sábado, 8 de diciembre de 2018

Cine: ROMA


Dirigida por Alfonso Cuarón y destinada, inicialmente, a su explotación exclusiva por la plataforma de televisión Netflix, ésta ha aceptado exhibirla en un reducido número de cines por un tiempo limitado antes de hacerlo en la pequeña pantalla. Y hay que agradecerlo porque vale la pena poder apreciar su fotografía y sonido en una sala cinematográfica. 

Alfonso Cuarón es un director mexicano que dio el salto al cine norteamericano con una versión de Grandes esperanzas en 1998. Regresó al cine mexicano en 2001 con Y tu mamá también, para dirigir después en el Reino Unido una de las entregas de Harry Potter, El prisionero de Azkabán e Hijos de los hombres. En 2013, con Gravity, ganó el Oscar, el Globo de oro y el Bafta al mejor director ademas de otros premios de carácter técnico. Roma ha ganado el León de oro en el reciente festival de Venecia y ya ha sido nominada para varios Globos de oro.



Ciudad de México, 1970. En la colonia Roma, cerca del centro de la ciudad, vive una familia de la burguesía formada por los padres y sus cuatro hijos. Cleo, una joven criada indígena es junto con Adela, la principal responsable del cuidado de los cuatro niños de la casa. Cleo es la primera en levantarse por las mañanas para despertar a los niños y la última en irse a la cama, mientras sus patrones como se rompe su relación. Diferentes acontecimientos domésticos y sociales alteran la rutina de sus vidas.

Cuarón se inspira en su propia infancia (nació en 1961) para darnos un retrato realista y emotivo de conflictos domésticos durante la agitación política de principios de los 70.  La película es una carta de amor a las mujeres que lo criaron, su abuela, su madre y la criada. Buena parte de lo que vemos en Roma proviene de sus recuerdos de infancia: la calle donde creció, el cine al que acudía e incluso una hacienda que visitó junto a su familia en las afueras de la capital. Y hay tres puntos de partida en esta historia, Cleo, la memoria y el blanco y negro.

Una historia mínima, sencilla, narrada con sencillez. La figura de Cleo, humilde sirvienta inspirada en Libo, la nana indígena que cuidó de Alfonso de niño, centra su desarrollo. A través de su mirada vivimos el drama de la madre abandonada, las revueltas sociales, la humillación a la que la somete su pareja, un aficionado a las artes marciales miembro de fuerzas paramilitares, un incendio, un terremoto, un parto y un salvamento en la playa, Y todo discurre de una manera natural, nada forzada, en lo que constituye una película extraordinaria. En la que brilla Yalitza Aparicio, una profesora de Oaxaca, sin experiencia como actriz, que da vida a Cleo.

Con reminiscencias Fellinianas, Cuarón nos regala una muy hermosa película.


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