miércoles, 19 de abril de 2017

Teatro: BLACKBIRD


Escrita en 2005 por el autor escocés David Harrower y presentada en el festival de Edimburgo, Blackbird ha conseguido diferentes premios desde entonces y ha contado el año pasado en Broadway con intérpretes tan conocidos como Michelle Williams (Manchester frente al mar) y Jeff Daniels. También existe una versión cinematográfica con Rooney Mara y Ben Mendelsohn, no estrenada en España.
La obra se presentó en el Teatro Lliure de Barcelona, en catalán, con dirección de Luis Pasqual interpretada por Bea Segura y Jordi Bosch. Ahora nos llega por empeño especial de Irene Escolar, enamorada del personaje femenino, con dirección de Carlota Ferrer y con José Luis Torrijo como antagonista.


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 La acción transcurre en la “sala de descanso” de un almacén en las afueras de una ciudad. Allí se reencuentran  Ray y Una. Quince años antes, cuando él tenía cuarenta y ella doce, tuvieron una relación que repugna. Tras consumarla, planearon huir juntos, pero la fuga salió mal. Tras seis años de cárcel, Ray ha cumplido ante la sociedad y recompuesto su vida. Nuevo nombre, nueva familia, nuevo trabajo, muy lejos de donde todo sucedió. Ella no lo ha logrado. Le reconoce en una foto, le localiza y se presenta en el almacén. Ray la lleva a esa sala vacía para ocultarla de sus compañeros y tratar de deshacerse de ella. ¿Qué quiere Una, después de tanto tiempo? 



El autor desarrolla el diálogo de forma en que nos crea la duda de hasta que punto se trata de un abuso y no de una auténtica relación amorosa. Ray se justifica y trata de dejar claro ante Una (y ante el espectador) que no es un caso de pederastia y abuso y que fue una relación amorosa consentida. Y nos preguntamos hasta que punto es sincero o si miente a Una y a sí mismo.

Bien dialogada y con dos muy buenos y entregados intérpretes. A Jose Luis Torrijo no le recordaba aunque ganó un Goya hace años por La soledad. Irene Escolar (Goya revelación el año pasado) es ya toda una realidad y se muestra como digna sucesora de los Gutiérrez Caba.


La puesta en escena trata de diferenciar entre el presente y el pasado mediante dos diferentes niveles en el escenario y la utilización de micrófonos cuando revivimos lo ocurrido quince años atrás. Un recurso que se me antoja innecesario. También recurre a una canción de Robbie Williams, Angel, cantada en inglés por Ray, cuya letra debería ser subtitulada. Esta canción y un baile posterior parece que tratan de unir pasado y presente en una sensación de ensueño compartido. Personalmente me pareció agradable pero no muy eficaz y rompe un poco con los dos tercios anteriores de la obra, para llegar a un final un poco forzado y claramente abierto que no nos aclara más que el desamparo emocional en que sigue Una.

En cualquier caso me pareció interesante y recomendable. Me gustó



lunes, 17 de abril de 2017

Cine:NEGACION


Deborah Esther Lipstadt (1947) es una historiadora estadounidense de origen judío. Profesora universitaria de Judaísmo Moderno y de Estudios del Holocausto, fue nombrada en 1994 para el Consejo de Memoria del Holocausto de los Estados Unidos. Ese mismo año publicó un libro, La negación del Holocausto.
David Irving (1938) es un escritor británico que se ha caracterizado por su negación del Holocausto. Es autor de una biografía de Hitler cuyo argumento central se puede resumir en que "si Hitler hubiese tenido noticias del exterminio de los judíos, lo habría detenido" y que el Holocausto no tuvo lugar. 

Lipstadt en su libro llamó a Irving negador del holocausto, falsificador de hechos históricos y afirmó que Irving había manipulado y distorsionado documentos.  Como consecuencia, Irving demandó por difamación a la historiadora y a la editorial del libro ante los tribunales del Reino Unido en 1996. 

