martes, 1 de marzo de 2016

Cine: LA HABITACION


Basada en la novela del mismo título de Emma Donoghue, inspirada a su vez en la historia de monstruo de Amstetten que mantuvo a su hija, Elizabeth Fritzl, encerrada en un sótano  durante 24 años, que salió a la luz en 2008,  y la de Natascha Kampusch, secuestrada y enjaulada también durante años. La habitación es una producción de Canadá e Irlanda que ha estado nominada a los Oscar como mejor película, dirección, actriz protagonista y guión adaptado, premios de los que tan solo se ha llevado el de mejor actriz, categoría en la que Brie Larson ha triunfado también en los Globos de oro y los Bafta. 



Para Jack, un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre. Por la noche, mamá lo pone a dormir en el armario, por si viene el viejo Nick. Pero para su madre es el cubículo donde lleva siete años encerrada, secuestrada desde los diecinueve años. Con gran tesón e ingenio, la joven ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable.  La curiosidad de Jack crece de día en día y su madre 
planea la forma de escapar. Cuando lo consiguen, los dos tendrán que adaptarse a un mundo muy distinto. La vida en libertad  también tiene muchas dificultades para ellos.

La película dedica sus primeros 45 minutos a exponernos la situación en la habitación, hasta que consiguen escapar. Pero a partir de ese momento veremos como el adaptarse a la libertad también tiene dificultades. Se enfrentan a una situación nueva para el niño y distinta a la que ella dejó cuando fue secuestrada. Sus padres se han separado, la madre tiene una nueva pareja. El padre no puede aceptar a Jack.  Y les vemos expuestos a la curiosidad de los medios, de los vecinos.

Evidentemente se trata de un tema terrible que podría haber dado lugar a una historia policíaca o un tratamiento morboso. Al quedar fuera de la narración los siete años de confinamiento, se convierte en una historia muy humana, de amor y supervivencia, gracias a que se nos presenta la visión del niño como hilo conductor, que lo convierte en una especie de cuento de brujas y princesas, tan cruel como suelen ser estos cuentos, pero no centrado en la morbosa historia previa. 

Me gustó como el director, el irlandés Lenny Abrahamson, muestra el agobiante mundo del encierro en la habitación, la tensión que se genera con la presencia del secuestrador, la mirada del niño desde el interior del armario. Creo que los primeros 45 minutos son muy buenos. Y la secuencia de la huida. El resto, mas convencional.

Una de las mayores virtudes de la película reside en los dos interpretes principales. La madre es Brie Larson, una joven actriz  a la que no recuerdo haber visto antes aunque lleva muchos años actuando. Y el niño es Jacob Tremblay. Los dos muestran una compenetración extraordinaria en una interpretación que consigue transmitir veracidad. Y, en el caso del niño, cómo el director, Lenny Abrahamson, ha conseguido que no parezca estar actuando, tal es su naturalidad. Destacar también la presencia de Joan Allen y Willian H. Macy como los abuelos del niño. 

Una muy notable película

1 comentario:

  1. Coincido contigo de lo mejor que he visto últimamente,el caso tiene mas similitud con el latino de Cleveland que con el austriaco al no existir vínculos familiares.

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