domingo, 5 de febrero de 2017

La tortuga roja



Primer largometraje de animación del holandés  Michael Dudok de Wit, coproducido por el estudio japonés Ghibli, quien animó a aquél a realizar el proyecto juntos (producción frano-belga-japonesa). La elaboración duró 9 años y Dudok estuvo en las islas Vírgenes haciendo miles de fotos. Parece ser que el dibujo está hecho a la antigua usanza, aunque con utilización de las técnicas digitales, aunque no sé cómo.


Los imágenes del comienzo de la película son especialmente bonitas, me recordaron al cuadro de Hokusai del siglo XIX, “La gran ola de Kanagawa”.






Toda la película es bellísima, sus dibujos, de calidad pictórica, casi parecen acuarelas. La naturaleza exuberante, hace pequeño al personaje. Los colores, en general, sobrios.


La historia, minimalista, cuenta la de un naúfrago que llega a una isla desierta, de la que intenta huir varias veces en balsas de bambú. Pero no lo logra, porque un ser marino, que resulta ser la tortuga, se las destroza.  Fábula fantástica, cuento onírico de gran simplicidad y poesía, es también una oda a la naturaleza. Se ha interpretado asimismo como una descripción de las etapas de la vida del ser humano.

No hay palabras, sólo algún grito, los ruidos de la naturaleza y algo de música, que me gustó, salvo en los momentos en que subraya la intensidad emocional con vocalizaciones corales sin palabras,  que encontré excesivamente melosas.

El ritmo de la película es lento, pero no importa, porque la belleza de las imágenes te pegan al asiento. Dura 80 minutos. La película recibió el premio especial en la sección “Un certain regard” del último festival de Cannes.

Copio aquí el enlace del tráiler de la película:


De este mismo Dudok era “Padre e hija”, que recibió el Oscar al mejor cortometraje de animación en 2.001,  con un estilo de  dibujo distinto. El enlace es


No hay comentarios:

Publicar un comentario