El caso llegó a ser famoso debido a su relación con el negacionismo del Holocausto, ya que planteó que los judíos son enemigos naturales de todo y que el Holocausto no tuvo lugar (se trataba de unos pocos muertos por tifus) y que Hitler no sabía y era inocente de tales sucesos y de las políticas que en ello culminaron.

El juicio, que se desarrolló entre enero y abril del 2000, está considerado como un momento casi definitivo en la lucha contra los negadores del Holocausto y los revisionistas de la Historia. No se les ha acallado pero perdieron a su gran y aparentemente respetable representante, denostado para siempre como tramposo y mentiroso.

Negación trata de reconstruir el juicio y las circunstancias que lo rodearon con un guión de David Hare, prestigioso guionista y autor teatral, del que recuerdo las películas El lector y Las horas, y una obra teatral que se represento hace unos años en el Español, A cielo abierto. Está dirigida por el poco distinguido director y productor británico Mick Jackson (El guardaespaldas, Volcano)



La película cuenta la batalla legal de Lipstadt (Rachel Weisz) por defender la verdad histórica contra Irving (Timothy Spall - que ya estaba espléndido en Turner-). En el sistema legal británico, en casos de difamación, el peso de la prueba recae en el demandado, por lo que Lipstadt y su equipo legal, encabezado por Richard Rampton (Tom Wilkinson),tenían que demostrar que Irving había actuado de mala fe como historiador, y para ello, que las cámaras de gas de Auschwitz existieron y sirvieron para su propósito. 

Negación se centra en como el equipo de Lipstadt desarrolla su estrategia legal para ganar el juicio, teniendo en cuenta que no existe ninguna prueba documental que demuestre la existencia del holocausto, investigando sus obras y su diario. Incluso, en ocasiones, pasando por encima de los deseos de la historiadora. La película recoge una serie de escenas que sucedieron realmente si bien, lógicamente, dramatiza su desarrollo. Aunque le falta emoción, (el resultado del juicio es conocido), la interpretación y la personalidad de los diferentes personajes reales hace que se siga con interés. 

Un tema interesante que merecería una mayor creatividad en su desarrollo pero que, en cualquier caso, contribuye a destruir un negacionismo de la historia que todavía trata de mantenerse vivo

miércoles, 12 de abril de 2017

Cine: EL HIJO DE JEAN

Película dirigida por el francés Philippe Lioret, un director al que no conozco pero que tiene varias películas en su historial. Ganador al mejor director con su primera película (En tránsito) en San Sebastián 1993, sus películas han obtenido desde entonces algunos premios Cesar y bastantes nominaciones.
En esta ocasión se inspira en una novela no publicada en España, al parecer, con la que sin embargo poco tiene de reconocible según su propia declaración.

Parece que los entornos adversos, fríos y deshumanizados son una constante en las películas de Lioret. Aquí es Canadá como lo era  Calais, en Welcome (2009), o el aeropuerto Charles de Gaulle de París para el grupo de indocumentados atrapados allí en En tránsito (1993). Se trata de situaciones negativas en las que, a pesar de todo, acaba surgiendo un vínculo  entre los personajes.



Mathieu fue fruto de una furtiva relación de su madre y lo ignora todo sobre su padre. Un dia recibe una llamada desde Canadá de Pierre, un amigo de su padre en la que le informa de su muerte y de que le quiere enviar lo que le ha dejado en herencia: un cuadro. Descubre así que allí tiene dos hermanastros y movido por la curiosidad  decide viajar a Montreal para conocer a esa parte de su familia y asistir al funeral. Allí será consciente de que nadie sabe de su existencia y de que su presencia no es del todo bienvenida. Tan solo la familia de Pierre le acoge cariñosamente.

