lunes, 28 de marzo de 2016

Cine: EL REGALO


Película de intriga, dirigida por el actor australiano Joel Edgerton al que hemos podido ver como Ramsés en Exodus, así como en Black mass y El gran Gatsby entre otras. Aquí debuta como director de largometrajes. Es además autor del guión y uno de los protagonistas.



Simon (Jason Bateman) y Robyn (Rebecca Hall) son un joven matrimonio que se instala en la ciudad en la que Simon ha conseguido un puesto importante en la compañía en que trabaja. Robyn acaba de recuperarse de un aborto y la depresión posterior. El encuentro con un antiguo compañero de instituto de Simon, Gordon (Joel Edgerton) dará lugar a que éste empiece a introducirse en la vida de la pareja. A pesar de su extrema amabilidad, y de los numerosos regalos con que los obsequia , Simon no puede evitar sentirse incómodo con él, no sabemos si por su comportamiento algo extraño o por alguna cuenta pendiente de su relación en el instituto. Cuando algunos hechos de su vida salgan a la luz, dando un giro inesperado a su, hasta entonces, apacible rutina, hasta convertirla en una pesadilla, Robyn tendrá que replantearse la relación con su marido.

La aparición de un extraño venido del pasado de uno de los miembros de una pareja no se puede decir que constituya un punto de partida original. Tampoco el guión de El regalo tiene la consistencia que sería de desear, pero la película consigue generar inquietud e interesar al espectador. La figura del marido, realmente repulsivo cuando descubrimos su verdadera catadura de abusador del débil que no duda en mentir, engañar o perjudicar a quien sea para medrar, la mirada de Robyn, víctima insospechada de su marido y la venganza psicológica de Gordon, son los tres puntales en los que se apoya la estabilidad del relato que consigue así superar las debilidades del guión que, de otra forma, podría ser un telefilm de domingo por la tarde. 

La historia está bien llevada, con un par de sustos innecesarios, para crear un clima de intriga que, si bien tiene numerosos elementos de historias ya vistas, están convenientemente entrelazados. Las interpretaciones de los tres personajes principales me parecieron adecuadas, destacando Rebecca Hall, la Vicky de Vicky, Cristina, Barcelona (Woody Allen, 2008), aunque su doblaje no me gustó nada. Cada vez prefiero más la versión original. 

En resumen, una película entretenida, una intriga psicológica que, aunque falta de originalidad, está bien desarrollada.





No hay comentarios:

Publicar un comentario