miércoles, 21 de octubre de 2015

Cine: LOS MIÉRCOLES NO EXISTEN


Comedia española dirigida por Peris Romano, un montador, guionista y director que debutó junto a Rodrigo Sorogoyen con 8 citas. Este es su segundo
largometraje. Tengo recuerdo de 8 citas, como de una película de episodios en la que se mostraban ocho momentos de la vida de varias parejas, con el humor como hilo conductor. Amparada en un reparto popular y bastante correcto, me resultó entretenida, sin más.

Los miércoles no existen es otra película de episodios interrelacionados, con una curiosa historia. Escrita inicialmente como guion de cine para, a la vista de las dificultades para llevar a cabo la producción, convertirse en una comedia teatral de éxito, con varias temporadas en cartel en Madrid (todavía sigue en cartel). Peris Romano es el autor de la obra de teatro, del guión y dirige la película. 



Patricia (María León) sale con César (Gorka Otxoa), pero él no ha podido olvidar a Mara (Inma Cuesta), su novia de toda la vida, que le dejó justo después de pedirle que se casara con él. 
Su mejor amigo, Hugo (William Miller), está decidido a animarlo y una noche de fiesta conocen a Paula (Andrea Duro), la hermana pequeña de Irene (Alexandra Jiménez), un antiguo ligue de Hugo y la mujer de Pablo (Eduardo Noriega). Acabaron juntos tras la despedida de soltera de ella y nunca más han vuelto a verse. A Pablo le han despedido. Lo mejor del día ha sido sin duda que ha conocido a Mara y han intercambiado teléfonos. Podría ser el comienzo de algo, si no fuera porque Pablo ya está casado con Irene.  Seis personaje en busca de... una relación estable.

La película nos cuenta la historia de esos personajes de forma fragmentada y no lineal utilizando la música en forma de canciones interpretadas por los músicos Esther Rodríguez y Alberto Matesanz en medio de algunas secuencias para enlazar los distintos episodios y  por los propios actores para contarnos lo que pasa por la cabeza de sus personajes. La introducción de canciones cantadas por los actores nos trae a la memoria las películas de Emilio Martinez Lázaro (El otro lado de la cama y Los dos lados de la cámara).  

La historia se desarrolla a lo largo de cinco años pero está contada rompiendo el orden cronológico, un recurso que no añade nada y que en mi opinión no sirve más que para confundir al espectador, pero aun así resulta una película aqradable de ver, una especie de crónica del desamor con interpretaciones adecuadas.  Entre ellos destacan Gorka Otxoa  y William Miller ambos procedentes de la versión teatral, aunque en el caso del primero, empiece a estar encasillado en el papel de tipo inocentón que le lanzó a la popularidad en Pagafantas

Esto de la narración no cronológica es un recurso que a veces funciona (Cuando deje de llover) acrecentando el interés de la narración y en otras no parece justificado, como en este caso. No obstante, y como resumen, una comedia entretenida en la línea de la comedia española que invade últimamente el cine español pero bastante mas apreciable que la mayoría.

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