Dirigida por Dan Gilroy. Es su primera película como director. Como guionista ha firmado varias. La más conocida, El legado de Bourne, la última entrega de la saga Bourne (y probablemente la menos interesante), que dirigió Tony Gilroy, productor de esta. El montaje es de un tal John Gilroy. Parece que todo queda en familia.
Nightcrawler es el nombre que se da en el mundo del periodismo y la TV al cámara independiente que obtiene imágenes sensacionalistas para su venta a las cadenas de TV. Podría traducirse por depredador nocturno o buscador de primicias.
Louis Bloom (Jake Gyllenhaal) es un joven sin empleo que decide adentrarse en el mundo del periodismo sensacionalista tras ser testigo de la actuación de un nightcrawler tras un brutal accidente. El personaje descubre ese mundo de la imagen en la ciudad de Los Ángeles. Su vida cambia considerablemente cuando entra en contacto con estos escenarios y comienza a moverse por un mundo falto de toda ética, entre el riesgo y la peligrosidad. El mundo de la televisión basura, la manera en que los canales buscan audiencia y las personas que están detrás de ello aparecen en esta película.
El protagonista es un joven emprendedor formado en internet, con un discurso lúcido e inteligente que cuando decide comprarse una cámara y dedicarse a esa actividad desdeñará cualquier tipo de ética o escrúpulo, no dudando en modificar la escena de un accidente o sacrificar a su colaborador para obtener mejores imágenes. La casualidad permite que acceda al escenario de un crimen antes que la policia. Jugando sus cartas con habilidad y una cierta inverosimilitud, conseguirá el éxito definitivo.
Este tipo de historias y personajes han sido tratados en el cine en numerosas ocasiones. Recordemos la espléndida El gran carnaval de Billy Wilder (Ace in the hole, 1951) donde un periodista sin escrúpulos retrasa el rescate de un minero atrapado para conseguir un reportaje de éxito, El ojo público (1992) que trataba el personaje real de un fotógrafo de sucesos (Joe Pesci) en los años 40, o sin salir de España, La chispa de la vida (2011, Alex de la Iglesia.
En esta ocasión el personaje, muy bien interpretado por Jake Gyllenhaal, parece una combinación de Robert de Niro en Taxi driver y Ryan Gosling en Drive. Especialmente de este último al que recuerda incluso físicamente.
En el resto del reparto destaca su ayudante, becario, colaborador vicepresidente, Rick, convincentemente interpretado por el británico Riz Ahmed.
Mejor guionista que director, Gilroy ha sido capaz de crear un gran personaje.
La película es interesante.
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