Llega al Teatro de la Comedia la versión de Hamlet dirigida y adaptada por Miguel del Arco. Un estreno que ha despertado tanta expectación que desde semanas antes del estreno están agotadas las entradas. Yo he tenido la fortuna de poder asistir al ensayo general, ya con público, y he de decir que la expectación me parece justificada. La combinación entre la obra, una de las más populares de Shakespeare, el director que ha firmado algunos de los mayores éxitos teatrales de los últimos años y el protagonismo de Israel Elejalde, que le ha acompañado en la mayoría de ellos, explican esa expectación.
En general me gustó la puesta en escena. Con elementos muy simples, una cortina en constante movimiento, y unas proyecciones, en cambio, bastante complejas, que sirven para recrear diferentes escenarios apoyadas siempre por la iluminación y unas buenas interpretaciones que llegan a la excelencia en el caso de Elejalde. Una interpretación la de este actor que justificaría, por si sola, el espectáculo. Una dirección muy ágil que hace que las cerca de tres horas que dura la representación no se hagan nada pesadas. Lo único que no me gustó es la presentación de la locura de Ofelia con ritmo musical y un aspecto que, según he leído, recuerda a Lady Gaga, una identificación que me resulta difícil ya que apenas conozco a esta individua. Y el final tras un espectacular duelo a espada, en que las sucesivas muertes me hizo evocar La venganza de D. Mendo. Pero el culpable en este caso es el autor.
Miguel del Arco hace una lectura de la obra en la que simplifica el primer acto, donde la presencia del fantasma del padre podría desarrollarse en el interior del pensamiento de Hamlet, y potencia el humor en muchas de las escenas. El personaje de Hamlet nos es presentado con toda su complejidad, moviéndose entre la locura (fingida) y la conciencia plena de sus actos encaminados a la venganza.
Del resto del reparto, destaco a Ana Wagener como Gertrudis, Angela Cremonte como Ofelia, mientras se mantiene cuerda, y algunos momentos de Cristobal Suarez como Laertes. Quien menos me gustó fue Daniel Freire como Claudio.
Una representación que recomiendo por si, ante la imposibilidad de verla en Madrid a menos que hayais comprado entradas con mucha anticipación, teneis ocasión de verla en la gira que emprenderán tras finalizar en el Teatro de la Comedia.
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