lunes, 21 de diciembre de 2015

Cine: SUFRAGISTAS


El domingo fuimos convocados todos los españoles mayores de 18 años a elegir a nuestros representantes. Todos, hombres y mujeres. Esto, que nos parece lo más natural,  no fue posible hasta bien entrado el siglo XX en la mayoría de los paises.
 La lucha de la mujer por conseguir el derecho al voto se extendió a lo largo del siglo XIX, pero no fue hasta el siglo XX y la Primera guerra mundial que se consiguieron los primeros éxitos importantes. El primer pais europeo en donde las mujeres pudieron votar fue Finlandia, en 1907. Le siguieron pocos años después  Noruega y Dinamarca. En Estados Unidos se aprobó en 1920, en Inglaterra en 1928, en España en 1931 y en Francia en 1944. La Convención sobre los derechos políticos de la mujer  fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1952 y entró en vigor el 7 de julio de 1954, explicitando el derecho de las mujeres al voto y su acceso a cargos públicos: 
Las mujeres tendrán derecho a votar en todas las elecciones en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna. Algo que en la actualidad tomamos como algo habitual, incluso sin darle demasiada importancia, no hace tanto que lo tenemos. Un derecho, el voto femenino, que aún está ausente en algunos lugares del planeta.

Inglaterra está considerada la cuna del sufragismo, movimiento político que surgió a finales del siglo XIX y reivindicaba el derecho al voto de las mujeres. En su lucha, las sufragistas interrumpían las comunicaciones cortando los cables del telégrafo, volaban buzones de correos y atacaban propiedades, y, cuando
iban a parar a la cárcel, se ponían en huelga de hambre para llamar la atención pública sobre su causa por la igualdad contra un Estado cada vez más brutal.Una de sus figuras fundamentales fue Emmeline Pankhurst. 

Sufragistas es una película inglesa generada por un grupo de mujeres en la   producción, guion y dirección (Sarah Gavron) que nos narra la situación del sufragismo en los años previos a la Primera guerra mundial, su actividad, y su primera victima mortal.


 La mayoría de estas mujeres no venían de clases altas, sino que eran mujeres trabajadoras que veían cómo sus protestas pacíficas no servían para nada. Radicalizadas y volviendo su lucha cada vez más violenta, estaban dispuestas a perderlo todo en su búsqueda de la igualdad.

Casi todos los personajes de la historia, Maud, Edith, Violet y su hija y Alice, son personajes ficticios. Cada una de ellas es un prototipo de mujer. Maud Watts es la imagen de la mujer trabajadora, madre y esposa, sometida su patrón y a su propio esposo, que por las circunstancias se ve mezclada en la lucha. Edith Ellyn (Helena Bonham Carter) representa a las mujeres que soñaron con estudiar una carrera profesional. Edith ha conseguido estudiar y convertirse en farmacéutica aunque ella habría querido ser doctora.Tiene la suerte de contar con el apoyo de su marido, quien participa en las actividades del movimiento. Violet Miller (Anne-Marie Duff) es una trabajadora de la misma lavandería en la que trabaja Maud. Tiene a una de sus hijas trabajando con ella. Es una de las mujeres que anima a Maud a unirse al movimiento sufragista a pesar de que ella misma recibe palizas de su propio marido quien no aprueba sus actividades feministas. 

Alice Haughton (Romola Garai) es la mujer de un parlamentario inglés. Desde su posición ventajosa, miembro de una clase social superior a las demás , quiere ayudar a aquellas mujeres que sueñan por un ideal.

Todas ellas siguen los pasos de una de las sufragistas más famosas de la historia de Inglaterra, Emmeline Pankhurst (Meryl Streep), quien permanece oculta porque las autoridades esperan cualquier momento para detenerla. Meryl Streep aparece en una sola escena pero su personaje está presente en todo el relato. 


Otro de los personajes reales que aparece en la película y que da sentido a la conclusión de la misma es Emily Wilding Davison (Natalie Press), la sufragista que perdió la vida en el derby de Epsom en 1913 al lanzarse sobre el caballo del Rey con la intención de colgarle una bandera sufragista.

El gran valor de la película es comunicarnos la importancia del movimiento por el voto de la mujer, algo que hoy nos parece completamente normal pero que supuso una lucha, no siempre pacífica, durante muchos años, si bien la imagen, real, de una lucha que podríamos definir como terrorista contra la brutalidad policial no deja de resultarme un tanto chocante. ¿Puede justificarse la violencia para conseguir unos fines nobles?

Al margen de su contenido histórico, tengo que decir que no me gustó el tratamiento cinematográfico. Rodada en planos muy cortos, recurriendo a desenfoques, acompañada de una fotografía poco nítida de el catalán Eduard Grau me recordó la reciente El clan. En cuanto al desarrollo de la historia, sigue un esquema clásico. La introducción de una persona alejada de la reivindicación en un grupo de activistas y su transformación en una activista comprometida. Una narración totalmente lineal. 

En la interpretación destaca la protagonista, Carey Mulligan a la que pudimos ver en An education, Drve, El gran Gatsby, Enemigos públicos... Y también, en un personaje bastante tópico (el jefe de policia) Brendan Gleeson.

En resumen una película importante pero que destaca más por lo que cuenta que por como lo hace. En este sentido recuerdo y prefiero  una producción reciente de TVE sobre Clara Campoamor, con Elvira Minguez como protagonista.

Y una curiosidad, en You tube se puede ver la filmación de la acción de Emily Davison en el Derby, recreada en la película.



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