Aunque el cine de animación se suele identificar con el cine infantil, probablemente por la influencia de las películas de Walt Disney, siempre ha existido un cine de animación con contenidos adultos o, al menos, no dirigido al público infantil. Es verdad que desde la creación en 2001 de la categoría de animación en los Oscar, la mayoría de los ganadores han sido películas dirigidas fundamentalmente a ese tipo de público, pero siempre, a lo largo de la historia del cine han existido creadores y creaciones diferentes. Películas como Pesadilla antes de Navidad, La novia cadaver o Coraline, no creo que se puedan considerar como infantiles y no digamos obras como Vals con Bashir o Persepolis.
Dentro de esta animación para adultos nos llega Anomalisa, una producción con la técnica denominada stop motion que consiste en utilizar figuras de plastilina o marionetas filmadas fotograma a fotograma. Una técnica que ya fue utilizada por los primeros creadores de este tipo de cine.
Michael Stone, respetado experto en atención al cliente, se encuentra en crisis, inmerso en una vida monótona y aburrida. De viaje de negocios en Cincinnati, donde dará una conferencia en una convención para profesionales, llega al Hotel Fregoli. Una vez allí, tras un fracasado intento de retomar la relación con un antiguo amor, descubre a Lisa, una tímida joven que podría hacerle salir de esa situación.
La película está dirigida por Charlie Kaufman y Duke Johnson. Kaufman es un guionista y director, aunque su carrera principal ha sido como lo primero, con títulos como Adaptation (El ladrón de orquídeas), Confesiones de una mente peligrosa, Olvídate de mi, Human Nature, Cómo ser John Malkovich… No recuerdo haber visto ninguna de ellas. Johnson es guionista, director y productor. Debuta en el largo de ficción con esta película de animación.
Se trata de un relato sencillo sobre la soledad de un hombre al que todas
las personas, con sus voces, le parecen la misma. El mundo que le rodea está habitado por seres con el mismo rostro y la misma voz. Esto justifica plenamente la elección de la animación de marionetas para su relato.
La idea que nos transmite es la concepción de la vida cotidiana como un mecanismo que manipula y oprime, acercándonos al absurdo.
La primera parte de la película ilustra esta idea, con una excelente utilización de la animación. Pero a partir del encuentro de Michael con Lisa, y a pesar de la sensibilidad con que trata esta relación, la historia se diluye y resulta difícil saber si lo que nos está contando ocurre realmente o es una creación de la imaginación de Michael, con la inclusión de una pesadilla que probablemente debería facilitarnos la clave de lo que ocurre. El final, con el desolador regreso a la vida cotidiana nos manifiesta el fracaso de la huida hacia otra relación que entendemos ficticia.
Una notable película de animación que desarrolla unos planteamientos psicológicos bastante desesperanzadores sobre la condición humana, lo que, por lo que he leído, se corresponde con lo expresado por Kaufman en películas anteriores. Ganadora del Premio del Jurado en Venecia y nominada al Oscar, donde, sin embargo, ante Inside out, sus posibilidades de éxito parecían escasas.
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