miércoles, 9 de octubre de 2019

Cine: MIENTRAS DURE LA GUERRA


Nueva película dirigida por Alejandro Amenabar, que en los diez años transcurridos desde Ágora solo había estrenado la decepcionante Regresión. En esta ocasión nos acerca al comienzo de la guerra civil por una doble via, la ascensión de Franco a la Jefatura del estado y el cambio de actitud de Miguel de Unamuno ante el levantamiento militar.

No es posible saber hasta que punto la película es fiel a la realidad de lo ocurrido, teniendo en cuenta que ni siquiera los historiadores han sido capaces de ponerse de acuerdo, pero lo que hace la película es, a partir de unos hechos y personajes reales, establecer una ficción con visos de realidad. Lo que está claro es que es una obra de ficción y no un documental histórico y que, en mi opinión, trata con bastante objetividad, no imparcialidad, lo que narra.




Verano de 1936. Miguel de Unamuno, que había sido destituido destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca es restituido al apoyar públicamente la rebelión militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Mientras tanto, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente y es elegido como mando único "mientras dure la guerra", pero esta condición desaparece en el documento final. Unamuno, ante la deriva que toman los acontecimientos empieza a cuestionarse su postura inicial. 

La película me ha parecido interesante, con una buena ambientación y utilización de los espacios de Salamanca. Y dos buenas interpretaciones de Karra Elejalde, muy contenido, y Eduard Fernández, espléndido como casi siempre, como Unamuno y Millán Astray respectivamente. Del resto del reparto destaca la interpretación de Santi Prego, actor gallego poco conocido fuera de Galicia, que da vida a Franco sin caer en ningún tipo de exceso o caricatura.

Sobran, a mi entender, bastantes subrayados musicales (en general la música del propio Amenabar, es excesiva) y las escenas de sueños y flash back. Y también hay que señalar una cierta debilidad del guion, probablemente motivada por el deseo de mostrarse equilibrado entre las diferentes visiones posibles y evita profundizar en los personajes que nos presenta tan solo en ese momento, obviando su pasado. Esto es probablemente más grave en el caso de Unamuno cuya personalidad queda presentada de forma un tanto plana.  Pero creo que la película nos acerca a un momento histórico con el que enlaza el actual. Muestra las contradicciones de Unamuno frente al dogmatismo de los sublevados y en especial Millán Astray, tomando partido, como parece lógico, por el primero. Y utiliza la guerra como telón de fondo, sin imágenes de atrocidades ni de unos ni de otros.

Interesante película que puede gustar a aquellos que vamos al cine en busca de una historia con espíritu abierto y sin prejuicios.





 


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