando con especial atención el asesinato y los crímenes contra la familia. El culpable, exiliado, errará perseguido por ellas hasta que purifique su crimen.

 Se las llamaba a veces Euménides, para halagarlas y no provocar su cólera. Los romanos las identificarían más tarde con las Furias. Están presentes en numerosas tragedias griegas; incluso es el título de la última de las obras que componen La Orestiada, de Esquilo. 





La película nos muestra la relación entre los miembros de la familia Ponte Alegre (un nombre bastante irónico), que resulta bastante conflictiva. El padre, actor enfermo, tan sólo es capaz de recordar los monólogos de las tragedias de Shakespeare. Marga, la madre, separada, tiene una amante mucho mas joven. La hija, Casandra, con el marido en paro, convive con el padre y una hija con problemas psicológicos. De los dos hijos, Héctor tiene pareja y el otro, Aquiles, aparentemente, está escribiendo la historia de la familia, retirado en un caserón familiar en la costa. Tras un breve prólogo, en el que un veterano actor le cuenta a su nieta el significado de la figura mitológica de las Furias: “Cuando alguien hace algo contra la familia, se introducen en su mente como un veneno. Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que uno hace con los suyos. Nunca sale gratis”, el conflicto se abre cuando la madre anuncia a sus hijos que está decidida a vender el caserón  donde veraneaban y que ha servido de paraíso familiar durante generaciones. Antes de vender, les anima a que se reúnan en la casa un fin de semana y elijan cuanto antes  los muebles y objetos que quieran conservar. El hermano mayor,  decide aprovechar la reunión para celebrar en familia la boda con su novia, con quien lleva conviviendo bastantes años. 

A partir del mito de las Furias, Del Arco construye el conflicto familiar. La historia me dio la sensación de un coctel en el que estaba el mito griego, Agosto, la obra de Tracy Letts, Felices 140 y El desencanto. Un conjunto que, aunque consigue interesar, no termina de llegar a buen puerto por exceso. Un exceso que en su parte final queda, en mi opinión, tan descontrolado que puede hacer olvidar muchos momentos interesantes anteriores. 

La gran baza de la película son sus intérpretes. Empezando por dos veteranos como José Sacristán y Mercedes Sampietro, que están tan bien como acostumbran. Destacan también, especialmente, Carmen Machi y Gonzalo de Castro (esta vez sí me gustó). Alberto San Juan dota a su personaje de humor e ironía. Completan el reparto Pere Arquillué, Emma Suárez, Bárbara Lennie, Macarena Sanz y, en un papel casi episódico, Elizabet Gelabert. Muchos de ellos participantes habituales en los montajes teatrales del director. 

Debut no del todo satisfactorio de un director que se ha mostrado mucho más atractivo en sus adaptaciones y puestas en escena de textos ya existentes (Veraneantes, La función por hacer, Misántropo, Hamlet, Antígona...) que cuando ha creado textos propios. Recuerdo negativo de una obra suya, Deseo, presentada en 2013. 

viernes, 11 de noviembre de 2016

Cine: YO, DANIEL BLAKE

Ganadora de la Palma de oro en el último Festival de Cannes, Yo, Daniel Blake está dirigida por Ken Loach, popular director inglés de cine comprometido política y socialmente. También obtuvo el Premio del público en San Sebastián. Dentro de su cine destacaría especialmente Agenda oculta (1990)) y El viento que agita la cebada (2006). En el blog está comentada su película anterior, Jimmy's Hall.


Daniel Blake  es un carpintero de casi 60 años que tras sufrir un infarto se ve obligado a acudir a los servicios sociales para solicitar el subsidio por incapacidad transitoria. Comenzará entonces toda una odisea, ya que  se verá atrapado en un laberinto burocrático. Y es que, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, se le deniega el subsidio y se ve obligado a solicitar el paro lo que le obliga a buscar un empleo o de lo contrario recibirá una sanción.


