Película norteamericana dirigida por Bennet Miller. Es su tercera película tras Truman Capote (2005) y Moneyball (2011). Truman Capote era una película interesante sobre la personalidad del escritor. Se centraba en el proceso de gestación de la espléndida A sangre fria y estaba dominada por la interpretación de Philip Seymour Hoffman, tan brillante como siempre. Moneyball se situaba en el mundo del beisbol americano y estaba basado también en un personaje real, gerente de un equipo que conseguía formar un equipo competitivo con una inversión económica pequeña en base a optimizar los medios humanos mediante un programa informático. Era una interesante aproximación al mundo del deporte profesional que abría la posibilidad de encontrar puntos de contacto con el mundo de los managers y entrenadores de fútbol en Europa.
Foxcatcher se basa también en personajes reales. Los campeones olímpicos de lucha David y Mark Schultz en los JJOO de 1984 en Los Angeles y el millonario americano John DuPont.
El ganador de la medalla de oro en los JJOO de 1984, Mark Schultz (Channing Tatum) vive en Wisconsin, dando conferencias en las escuelas, cuando lo invita el rico heredero John du Pont (Steve Carell) a su lujosa finca para formar un equipo para los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. Schultz aprovecha la oportunidad para salir de la sombra de su respetado hermano mayor, David (Mark Ruffalo) un prominente entrenador y ganador también de una medalla de oro.
Con vastos recursos económicos en el centro de formación Foxcatcher Farm, du Pont se nombra a sí mismo entrenador del equipo, con ansias de ganar el respeto de sus compañeros y la aprobación de su madre (Vanessa Redgrave).
La película nos muestra la evolución de la relación entre Schutlz y du Pont relación que se va deteriorando cuando su hermano David se incorpora al equipo.
Realmente se trata de la historia de dos individuos dignos de un estudio psiquiátrico. Mark tiene una enorme dependencia y un sentimiento de inferioridad respecto a su hermano, de caracteres patológicos. Du Pont es un solitario excéntrico, tramposo, aficionado a las armas, de ideología ultra, sometido a una madre que le desprecia a él y a sus actividades. Como rebelión contra ella, poseedora de una espectacular cuadra de caballos, Du Pont formará una cuadra de luchadores para llevar a cabo el sueño del éxito americano en los JJOO de Seul. Lo malo es que, como es carne de psiquiátrico, su comportamiento desquiciara a los luchadores y dará lugar a un trágico desenlace.
A pesar de que la lucha es un deporte que no me atrae, la primera mitad de la película es interesante, bien contada. Pero hay un momento en que la relación entre DuPont y Mark empieza a moverse por un camino poco comprensible, con un Du Pont que le empieza a introducir en el mundo del alcohol y las drogas, incompatible con los objetivos que les mueven. Aunque el desenlace está basado en lo que realmente ocurrió, la historia se va diluyendo en su parte final.
Lo cierto es que no terminó de convencerme. Entre los intérpretes, destacar a Mark Ruffalo y la caracterización y cambio de registro de Steve Carell uno de los actores norteamericanos que menos me gustan, que aquí logra transmitir el carácter patológico de su personaje. Y la presencia de Vanessa Redgrave, la inolvidable Isadora y María Estuardo, con casi 80 años.
En cualquier caso si se buscan en Internet los datos de los tres personajes, parece que la realidad podría superar claramente a la ficción que, en mi opinión,solo aprovecha parcialmente las enormes posibilidades de los personajes.
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