Película argentina, en coproducción con España y Francia, con guión y dirección de Santiago Mitre. De este director recuerdo haber visto hace dos años Paulina, que comenté en el blog. Está protagonizada por Ricardo Darín al que acompaña un nutrido reparto de destacados actores y actrices hispanoamericanos.
El presidente de Argentina, Hernán Blanco (Ricardo Darín) es un hombre común, o al menos así se presenta. Lleva pocos meses en el poder y asiste a una cumbre de países latinoamericanos que ultiman los detalles para crear una alianza petrolera con Brasil presionando por llevarse la mejor parte del acuerdo. A la vez, la sombra de un posible caso de corrupción destapado por su yerno, planea sobre su gobierno, lo que dará lugar a la presencia de su hija en el hotel donde se desarrolla la cumbre, aislado en plena cordillera de los Andes.
Una historia que no se acaba de definir. Una intriga política, un drama familiar, una intriga psicológica. Todo para mostrarnos como el "hombre común" que ha llegado a presidente de la nación, ni es tan común ni está tan limpio como pretende aparentar.
Está protagonizada por un estelar Ricardo Darín, que acaba de recibir el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián. Un actor que, a sus sesenta años, cuenta con innumerables interpretaciones brillantes,que siempre responde y al que casi siempre me creo.
El director parece inicialmente, tras un prólogo un poco a trasmano, tratar de meternos en una visión del mundo de la política, un poco a la manera de algunas series de televisión. Pero cuando aparece el personaje de su hija, y padece un ataque de ansiedad, se abre una intriga psicológica, con hipnosis incluida, que me pareció un tanto retorcida y, sobre todo, mal integrada en la historia. Una historia que, de todas formas, apoyada en actores tan solventes como Dolores Fonzi (la hija), a la que recuerdo en Paulina y Truman, Erica Rivas ( la jefe de gabinete), a quien vi en teatro con Darín en Secretos de un matrimonio, Paulina García (la presidente chilena) protagonista de Gloria, Daniel Giménez Cacho (presidente mexicano) visto en Blancanieves, entre otros, consigue mantener el interés, aunque deja demasiadas cosas sin explicar. También está la española Elena Anaya, como una entrevistadora, cuya presencia es claramente un recurso para que el personaje de Darín se defina.
A destacar que la música es de Alberto Iglesias, muy de su estilo.
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