Película dirigida por Florian Henckel von Donnersmarck. Este director alemán debutó en 2006 con La vida de los otros que ganó el Oscar a pelicula en lengua extranjera y varios premios internacionales. Una muy buena película sobre un oficial de la policía política de la RDA y su espionaje a una pareja formada por un escritor y una actriz, que hizo concebir muchas esperanzas sobre su director y guionista. En 2010 dirigió en los EEUU El turista, una película lamentable que, sin embargo, tuvo algunas buenas críticas y algún premio en EEUU. La sombra del pasado ha supuesto su regreso a Alemania con una historia basada en la del pintor alemán Gerhard Richter.
Cuando tenía seis años, Kurt Barnert vio como se llevaban a la fuerza a su tía, esquizofrénica, a un sanatorio donde sería eliminada como parte del programa de eugenesia nazi. Para los médicos afines al partido de Hitler, era un ser humano inservible y por lo tanto prescindible. Años después, Kurt se convierte en un joven con talento que estudia en la academia de arte. Allí conoce y se enamora de Ellie Seeband, hija del mismo doctor que firmó la sentencia de muerte de su tía.
La película alterna el desarrollo de este melodramático aunque real planteamiento con la búsqueda por parte del artista de su verdadera expresión. Como en un intento de combinar la historia personal de un artista con la historia de Alemania durante treinta años. Así vemos su inicial interés cuando de niño acompaña a su tia a una exposición de lo que los nazis llamaba arte degenerado, (Kandinsky, Mondrian, Picasso...), su paso desde el realismo socialista en la RDA a la Academia de bellas artes de Dusseldorf, representante del arte rompedor en Alemania, hasta encontrar en el realismo basado en la fotografía (fotopintura) su verdadera expresión. Posteriormente el artista evolucionó por otros caminos, pero esto queda fuera del periodo narrado en la película.
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Cuadro dedicadoa su tia Marianne |
Esa alternancia entre el melodrama familiar y el desarrollo artístico del protagonista no está conseguida. El universo familiar peca de la falta de definición y desarrollo de los personajes y situaciones faltas en bastantes ocasiones de coherencia narrativa. Su pareja, totalmente desaprovechada al igual que el resto de mujeres de la familia y su suegro, malvado de manual. Se ha querido crear una estructura dramática alrededor de la experiencia real de Richter con muy poca fortuna y credibilidad, con una trama que promete intriga totalmente desaprovechada. Muchos tópicos y poco desarrollo para una historia que se pretende importante y que, ademas, es excesivamente larga (tres horas)
Tampoco la interpretación ayuda al éxito. Ni el protagonista, para mi desconocido salvo por una serie de TV, Tom Schilling ni el bastante conocido Sebastian Koch consiguen transmitirme nada. La prometedora Paula Beer, a quien pudimos ver en Frantz ( 2016 François Ozon) tiene que asumir un personaje desaprovechado.
Una decepcionante película de las que antes se denominaban "mas grande que la vida"
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