CARLOS FUENTES – PANTALLAS DE PLATA
Luis
Buñuel Portolés
Nació en Calanda, Teruel, el 22 de febrero de 1900 y murió
en México el 29 de julio de 1983. No hubo ninguna ceremonia de despedida,
siendo en 1997 y ya fallecida su esposa,
cuando sus cenizas fueron esparcidas en
el monte Tolocha, situado en su pueblo natal de Calanda.
En 1949 tomó la nacionalidad mexicana.
A pesar de los hitos cinematográficos logrados en España con
películas como Viridiana (1961), Un perro andaluz (1929) o Tristana (1970), la gran mayoría de su
obra fue realizada o coproducida en México y Francia, debido a sus convicciones
políticas y a las dificultades impuestas por la censura. Es considerado uno de
los más importantes y originales directores de la historia del cine.
No me voy a extender en su biografía porque se encuentra
ampliamente difundida. Por el contrario, creo que puede sernos más interesante asomarnos al Buñuel cineasta
a través de un artículo del gran director de fotografía, además de ensayista y
crítico cinematográfico Néstor Almendros (Barcelona 1930 – New
York 1992), recogido en su libro CINEMANÍA
– Ensayos para cine.
El artículo de referencia está construido o guiado por una serie de frases
correspondientes a diversas entrevistas mantenidas por Buñuel con importantes figuras de la literatura y del
cine.
“Luis Buñuel – Revista
Cuadernos Brasileiros –(1965) - CINEMANIA
…………..
-“ Estoy contra la
moral convencional, contra el sentimentalismo” (Entrevistado por E.
Poniatowska, México 1961)
Buñuel no debe su popularidad en el cine a una conmovedora exhibición de
buenos sentimientos, como sus colegas Frank Capra o Vittorio de Sica, sino a
una cruda visión de las debilidades del género humano. Se ha dicho que Buñuel es un autor cruel, pero quien profundice un
poco descubrirá en sus películas un amor auténtico hacia sus personajes. Podemos
llegar a aceptar al hombre, no a
pesar de sus defectos sino precisamente
gracias a ellos.
-“Los olvidados. Es
una película de lucha social, pero no quise hacer una obra de tesis. Quiero
mostrar la solidaridad del hombre”(Entrevistado
por Truffaut, París, 1955)
Buñuel hace siempre
crítica social, pero nunca política, y raramente pedagogía fácil. No perdona a
nadie, no divide el mundo en buenos y malos, pero el bien y el mal, en sentido convencional, coexisten con
frecuencia y a veces coinciden. No cae en la trampa del determinismo económico.
Por ejemplo, El bruto, 1952, parece en principio un
panfleto social, pero inmediatamente nos
damos cuenta de que lo que le preocupa
es el hombre .Los seres humanos,
en definitiva, no están clasificados de acuerdo con su posición social. Los
pobres de Viridiana, Los olvidados. El
bruto, El ángel exterminador,
parecen tan dotados para la maldad como los ricos.
-Los mendigos son un
tipo clásico en España “(Entrevistado por Yvonne Baby, París, 1961)
Se ha de inscribir su personalidad artística dentro del
substrato cultural hispánico. Sin ese requisito, el espectador o el crítico se quedarán a medio camino en la
comprensión de su obra. Los errores de apreciación de ciertos críticos
anglosajones y franceses al juzgar su obra suelen tener ese origen.
En su cine – como en Goya, Velázquez y El Greco – abundan el
“monstruosismo” físico y psicológico
de los Caprichos, los numerosos
enanos y mendigos de la corte de Felipe IV, los rostros obsesos de tantos
inquisidores. Estamos lejos del mundo placentero de Gainsborough y otros
ingleses o del equilibrio clásico de la
pintura francesa. La novela picaresca es
la aportación más original de España a la literatura o al arte en general.
-(Octavio Paz sobre Buñuel, 1951)“La película de Buñuel se inscribe en la tradición de un arte pasional y
feroz, contenido y delirante, que reclama como antecedente a Goya y a Posada,
quizá los artistas plásticos que han llevado más lejos el humor negro.”
-“Yo escogía de entre
los temas propuestos aquellos que me podían convenir, a los que me podía
adaptar. (Con F. Truffaut, París
1955)
La mayoría de las películas de Buñuel son encargos de
productores. Es curioso, por tanto, observar que hay una temática muy uniforme
en él, cuando gran parte de sus argumentos no fueron ideados por el mismo. Las fuentes literarias no pueden ser más
heterogéneas: en Nazarín, una
novela de Pérez Galdós); en Él,
una novela de Mercedes Pinto, directora
en Cuba de un consultorio radiofónico sentimental; en Abismos de Pasión, la novela Cumbres Borrascosas, de Emily Bronte;
en Don Quintín el Amargao, una comedia
corta de Carlos Arniches.