Una historia de emociones, con un cierto aire de intriga, donde las relaciones entre los personajes marcan su desarrollo. Un melodrama sobrio y contenido donde vamos descubriendo secretos ocultos, pero sin estridencias ni grandes escenas ni dramatismos. Quizá, de tan sobria, resulte un tanto sosa. Sobre todo porque algunos de los personajes son tratados demasiado superficialmente. Se echa de menos un mayor desarrollo del personaje de Bettina, la hija de Pierre. Bien interpretada en especial por los dos protagonistas, Pierre Deladonchamps (Mathieu) y, sobre todo, Gabriel Arcand (Pierre) y con una presencia especial de la naturaleza en las escenas que se desarrollan en el lago. 

Correcta, pero prometía más.

domingo, 9 de abril de 2017

Cine: ZONA HOSTIL


Zona hostil es una película realizada como homenaje a las tropas españolas desplazadas a Afganistán. Está dirigida por Adolfo Martínez, debutante en la dirección pero con experiencia en la dirección artística. Y ha contado con la colaboración del Ejército que ha facilitado equipamiento técnico y humano para su realización. Inspirada en un hecho real ocurrido en 2012.



En Afganistán, a un vehiculo de un convoy americano que se desplaza escoltado por la Legión española le estalla una mina y una dotación al mando de un teniente inexperto queda junto a dos heridos para protegerlos hasta su evacuación. Un helicóptero sanitario español acude al lugar con un equipo médico al mando de la capitán Varela, pero el terreno cede durante el aterrizaje y el helicóptero vuelca, dejando a los rescatadores atrapados junto a los legionarios con el riesgo de un ataque de los talibanes. A partir de ese momento se inicia un arriesgado plan para rescatarlos a todos y, además, llevarse el aparato siniestrado. 

La acción da lugar a unas excelentes secuencias protagonizadas por los helicópteros y a escenas de combate, todo ello bien rodado y con el rigor de unos ejercicios controlados por los asesores militares, cuya se presencia se deja sentir en su verosimilitud y en las relaciones entre los militares. Y unas escenas de ataque de los talibanes que me trajeron a la mente las películas de "indios" de mi juventud.

La pena es que la cobertura dramática de los personajes que intervienen no alcanza ni de lejos esa calidad. Los personajes son de cliché y sus conflictos carecen de desarrollo. Una capitán médico (Ariadna Gil) que ha decidido abandonar la misión para aceptar un puesto en un hospital, el  capitán piloto, su cuñado, (Roberto Álamo) con problemas conyugales, el teniente inexperto, (Raúl Mérida) hijo de un general muy apreciado, el sargento veterano (Jacobo Dicenta) disconforme pero disciplinado, el comandante piloto un tanto impulsivo pero excelente profesional (Antonio Garrido), la enfermera novata, la tiradora que supera en eficacia a los hombres... Una serie de relaciones esbozadas, como la de Ariadna Gil y Roberto Álamo,  pero sin ningún desarrollo, lo que da lugar a que los intérpretes se limiten a estar presentes con la corrección esperada de su calidad. Destacar que a Raúl Mérida le hemos visto como Felipe el Hermoso en la serie Isabel y sus secuelas.

Película con una impecable factura técnica, no creo que haya tenido otra intención que rendir homenaje a las fuerzas desplazadas a Afganistán y a las más de cien víctimas sufridas. Y lo ha conseguido.

sábado, 8 de abril de 2017

Cine: EL BALCÓN DE LAS MUJERES


No es frecuente ver películas producidas por Israel. Recuerdo La fiesta de la despedida, una comedia negra que comenté en su momento en el blog y, mas reciente, Bar Bhar, entre dos mundos, todavía en cartel y que también he comentado.
Como es un cine casi desconocido aquí, no tengo referencias ni de su director, al parecer debutante en largometrajes tras trabajar en la TV, ni de los actores, aunque tengo que decir que, sobre todo las actrices, me parecieron muy adecuados.