En su camino se cruzará con una madre soltera de dos niños, con unas complicadas circunstancias personales, que ha tenido que aceptar desplazarse a 450 km de su ciudad para conseguir un alojamiento facilitado por el Estado. Ambos intentarán ayudarse mutuamente para intentar superar la situación, enfrentándose a las exigencias burocráticas de una Administración sin humanidad.  

Una historia que denuncia un sistema que no respeta la dignidad de las personas mediante dos casos un poco extremos. Realmente consigue indignarte el caso de Daniel Blake, mientras que el de Katie parece más forzado y peor desarrollado y suena a algo ya contado. Recuerda a Techo y comida, la película española que el año pasado le proporcionó el Goya a mejor actriz a Natalia de Molina.

Es cierto que la denuncia es efectiva y que consigue llegarte, pero todo es demasiado evidente, previsible, didáctico. Un cine comprometido al que, en mi opinión, le sobra didactismo y sentimentalismo y le falta originalidad. Con algunos giros forzados y un tanto innecesarios. Pero que debería ser de obligada visión para todos aquellos que tienen en su mano el destino de los desfavorecidos.

Destaca el trabajo protagonista de Dave Johns, un personaje y un actor lleno de humanidad. También me gustó Hayley Squires como Katie. Y la película, a pesar de sus defectos, es absolutamente eficaz. Consigue arrastrarnos emocionalmente contra esos burócratas a los que deseas lo peor. 



jueves, 10 de noviembre de 2016

Cine:HISTORIA DE UNA PASION





Hace unos meses comentaba Ángel con entusiasmo una película dirigida por Terence Davis, Sunset song. Era en mi opinión, una muy notable película que nos contaba la historia de una mujer fuerte,  asaltada por todo tipo de desgracias, desde los excesos etílicos y violentos del padre hasta la pérdida del marido en la primera guerra mundial. Una historia de ausencia y desamparo. Un ejemplo de clasicismo que la llevaba a ser demasiado contenida y fría.

En Historia de una pasión (una pasión callada o tranquila en su titulo original) nos presenta a otra mujer un tanto especial, la poetisa norteamericana Emily Dickinson (1830-1886). Una mujer excéntrica que pasó gran parte de su vida recluida voluntariamente en su casa, e incluso en los últimos años, en su habitación. Su desprecio por las reglas gramaticales y estructura de la oración se adelantó notablemente a su tiempo. Lineas cortas, rimas consonantes imperfectas, puntuación poco convencional. Muchos verbos o palabras conectoras se omitían.  Nunca he leído nada suyo y dudo que puedan apreciarse sus poemas traducidos.

 Aunque escribió cerca de 1800 poemas, en vida solo se publicaron una decena, que además fueron alterados por los editores para adaptarlos a las reglas y convenciones poéticas. La publicación de su obra se debe a su hermana Vinnie. En sus versos se puede percibir el resentimiento contra una cultura que no dejaba ningún espacio a mujeres independientes como ella y el sufrimiento desde el que se enfrentaba a una obra que fue construyendo poco a poco y sin ningún reconocimiento.





La película nos introduce en el universo de la poetisa desde su  encierro en la casa familiar de Amherst (Massachusetts), donde Dickinson vivió voluntariamente recluida. Su única comunicación con el mundo exterior se dio a través de su familia, con la que siempre convivió y a la que amaba con devoción, incluido su padre, con quien Emily vivía en permanente desafío. La historia desde su infancia hasta convertirse en la famosa escritora que conocemos.