-“Elijo temas donde
yo pueda introducir algunos elementos irracionales” (Entrevistado por
Truffaut , París 1955)
-“Yo quería expresar
obsesiones de infancia eróticas y religiosas.”(Con Yvonne Baby, París 1961)
En los argumentos ajenos elegidos por Buñuel estaba latente
su mundo. Introdujo, a través de la adaptación cinematográfica, sus obsesiones
de infancia que son como marcas de fábrica en sus películas, un sello de
estilo. Como en un sueño recurrente, aparecen
imágenes que se asemejan: cuchillos cortando o a punto de cortar y a
punto de penetrar en la carne o en los ojos (Un perro andaluz, Él, El bruto); pies y piernas de mujeres y niñas (Los olvidados, Viridiana, Ensayos de un crimen); insectos, reptiles o aves (Abismos de Pasión, Tierra sin pan); el
sacrilegio religioso (Ensayo de un crimen, La Edad de oro).
-“No pongo nunca nada
simbólico en mis películas” (Entrevistado por Truffaut, París 1955)
-“Insisto en que no
trato de demostrar nada” ( Con Yvonne Baby, París, 1961)
Las obsesiones de todas las películas de Buñuel inspirarán a muchos críticos diferentes interpretaciones,
al hallar en sus imágenes oníricas un fácil sentido simbolista. Buñuel, en
1929, se burlaba de quienes pretendían encontrar explicaciones literarias en
los “símbolos” de Un
perro andaluz, y seguiría burlándose en el futuro. En Un perro andaluz, “nada”
quiere decir “nada”, nos decía
entonces; esta revelación de los primeros tiempos habría de guiarnos en la
interpretación de su obra posterior.
-“Lo más admirable de
lo fantástico es que lo fantástico no existe”. (Buñuel citando a A. Breton
en un coloquio en la Universidad de México, 1953)
Algunos quisieran ver etapas bien delimitadas en su carrera.
De no ser por las diferencias determinadas por un cambio en su situación
geográfica, su obra presenta una
importante unidad.
El pretendido paso del surrealismo de Un perro andaluz y La
Edad de Oro a una etapa realista que
comenzará con Tierra sin Pan, solo
es aparente.
El tránsito de España a México tampoco supone contradicción
en su obra. Las culturas española e indígena sufrieron en México un proceso de
integración que duró varios siglos. Paralelismos: el culto de los sacrificios
sangrientos en las pirámides, la mitología animal de los aztecas, en fin el
humor negro mexicano que se ríe de la muerte hasta el punto de hacer calaveras
y esqueletos de azúcar y mazapán.
Por todo ello, más que autor español hay que llamarlo autor
hispánico y sólo dentro de ese ámbito estético se siente a gusto. Esto explica
el fracaso de su experiencia cinematográfica norteamericana (1938-1946) y de algunas aventuras francesas (Así es la aurora, La Muerte en el jardín).
Esto explica, también, su exilio voluntario de tantos años en México
y su regreso temporal a España (Viridiana
), 1961, afrontando los inconvenientes
de tal visita.
La obra de Buñuel no
puede ser juzgada separadamente, sino en su totalidad. En otros autores, una
sola obra aislada de las demás puede
bastar para su definición. En él es necesario haber visto la anterior para
comprender mejor cada una de las nuevas obras, y cada nueva obra, a su vez,
hace comprender mejor las anteriores.
-“Me interesa la
ambigüedad en el estilo; una buena
película ha de poseer ambivalencia” (Con E. Poniatowska, México 1961)
-“La técnica no es un
problema para mí. Le tengo horror a las películas de encuadre o de ángulos
raros. Si en mis películas hay 250 planos, habrá en ella 250 planos, sin ningún
error, sin ningún lujo” (Con Truffaut, París 1961).
No crea escuela en España.
En México por el contrario, su influencia es más importante.
La larga carrera de este cineasta presenta caracteres paradójicos. Muchos grandes directores comienzan balbuceando, hasta que su
obra se desarrolla, plenamente en la madurez (Rossellini, por ejemplo ) Otros debutan con brillantez para después
caer en el empequeñecimiento o la mediocridad. Buñuel, por el contrario,
comienza en la juventud con una película sensacional, Un perro andaluz. ” Tras Tierra sin pan (1932), y durante los primeros años de México,
todo hacía pensar en una decadencia definitiva. Inesperadamente y ya en plena
madurez, su obra ha vuelto a alcanzar categoría internacional. Todavía podemos esperar nuevas sorpresas…….”.
Y En efecto, así fue.
Hoy podemos recordar películas como:
Bella de día (1966-1967
Tristana (1970).
-El discreto encanto de la burguesía ( 1972).
-El fantasma de la
libertad ( 1974).
-Ese oscuro objeto del
deseo 1977).
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