Coproducción franco-belga dirigida por los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, de los que recuerdo, hace un par de años, El niño de la bicicleta, una sensible e interesante película sobre un niño de 11 años que se escapa de su hogar de acogida para encontrar a su padre y la relación que establece con una joven peluquera
Ahora nos traen la historia de Sandra, quien tras una baja por depresión se encuentra con que en la fábrica en que trabaja, han decidido prescindir de ella y dar una extra de mil euros al resto del personal. Sandra dispondrá de dos dias y una noche para tratar de convencer a sus compañeros para que renuncien a la paga y ella pueda volver a ocupar su puesto.
Dos dias, una noche se encuentra en una línea del cine francés al que pertenecen títulos como Las nieves del Kilimanjaro (Robert Guédiguian, 2011) o Una vida mejor (Cédric Kahn, 2011). Cine social, con las raices en la crisis económica actual.
La película es interesante en cuanto nos presenta un panorama de los diferentes compañeros de Sandra con los que ésta se pone en contacto. Sus egoísmos, sus angustias, sus necesidades, se nos ofrecen en un recorrido por diferentes personajes de la clase media trabajadora, pero salvo en casos concretos, sin juzgarlos. No lo es tanto en cuanto las circunstancias de Sandra, trabajadora en situación de baja por enfermedad, de treinta y tantos años, casada con un marido que trabaja, la quiere y ayuda, con dos hijos, con una hipoteca, no nos resultan tan conmovedoras ni desesperadas como podría parecer. Ni tampoco la visión económica de los compañeros que aceptan el ahorro de un sueldo a cambio de una extra de una cuantía poco proporcionada al ahorro de ese puesto de trabajo. Cabe suponer que tendrá unos derechos que deberán ser respetados en caso de que la despidan, podrá acogerse al paro. Otra cosa es, como he dicho, la galería de personajes, de compañeros de trabajo. Desde quien la evita para no tener que enfrentarse a ella, quien no puede prescindir de la paga con la que ya cuenta o quien se siente culpable por haber votado por su despido y rectifica su postura. Una colección de seres humanos con sus miserias y un denominador común, la crisis en una empresa que ha descubierto que el trabajo que se hacía con 17 personas, se puede hacer con una menos.
Ante todo ello el espectador no puede menos que preguntarse cual sería su reacción en un caso similar. En cualquier caso y sin querer anticipar el final, hay que decir que la postura de Sandra será coherente y honesta y al final habrá recuperado la autoestima y el valor.
La película se apoya en Marion Cotillard que interpreta a Sandra. Es Sandra, con sus momentos de desesperación y de esperanza, de fe y de comprensión hacia sus compañeros, de generosidad y de falta de capacidad de reacción, según el momento. Una excelente interpretación, El marido es Fabrizio Rongione, un actor belga habitual de los directores.
Película muy recomendable, aunque, evidentemente, dado su tema, no es para pasar el rato simplemente.
coincido plenamente con tu crítica, añadiria que la protagonista es el eslabón más débil es la elegida seguramente por acabar de salir de una depresión, por ser madre y por ser mujer ,por otra parte el cinismo empresarial de poner en el brete a los trabajadores de una decisión que debía corresponder a ellos, curiosamente nadie menciona a los sindicatos y por último la precariedad también existe en Bélgica.
ResponderEliminarSobre los Sindicatos, dicen los hermanos Dardenne que escogieron una empresa pequeña (17 trabajadores) para evitar la presencia de los sindicatos que podrían dar lugar a las lógicas medidas de presión. Al ser una empresa de este tamaño no existe organización sindical en ella.
EliminarBravo por la película! De entre los personajes, irritante la postura del marido que lejos de apoyarla, recién salida de una depresión, no hace sino empujarla y agobiarla y recordarle continuamente, pese su evidente situación de crisis depresiva (la ve tomando pastillas en exceso) que debe ir a ver a sus compañeros y humillarse pudiendo su puesto a cambio de su sueldo. Tremendo marido.
ResponderEliminarEs interesante tu punto de vista, que no me había planteado. No obstante no lo comparto. Creo que el marido demuestra verdadero interés (y amor) por ella, como también lo hace su compañera (creo que Juliette), al no dejarla volver a hundirse en la depresión, que ya vemos hacia donde la lleva, y en cambio luchar lo que le lleva a recuperar la autoestima.
EliminarCoincido en esta apreciación con la de los directores de la película en la ficha del Renoir (http://www.cinesrenoir.com/webrenoir/static/media/Fichas/Dos_dias_una_noche.pdf).
No obstante, reconozco el interés de tu punto de vista, que me ha hecho recapacitar sobre la película nuevamente.