En una devota comunidad ortodoxa en Jerusalén, el balcón de las mujeres de la sinagoga se desmorona, dejando a la esposa del rabino en un estado de coma y al rabino en shock. Cuando la reconstrucción comienza, bajo la dirección de un joven rabino, la comunidad entra en crisis al descubrir su realidad conservadora y misógina que no muestra interés en la zona para las mujeres.  Esto pone a prueba la amistad entre ellas y provoca una ruptura con los hombres. 

Una comedia simpática y bienintencionada que critica el "fundamentalismo religioso" que lleva la interpretación de las Escrituras hasta el extremo de perjudicar las buenas relaciones de la comunidad. Pero  que no pasa de ahí, con una clara conexión con la Lisístrata de Aristofanes. Y con un humor muy poco "moderno" con situaciones y soluciones un tanto previsibles.

Es un tipo de cine que me recuerda un cierto tipo de cine español de los años 70 y 80, aparentemente avanzado en ocasiones pero claramente conservador. 

Cine: LOCAS DE ALEGRIA



Dirigida por Paolo Virzi, Locas de alegría acaba de ser galardonada con 6 premios David de Donatello sobre 17 nominaciones en la ceremonia de entrega de los premios del cine italiano que tuvo lugar a finales de marzo. Entre ellos los de mejor película, director y actriz protagonista. También ha obtenido la Espiga de Oro a la mejor película y actriz (Valeria Bruni-Tedeschi) y el premio del público en el Festival de Valladolid. Otra película de este director, El capital humano, ganó el David a mejor película en 2014, y la comenté en su momento en el blog.



Beatrice es una condesa internada en una institución psiquiátrica instalada en un caserón familiar. Es una mujer en los cincuenta, extrovertida, clasista, desequilibrada. Encerrada en su mundo, desprecia todo lo que le rodea y está internada por decisión judicial a demanda de su familia. Su único anhelo es salir de allí.
A la institución llega Donatella, una madre soltera, con un hijo entregado en adopción, que podría verse en un hospital psiquiatrico.  Aunque con personalidades completamente opuestas, entre las dos mujeres surge una relación muy especial, que les llevará por caminos insospechados. Asi, cuando los responsables de la institución les concedan una salida transitoria para trabajar en una feria de productos naturales, ambas aprovecharán la ocasión para fugarse e iniciar toda una aventura.
  
Con un aire de comedia, la película nos acerca a una realidad dramática. En su huida las dos mujeres se ven inmersas en un entorno miserable donde conviven la diversión nocturna con la prostitución en las calles, residencias ostentosas con la vulgaridad mas notable. Un mundo de banalidad similar al que nos retrataba Paolo Sorrentino en La gran belleza. Y, en mi opinión, con la misma falta de entidad narrativa. 

Un retrato de dos personajes femeninos un tanto desequilibrados para establecer un contraste con una sociedad tan desequilibrada como ellas. Lo que pasa es que ese contraste se mueve por caminos trillados, poco originales y un tanto forzados en algunos momentos. Las visitas y las relaciones de las dos mujeres con sus respectivas familias parecen justificar un desequilibrio que no es mucho mayor que el de los que están fuera de las instituciones. Y detrás de todo late un conformismo que lleva a las dos mujeres a regresar a la seguridad del redil tras unas peripecias que en algunos casos se pretenden cómicas, en otros dramáticas y muchas veces son sensibleras.  

La narración se apoya en las dos actrices que interpretan a Beatrice y Donatella. Son Valeria Bruni-Tedeschi y Micaela Ramazzotti. Bruni-Tedeschi me recuerda a Monica Vitti, me parece habitualmente una muy buena actriz, pero aquí creo que está sobreactuando, aunque no parece que sea esa la opinión de los que le han otorgado los numerosos premios que ha conseguido por está película. Me gustó más su compañera de reparto, mucho más sobria en un personaje más complejo.