Una película excepcional. Es la
primera que veo de esta directora, aunque parece que ya tiene muchas
películas en su haber. Premio César (academia del cine francés).
Elegida y aclamada en el festival de Sundance.
No hay que asustarse por el tema,
ni por los términos monja o convento: no hay nada de proselitismo ni
de blandenguería. Lo que interesa a la directora son
fundamentalmente las relaciones humanas. Vemos en ella sobre todo a
mujeres, pero no es exclusivamente femenina. Los personajes están
muy bien definidos, así como sus razones para estar allí y su
evolución, y el cuestionamiento de su fe y sus dogmas.
Basada en hechos reales, narra la
historia de la relación entre una enfermera francesa, comunista y
atea (formaba parte de un equipo de la Cruz Roja enviado a Polonia,
en 1945 para repatriar soldados franceses) y las monjas Benedictinas
de un convento en Polonia, embarazadas tras una repetida violación
por parte de soldados rusos. Las monjas viven su trauma por la
violación, su embarazo, su fe y su permanencia en el convento de
diferentes maneras. Todas ellas han pasado por un infierno y están
condenas al siguiente: serán enemigos del pueblo de allí en
adelante y la mayoría serán asesinadas.
La historia narra el encuentro
entre dos maneras bien distintas de ver la vida y se trata de
espiritualidad, de fe, de oscurantismo, pero también de mujeres, de
feminidad, de relaciones con el propio cuerpo, de maternidad, de
dudas, de transgresión, de tolerancia y de humanidad. Vemos la
organización del convento, el respeto de la jerarquía, las
conflictos de poder..
Contado de manera magistral por la
directora, quien con toques leves nos va dando idea de unas y otras,
sin tomar partido. La puesta en escena es también excelente: el
paisaje nevado, el frío, la austeridad del convento, la regularidad
de su vida, los cánticos..
La música acompaña sin invadir;
en parte compuesta para la película, en parte, con temas de Rossini,
Chopin o Haendel.
La
interpretación, a cargo de una actriz francesa, Lou de Laâge, y de
un gupo de actrices polacas, es magnífica. El papel masculino más
relevante, a cargo de Vincent Macaigne, proporciona un contrapunto al
drama.
Película muy interesante, de acuerdo con todo lo que dices,reseñar también como se cuestionan su fé,lo que les provoca el silencio de Dios y la muy discutible conducta de la madre superiora.
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