miércoles, 24 de octubre de 2018

Cine: VIAJE AL CUARTO DE UNA MADRE


Primera película de Celia Rico Clavellino, autora de un corto, Luisa no está en casa, presente en Venecia en 2012. La película estuvo presente en la sección de nuevos realizadores del Festival de San Sebastián donde tuvo una buena acogida y ganó el premio de la juventud



Leonor quiere marcharse de casa, pero no se atreve a decírselo a su madre. Estrella no quiere que se vaya, pero tampoco es capaz de retenerla a su lado. Madre e hija tendrán que afrontar esa nueva etapa de la vida en la que su mundo en común se tambalea.

Una historia sencilla narrada con sencillez y sensibilidad. La relación entre una madre y una hija que han visto desaparecer al padre y que ven que llega el momento de separarse, algo que aparece como inevitable. Es ley de vida, llega un dia en que los hijos tienen que dejar el hogar.  Una película de sentimientos con unos personajes que parecen reales y sinceros, gracias en gran medida a las interpretaciones de Lola Dueñas y Anna Castillo (y también de Pedro Casablanc). 

Es interesante recoger la presentación que de la película hace su directora, ya que refleja lo que es y lo que consigue: "Esta historia surge de una sensación física: el confortable calor con el que las faldas de una mesa-camilla me resguardaban del frío. O me aprisionaban. No era fácil salir de aquel brasero. 
Los hijos siempre se marchan de casa. Al marcharse, se deja un vacío  entre las cuatro paredes de una casa que nadie sabe cómo rellenar. Es ahí, en ese lugar, donde quise asomarme para pensar en la relación a distancia entre una madre y una hija. 
Es una película sobre los lazos familiares que constantemente nos unen y nos separan, nos hacen fuertes y a la vez tan frágiles.  Querer bien, sin coartar al otro ni renunciar a uno mismo, quizá sea una de las tareas más difíciles en las relaciones paterno-filiares. Esta película pretende capturar esos momentos delicados de la vida donde el amor se revela en el saber alejarse, en el dejar ir".

Una película modesta en presupuesto y en aspiraciones. Pocos personajes, pocas localizaciones. Casi toda transcurre en el interior de un piso donde parece mentira que se haya podido colocar la cámara. Pero que está llamada a ser un fenómeno comparable al de Verano 1993 del año pasado. 

Muy recomendable


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