lunes, 20 de febrero de 2017

CINE--REMORDIMIENTO- ERNST LUBITSCH

"The broken Lubally" llamada en España "Remordimiento" es una película norteamericana del año 1932, dirigida por el director judío-alemán, mas tarde nacionalizado estadounidense, Ernst Lubitsch.
La película está basada en la novela "El hombre que yo maté" del escritor francés, Maurice Rostand que también la adaptó para el teatro en 1930, y que está considerada como un alegato pacifista.
Francois Ozon en su última película Frantz, ya reseñada por Joaquin en este blog, retoma el tema en una adaptación bastante libre de la película de Lubitsch, eso al menos aparece en los títulos de crédito, donde no hace ninguna mención a Ronstad, Ozon cineasta irregular creo que ha conseguido una de sus mejores películas aunque no llega a la altura de Remordimiento.
La película de Lubitsch no tuvo el reconocimiento que debía, desconcertó a un público acostumbrado a sus sofisticadas y refinadas comedias.
El contexto de la película es en la Europa de 1919 , las primeras imágenes se situan en París en la celebración de un Te Deum en la catedral para celebrar el primer aniversario del armisticio de la Gran Guerra, son unas imágenes de una fuerza brutal, donde alternan soldados mutilados con el desfile militar,la iglesia repleta de militares se van alternando primeros planos de pechos con medallas,sables alineados que salen de los bancos, espuelas de las botas en las genuflexiones, cartucheras de pistolas....las campanas sonando y los cañones disparando salvas, imágenes que deben mucho al expresionismo de autores como Murnau. Cuando la catedral queda vacía en un banco descubrimos arrodillado al protagonista , un francés Paul Renard que fué soldado, habla con el párroco y le confiesa sus remordimientos por haber matado a un soldado alemán que ni siquiera intentó defenderse, con una pequeña analepsis vemos la agonía del soldado alemán que con los ojos pide a Renard que le ayude a rubricar una carta  dirigida a su prometida, el sacerdote  le absuelve pero el la rechaza ,busca comprensión no absolución.
En estos primeros minutos , Lubitsch pone en solfa el militarismo belicista y las posiciones de la Iglesia incluso a través del personaje se atreve a pronosticar una segunda guerra con muchisimas más víctimas, no olvidemos que la película es del año 1932. Curiosamente, con este prólogo ,Lubitsch desnuda al personaje, no oculta nada, al contrario que Ozon, que  comienza con su llegada al pueblo alemán.

En la segunda parte, y última en el caso de Lubitsch, Renard aparece en el pueblo del soldado alemán Walter Höderlin, con la intención de sacar valor para pedir perdón a su familia y a su prometida, la confusión que se crea pensando que eran amigos que se conocieron en París va transformando el rechazo inicial en cariño, solo a la novia cuenta la verdad y ella prefiere seguir con la mentira por no dañar a los padres. La película termina con la pareja tocando ella el piano y él el violín, el mismo violín y la misma partitura que el hijo tocaba con ello Renard asume la identidad de
Walter, que ya comenzó al rubricar la carta y con ello su redención.
Película magnífica en la que ha pesar de su dramatismo no deja de tener algunos momentos irónicos y detalles sutiles e inteligentes, ese insinuar sin mostrar, lo que se dió en llamar "el toque Lubitsch", a destacar algunas muy logradas elipsis, como el sonido de las campanillas de los comercios que provocan las corifeas al paso de la pareja, el comerciante que sube el precio del vestido, .....todo ello en apenas 75 minutos, un ejemplo de contención.
La película arrastra un lastre que es la interpretación excesivamente gesticulante de Phillps Holmes que parece mas propia del cine mudo, perfecto Lionel Barrymore.
Añadir por último algo sobre Frantz, Ozon añade una tercera parte que transcurre en Paris, según una reciente entrevista Ozon ve ,como muchos vemos ,con preocupación la deriva ultranacionalista que está tomando Europa, los cánticos patrióticos en el hotel alemán y el de la Marsellesa en el restaurante de París sugieren algo de esto , Europa se suicidará como el joven del cuadro de Monet si no rectifica.
Sobre el film de Ozon comentar que la analepsis de la estancia de los dos jóvenes, victima y verdugo, en París es totalmente tramposa con el espectador, que puede darla por creible aunque nunca aconteció ,quedando además agravada por cierta ambigüedad sexual entre ellos, esto debe ser lo del narrador no fiable.

1 comentario:

  1. Muy interesante tu comentario sobre la película de Lubitsch. Y que me viene a confirmar que la película de Ozon añadía la segunda parte en Francia y estropeaba la historia

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