Al igual que ocurría en la anteriormente mencionada Sunset song, Terence Davis nos ofrece una narración clásica, sosegada, pero a la vez carente de emoción, demasiado contenida y fría. Al menos a mi no consigue transmitirme  la personalidad de la Dickinson. Y el caso es que la película me gustó, pero curiosamente, también me aburrió. Formalmente no se le puede poner ningún reparo. Y consigue transmitirnos un retrato de la sociedad que la rodeó. Pero, a pesar del buen trabajo de Cynthia Nixon como protagonista, la película me deja frío. La historia avanza mediante la lectura en off de algunos de sus poemas, de una musicalidad enorme (por supuesto hay que oírla en inglés para poder apreciar esto), aunque difíciles de asimilar con la lectura de los subtítulos. Tengo la sensación de que una segunda visión me permitiría apreciar las virtudes narrativas por las que ha sido casi unánimemente elogiada.  Pero no creo que me anime. Al menos hasta que la pueda ver en TV.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Cine: LA BAILARINA


Loïe Fuller (1862 – 1928) fue bailarina, coreógrafa, iluminadora, inventora de efectos visuales, comisaria de arte, cineasta y empresaria y desde muy joven se convirtió en una leyenda viviente. Trabajó entre Estados Unidos y Europa. Ejerció una gran influencia sobre los artistas e intelectuales de su tiempo. 
Su capacidad de trascendencia se forjó desde los primeros momentos de su carrera. Aportó novedades técnicas y aplicó saberes científicos a la escena, registró patentes y produjo y administró espectáculos que viajaron por todo el mundo. Reconoció la energía dinámica que alberga el espacio escénico. Rompió cualquier discurso lineal que se produjera en el escenario. Mezcló el cuerpo en movimiento, la envoltura que producía la luz sobre él, el espacio en el que se desarrollaba, el color y el poder de la emoción con la expresión en estado puro, creando una nueva fórmula que trascendió las ideas de su tiempo y que llega a nosotros con gran fuerza. Así se presentaba la exposición que La casa encendida le dedicó hace dos años.


Esta filmación se puede encontrar en You tube y parece que podría ser de 1896, aunque me extraña la presencia de color.

En 1900 coincidió con otra bailarina, Isadora Duncan en la Exposición universal de París. Isadora era 15 años más joven y está considerada por muchos como la creadora de la danza moderna. Se puede decir que Isadora eclipsó a Loie Fuller en el panorama de la danza, aunque fue Fuller quien había abierto el camino. Sin embargo es apenas recordada.

Stephanie di Giusto, la realizadora, debuta con esta película si bien ha sido diseñadora artística, fotógrafa, guionista...  Fascinada por la historia de Fuller, su lado revolucionario del espectáculo, de las artes escénicas, considera que su descubrimiento le ha dado valor para lanzarse a la dirección. 




La película nos acerca a la vida de Loïe Fuller. Nacida en el gran oeste americano, nada hacía sospechar que esta chica de campo llegaría a convertirse en estrella de los cabarets de la Belle Époque y mucho menos que llegaría a bailar en la Opera de París. Oculta bajo metros de seda, alargando sus brazos con bastones, Loïe reinventa su cuerpo en el escenario deleitando al público cada noche. Pese a que el esfuerzo físico le castiga la espalda, incluso cuando los focos luminosos le queman los ojos, no cesará en su empeño de seguir mejorando. Loïe fue una mujer adelantada a su tiempo con una gran carrera por delante, pero vio todo su esfuerzo amenazado cuando apareció en su vida Isadora Duncan, una joven ambiciosa que precipitaría su declive

Me gustó esa aproximación al mundo modernista de finales del XIX y principios del XX, un tiempo en que las diferentes artes se renuevan y, claro, la danza también lo hace. Y también el desarrollo de la vocación artística del personaje. Y la confrontación entre el trabajo duro y el estudio de Loie y la facilidad de Isadora. No obstante la visión de sus relaciones personales no me gustó. Hay una ambigüedad una indefinición en ella, en Louis, el aristócrata que la apoya, en Gabrielle, su mujer de confianza y en Isadora que no parecen suficientemente explicadas ni acordes con su sensibilidad artística. Con algunos momentos visualmente extraordinarios, en cambio hay otros que me parecieron fuera de lugar como el montaje paralelo de la muerte de Louis y el inicio de su decadencia. Creo que el tema daba para más con otro tratamiento más acertado.

