lunes, 22 de octubre de 2018

Cine: LA SOMBRA DE LA LEY


Hace un par de años la película El desconocido nos descubrió a Dani de la Torre, un director que se mostraba con una notable capacidad para el cine de acción. Se ha estrenado ahora su segunda película, La sombra de la ley. Una película de gangsters ambientada en la Barcelona de 1921 que lo primero que ha traído a mi cabeza ha sido la serie El Continental, de TVE, que está pasando con más pena que gloria por la primera cadena. Influye en ello, sin duda, un alto número de coincidencias, desde la presencia de una misma protagonista femenina, Michelle Jenner, hasta un esforzado y a veces brillante trabajo de ambientación, un buen envoltorio para un producto que no da la talla.



Año 1921. España vive un momento de violentos enfrentamientos callejeros entre matones y anarquistas. El gansterismo y los negocios ilegales están instalados en la sociedad. Aníbal Uriarte (Luis Tosar) llega a Barcelona para colaborar con la comisaría local de policía en la detención de los culpables del robo de armas a un tren militar. Aníbal entrará en contacto no sólo con los bajos fondos de la sociedad barcelonesa sino también con el mundo anarquista más radical, dispuesto a todo para conseguir sus objetivos. Allí conocerá a Sara (Michelle Jenner), una joven luchadora y temperamental.

Una película de gangsters con un tratamiento que recuerda al cine americano de este género. .Una aproximación a una época convulsa en la historia de España. 
La Barcelona a la que llega Aníbal Uriarte es una Barcelona con una patronal preocupada por el auge de la CNT, que utiliza una banda de pistoleros manejada por el “Barón” y tolerada por un cuerpo de policía corrupto y torturador enfrentado con otra parte del Cuerpo, legal y ética. Y dentro de la CNT, dos tendencias: la pacífica representada por Salvador, el padre de Sara,  y la partidaria de la acción violenta representada por los grupos de acción. Todo esto está claro que tiene una base histórica, aderezada con la situación política nacional, con un Estado preocupado por la situación en Marruecos, el desastre de Annual y el asesinato de Eduardo Dato.  Una serie de personajes que pueden identificarse con personajes reales como el Barón Köenning y Antonio Soler, el "mallorquin", el dirigente sindical Salvador Seguí, el jefe de policia Miguel Arlegui,además del Gobernador militar de Barcelona y posterior Ministro de Gobernación en la Dictadura de Primo de Rivera, Martinez Anido, principalmente conocido por su papel en la dura represión policial del  anarquismo en Barcelona a comienzos de la década de 1920 y otros totalmente de ficción.  .Una mezcla que no consigue casar adecuadamente dando lugar a una aceptable película de acción que pierde credibilidad cuando se interna en la situación política y, sobre todo, el desarrollo de su trama
.
No obstante, no hay que pedir fidelidad histórica a una película sino que la trama y los personajes sean creíbles y verosímiles. Y aquí es donde, en mi opinión, falla claramente la película. Nos encontramos con un personaje central demasiado indefinido. Tiene un pasado que no se nos aclara y un presente demasiado ambiguo en sus relaciones con los distintos estamentos. Una heroína anarquista y feminista que se mueve entre las dos tendencias de la CNT. Y un resto de personajes y situaciones que dan la sensación de haber sido vistas en infinidad de ocasiones. Empresarios sin escrúpulos, pistoleros a sueldo, anarquistas enfrentados (los que abogan por el diálogo y los que no ven más opción que la violencia), policía corrupta y violenta, artistas de Music hall, autoridades...  Todo ello narrado con superficialidad, con situaciones faltas de lógica, un guión disperso, diálogos que buscan la frase brillante mas que la credibilidad. 

Muy por encima de la trama queda el aspecto artístico y técnico. Y un amplio y, en general, correcto reparto en el que destacan Manolo Solo y Ernesto Alterio.







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