Después de más de trece años, la Compañía Nacional de Teatro Clásico vuelve a su sede original, el Teatro de la Comedia. Han sido trece años de exilio en el Teatro Pavón de la calle Embajadores y esta temporada, en la que se cumplen 30 años desde la fundación de la Compañía, una vez terminada la rehabilitación del teatro, en la quese han recuperado espacios y creado nuevos equipamientos: un gran aljibe para el sistema de extinción de incendios, elevación del escenario para instalar el peine * y el contrapeine *, una plataforma para ampliar el proscenio, y una nueva sala, situada en la quinta planta, para representaciones y ensayos, por fin se procede al regreso. Y su directora, Helena Pimenta ha elegido para la ocasión la obra de Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea, en una versión que dirige ella misma y para la que ha contado con uno de los más prestigiosos actores actuales, Carmelo Gómez.
* Peine: Parrilla transitable donde se sitúan elementos tales como poleas de tiros manuales, bancadas de desembarco para éstos, motores puntuales, etc.
Contrapeine: Conjunto de perfiles metálicos situados en la parte más alta de la caja escénica (por encima del peine), para soportar las cargas más pesadas como cortes contrapesados, motores, etc
No voy a comentar la obra porque todo el mundo la conoce y es un clásico que está muy por encima de lo que yo pueda decir. En cualquier caso decir que me parece de lo mejor que se escribió en el teatro barroco español. Pero si quiero recomendaros, en caso de que esteis interesados en profundizar sobre ella, la ficha didáctica que edita la CNTC y el cuaderno pedagógico editado con ocasión del montaje de 2010.
Sobre el montaje actual, decir que no me terminó de convencer Carmelo Gómez como Pedro Crespo; tengo mejor recuerdo de la interpretación de Joaquín Notario en el montaje de 2010. Si me gustó, y mucho, este actor que en este montaje interpreta a D. Lope. Creo que en cualquiera de los dos personajes de El Alcalde de Zalamea es donde más me ha gustado Joaquín Notario que, por otra parte, me parece un excelente actor. La que no me convenció nada fue Nuria Gallardo como Isabel, la hija de Pedro Crespo, cuya deshonra conduce el drama.
El montaje y la interpretación me parecieron, en general, más que correctos.
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