La protagonista, Soko (Stéphanie Sokolinski) hace un tremendo esfuerzo físico para el que se entrenó durante dos meses a razón de ocho horas diarias y se puso en condiciones de sufrimiento extremo que se asemejan mucho a lo que debía sentir Fuller. En ningún momento la doblan.  Las otras dos actrices principales son Lily Rose Depp, hija de Johnny Depp, como Isadora, que sí está doblada en las escenas de danza y Melanie Thierry a quien pudimos ver en Un dia perfecto, de Fernando León.

Interesante aproximación a a una renovadora de la danza desconocida por la mayoría.

Cine: SULLY



Nueva película dirigida por Clint Eastwood quien, con 86 años se mantiene en activo. En los últimos 20 años ha dirigido 17 películas, casi a razón de una por año. Y con un Oscar como mejor director y mejor película en 2004 por Million dollar Baby, además de los ganados en 1992 por Sin perdón. En el blog podeis encontrar mis comentarios acerca de las dos últimas, Jersey boys y El frncotirador, ninguna de las cuales puedo decir que me entusiasmara. Películas correctas, sin más.

El 15 de enero de 2009 Nueva York, y más concretamente, las aguas del rio Hudson fueron testigos de un accidente de aviación que podía haber acabado en tragedia. Con 155 personas a bordo, un avión tuvo que efectuar un "aterrizaje" de emergencia en las aguas del río, después de que una bandada de gansos, al chocar contra los motores, los dejara inutilizados. Tan solo la habilidad, experiencia y profesionalidad de su piloto, Chesley Burnett "Sully" Sullenberger evitó la tragedia. Fue considerado un héroe nacional, pero al mismo tiempo, su actuación fue puesta en entredicho por la NTSB (National transportation safety board) encargada de garantizar la seguridad en el transporte.

La película, que por supuesto, recrea de forma espectacular el accidente, se centra en la investigacion de la NTSB y en la angustia en que se sumergió el piloto que llegó a preguntarse si había hecho lo más adecuado o si debía haberse dirigido a alguno de los aeropuertos cercanos tal como le indicaban los controladores. La NTSB realizó una serie de simulaciones e inicialmente llegó a la conclusión de que el avión podía haber llegado a cualquiera de los dos aeropuertos mas cercanos. La habilidad de Sully como piloto se muestra también en su manejo de la vista. Creo que no descubro nada si digo que finalmente consiguió que su acción fuera reconocida como lo que había sido, una demostración de profesionalidad y buen hacer.

La tesis es clara. Una reflexión sobre como funciona el sistema y quien juzga las decisiones. Hay un factor humano que una maquina, por perfecta que sea, no podrá calibrar jamás. Y es duro que, basándose en esos datos, unas personas decidan qué se debería haber hecho en una situación para la que no se ha sido entrenado.

Todo está correctamente contado. Quizá falto de emoción o de conflicto, lastrado por un guión un tanto plano. Y con la duda de si el relato de la investigación se corresponde con la realidad. La experiencia me dice que es muy probable que se hayan modificado los plazos para incrementar el "dramatismo" de la situación. Y está Tom Hanks, quien tantas veces ha representado al hombre normal, profesional, que enfrentado a situaciones complicadas es capaz de salir airoso. Es el James Stewart del siglo XXI y finales del XX. Siempre te crees sus personajes. Destaca también Aaron Eckhart como el copiloto. También aparece Anna Gunn, la esposa de Walter White en Breaking Bad.

Al parecer la película fue rodada con cámaras especiales que aumentan la definición de la imagen lo que debe dar lugar a una mayor espectacularidad. Por lo que yo sé, esta mayor espectacularidad se reduce, si no se pierde, en una proyección normal como la que se efectúa en nuestras salas. 


