jueves, 26 de octubre de 2017

Cine: MORIR


Hace cuatro años, una película, La herida, nos presentaba a un nuevo director, Fernando Franco y, sobre todo, consagraba a una actriz, poco conocida pero con una carrera en cine y TV, Marian Alvárez, que consiguió por su papel el premio a mejor actriz en San Sebastián y los Goya. Desde entonces la hemos visto en algunos papeles destacados como en Felices 140 o en Teresa (de TVE). Por su parte Franco ganó el Goya al mejor director novel.

Después de La herida, Fernando Franco ha seguido su carrera como montador en la que lleva ya quince años y donde cuenta con una de las mejores películas del año pasado, Que Dios nos perdone. Y ahora nos ofrece su segunda película, donde repite como autor del guión, junto con Coral Cruz, que ha trabajado también en otra de las películas destacadas del año, Incierta gloria.



Marta y Luis están de vacaciones en una casa junto al mar, pero cuando Marta habla de las próximas vacaciones, Luis no puede evitar confesarle que mintió sobre el resultado de las pruebas médicas que se realizó y que le queda poco tiempo de vida. A partir de ese momento, Marta pide la excedencia en su trabajo y los dos vivirán aislados mientras su relación de pareja se irá deteriorando.

Un tema duro, difícil de tratar. Que nos puede remitir tanto a Love Story (Arthur Hiller, 1970) como a Amor (Michael Haneke, 2012) o incluso a Proyecto Lázaro (Mateo Gil, 2016). Franco se centra sobre todo en el personaje de Marta, a la que como en La herida, da vida Marian Alvárez. Asistimos a los diferentes sentimientos que les genera la situación. La idea de luchar contra la enfermedad, la resignación, la desesperación, el echar de menos su trabajo, el intento de huir, el tratar de disfrutar de los últimos momentos... La degradación física y sentimental, la generosidad y el egoísmo a la vez de la pareja que nos va siendo mostrada hasta llegar al desenlace, en un guión bien construido, que no cae en el sentimentalismo ni en el morbo. Y todo ello servido con la ayuda de de dos actores totalmente involucrados en sus personajes. Marián Álvarez y Andrés Gertrudix, actor poco conocido pero veterano, pareja en la vida real (tuvieron que aplazar el rodaje por el nacimiento de su hija) son Marta y Luis. Sobre todo Marián, que esta inmensa. Va a ser difícil que se le escape el Goya.

Película dura sobre un tema difícil. Pero buen cine. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario