miércoles, 7 de diciembre de 2016

Cine: 1898.LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS


El año 1898 representó el fin del Imperio español. Tras la guerra contra EEUU, la firma del Tratado de París supuso la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Mientras tanto, en Filipinas, las tropas españolas luchaban contra los insurrectos filipinos. En este contexto histórico se sitúa el asedio y resistencia de un grupo de soldados españoles en la pequeña aldea costera de Baler, en la isla filipina de Luzón, que es lo que relata esta película.


Ya en 1945 se había tratado este suceso en otra película, Los últimos de Filipinas, dirigida por Antonio Román. Si la he visto, que creo que sí en la tele, no tengo ningún recuerdo de ella.






Bajo el mando del capitán Enrique de las Morenas (Eduard Fernández) y el teniente Martín Cerezo (Luis Tosar), medio centenar de combatientes sufren un asedio y se ven obligados a refugiarse en la iglesia del pueblo. Uno de ellos, un joven extremeño (Alvaro Cervantes), aspirante a pintor, nos narra la historia.

Durante casi un año, este puñado de militares se mantuvieron sitiados y sin rendirse, con el convencimiento de que la guerra de Filipinas aún no había acabado. Pese a los numerosos avisos por parte del gobierno español y de los propios habitantes de la isla, los soldados permanecieron inamovibles, ante la incredulidad sobre la cesión del imperio a Estados Unidos. 

Con una producción muy cuidada, una notable fotografía y un puñado de buenos actores, la película nos narra desde una óptica muy poco heroica y más bien desencantada el asedio que sufrió un destacamento del ejercito español en Filipinas. Un guion bien presentado y no tan bien desarrollado, con unos personajes diseñados para representar distintas actitudes ante los sucesos que narra y, en general, sobre la postura patriótica y el desencanto del fin de un imperio. El militar íntegro pero obcecado en el cumplimiento del deber, el oficial pragmático, el suboficial resentido, el médico que se debate en la duda, el cura con una vela a Dios y otra al diablo, la tropa inexperta, temerosa... todos ellos tienen un lugar demasiado predeterminado en el retrato de ese conjunto de hombres más superados por las circunstancias que por el enemigo.
Personajes servidos por Luis Tosar, Eduard Fernández, Javier Gutiérrez, Carlos Hipólito y Karra Elejalde con su eficacia habitual y un puñado de jóvenes intérpretes encabezado por Álvaro Cervantes, el Carlos V de TV, que no desentonan junto a los veteranos.


Esta producción, en la que se nota que ha contado con un buen presupuesto, está dirigida por un ya veterano realizador curtido en series de TV, Salvador Calvo, del que actualmente están en emisión Lo que escondían sus ojos y El padre de Cain.

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