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Teatro: REIKIAVIK


El pasado mes de agosto se estrenó y comenté El caso Fischer, una película sobre el enfrentamiento por el Campeonato del mundo de ajedrez entre el estadounidense Robert (Bobby) Fischer y el ruso Boris Spassky. Casi un año antes, en septiembre de 2015, el CDN estrenaba la obra Reikiavik, de Juan Mayorga, que nos ofrecía otra visión de esa final. Ahora el CDN ha recuperado la obra, que obtuvo un gran éxito en su estreno, durante unas semanas, y he aprovechado para verla.

En otra ocasión he comentado obras de este autor (marzo de 2014). Creo que, aparte de El chico de la última fila, (que vi en su versión cinematográfica) nunca ha llegado a convencerme su teatro. Y Reikiavik es la que más me ha gustado de lo que he visto suyo. 


Apoyado en tres buenos intérpretes, Daniel Albadalejo, César Sarachu y Elena Rayos, Mayorga nos habla de esa final de ajedrez como un juego entre dos personajes principales, dos perdedores (se hacen llamar Waterloo y Bailén) que adoptan los papeles de los dos jugadores. Porque no juegan al ajedrez, juegan a interpretar a los dos jugadores para el disfrute de un tercero, al que cuentan la historia, y de nosotros. Nos atrapan en un texto más complejo de lo que parece servido con un ritmo extraordinario. Un juego muy bien servido por los actores.

A Daniel Albadalejo y César Sarachu los conocí en un programa de TV, Cámara café. Posteriormente encontré a Daniel sobre el escenario en el CNTC y un Otelo en verano de 2014. Me parece un buen actor. A César solo le recuerdo como Bernardo en Cámara café. Era de lo mejor de la serie. Los dos hacen una exhibición de dominio de la escena y de expresión corporal. Un simple cambio de sombrero o una bufanda, un gesto, un cambio de tono en la voz, los transforma en uno u otro personaje en un juego que  en algunos momentos me recordaba Esperando a Godot. Junto a ellos como espectador de excepción que poco a poco se va integrando en el juego, Elena Rayos una joven veterana que complementa perfectamente a la pareja protagonista.

Aunque el tema de la obra no me parece especialmente atractivo, creo que vale la pena por su texto y sobre todo por la puesta en escena, obra del propio autor y en la que destaco la iluminación de Juan Gómez-Cornejo.

lunes, 31 de octubre de 2016

CINE- CUANDO TIENES 17 AÑOS-

           

    ¡ Diecisiete años ! ¡Noche de Junio ! Te emborrachas|                  
      La savia es un champán que sube a tu cabeza....
      Divagas; y presientes en los labios un beso
       que palpita en la boca ,como un animalito                           
                       
                          


                            Fragmento de " Roman" de Arthur Rimbaud.



André Techiné ha titulado su última película "Cuando tienes 17 años", recordando el poema de Rimbaud "Roman", que es la edad de sus dos protagonistas y que me recuerda la última película estrenada de Francois Ozon " Joven y bonita " que empezaba con el declamado de este poema por unos alumnos de liceo, en ambas sus autores se sirven del poema para recordar que cuando se tienen 17 años nada es serio, es la edad del descubrimiento de otra vida, el descubrimiento del sexo y a veces del amor , la rebeldía y a veces de la muerte.
Damien y Thomas son dos adolescentes que comparten clase en el liceo de su localidad, un pueblo del Pirineo, sus vidas son muy diferentes, Damien es único hijo de un militar y de una doctora con situación desahogada madre e hijo hablan por las noches con el padre que se encuentra en una misión peligrosa en África, Thomas es hijo adoptado de un matrimonio de ganaderos, viven retirados del pueblo y todos los días debe recorrer a pie dos kilómetros para cojer el autobús que le lleva a la escuela.
Los jóvenes no empatizan, Damien como dicen los jóvenes va de sobrado en los estudios y Thomas se siente humillado, esta rivalidad genera en ambos reacciones violentas.
La situación se complica al necesitar hospitalización la madre de Thomas y decidir la madre de Damien que éste se traslade a vivir con ellos , para estar más cerca del liceo y mejorar su rendimiento, todo ello genera nuevos conflictos que lo que esconden ,en el fondo, es que entre ellos existe una fuerte atracción física que se resisten a reconocer pero que acaba estallando.
He visto algunas películas de André Techiné la mayoria correctas pero olvidables, cineasta de la generación posterior a la nouvelle vague y también vinculado a la revista cahiers de cinemá, en su filmografía se muestra preocupado por las relaciones familiares y la homosexualidad, tema que trata en muchas de ellas y sobre todo en ,la para mí su mejor película, "Los juncos salvajes" con la que esta guarda mucha relación, en las dos se trata  este tema y en las dos existe un contexto bélico, Argelia en la primera y una guerra menos definida en la segunda, con muerte incluida que también crea un efecto de revulsivo en los personajes.
Me ha gustado la película  aunque muchos temas ,como los sentimientos de ser adoptado o la relación de la madre con Thomas, solo estan esbozados sin profundizar, también habría sido interesante saber la reacción de los padres adoptivos, pero mientras Damien lo afronta con su madre Thomas lo oculta.
Buenas interpretaciones del trío protagonista, sobre todo del joven que interpreta a Damien Kacey Mottet Klein.
Añado un video con el poema de Rimbaud al que Leo Ferré puso música.

                      

Cine: QUE DIOS NOS PERDONE


Dirigida por Rodrigo Sorogoyen, un realizador que llamó la atención con 8 citas  (2008, codirigida con Peris Romano) y sobre todo con Stockholm (2013), una película modesta, que obtuvo varios premios y nominaciones (Festival de Málaga, Premios Feroz y Goya). También ha trabajado en varias series de TV. Con Que Dios nos perdone ha ascendido de categoría ya que se trata de una película donde se nota que ha contado con un buen presupuesto y ha sabido aprovecharlo.



Que Dios nos perdone se desarrolla en Madrid, en agosto de 2011. Las calles de la capital están invadidas por el millón de peregrinos que han acudido a ver al Papa Benedicto XVI. En este escenario, alguien está asesinando a mujeres mayores que viven solas

Los encargados de investigar el caso son dos policias un tanto especiales: Velarde (Antonio de la Torre) y Alfaro (Roberto Álamo). Dos policias, especialmente el segundo, con los que no te gustaría encontrarte.  Los dos deberán atrapar a este asesino en serie, y hacerlo de manera discreta, mientras resuelven sus problemas personales, tanto profesionales como familiares.

Una muy notable película de acción, bien contada. Es cierto que no profundiza en los problemas personales que han llevado a los personajes a su situación actual pero una vez iniciada la trama todo se desarrolla de acuerdo a como nos ha sido presentado. Durante los primeros tres cuartos de la película seguimos la investigación de la policía para, en el último cuarto, introducirnos en el mundo del asesino en un giro bastante atractivo. Y un cuerpo de policía que no sale muy bien parado.

No hay originalidad en la trama ni en el desarrollo. Hemos visto historias y ambientes similares en muchas otras ocasiones, pero sí hay una narración ágil, muy correcta y, sobre todo, dos protagonistas de excepción. Antonio de la Torre nos ofrece nuevamente un personaje atormentado en la línea que recuerda a su Canibal (2013, Manuel Martín Cuenca). Roberto Álamo vuelve a mostrar su gran categoría como actor en un personaje hiperviolento y desagradable que recuerda a su papel en Lluvia constante (teatro). Los dos están espléndidos pero corren el peligro de encasillarse en este tipo de personajes. Y mención para Javier Pereira. 

Una muy buena película de acción. Una más en ese cine español que parece que hubiera encontrado en este tipo de historias un género propio. Recordemos, sin ánimo de exhaustividad, títulos como Grupo 7, El desconocido, El niño, Celda 211, La caja 507, No habrá paz para los malvados, El hombre de las mil caras y Tarde para la ira o La isla mínima

Por cierto que el título viene dado por un fado de Amalia Rodrigues. El personaje de Antonio de la Torre tiene una colección de fados impresionante