lunes, 21 de octubre de 2013

Doña Perfecta en el Teatro María Guerrero



Ayer estuve viendo Doña Perfecta, de Pérez Galdós, en el María Guerrero. Me decepcionó. No me gustó la obra, ni la puesta en escena, ni me pareció que la interpretación estuviera a la altura.
No conozco la novela original (la he empezado a leer esta mañana), pero tengo la sensación de que la adaptación de Ernesto Caballero no es especialmente afortunada. La obra cuenta el conflicto entre la posición progresista del protagonista masculino, Pepe Rey y la actitud inmovilista de una sociedad apegada a creencias y formas de vida tradicionales, personalizada en Doña Perfecta. El pretexto, la llegada de Pepe Rey a casa de su tia, Doña Perfecta, para formalizar la boda con la hija de esta, Rosario, boda acordada por sus padres, sin que ambos se hayan conocido.
La obra está ambientada, innecesariamente, en tres épocas distintas, actual, años cincuenta y finales de siglo XIX. No pongo en duda que lo que Galdós plantea en su obra sigue siendo válido hoy en dia, pero creo que esta distinción de épocas no tiene sentido. La adaptación, que discurre en sus dos primeras partes como un drama más o menos rural, en una linea que podría emparentarla con La Malquerida o Bernarda Alba, se pierde en la última parte con una intervención del ejército contra partidas locales, que no viene justificada por el desarrollo de la historia tal como la vemos y da lugar a un desenlace forzado. Tampoco la utilización de tres personajes femeninos como narradoras para hacer avanzar la acción me parece acertada.

Tampoco la interpretación es especialmente distinguida. Doña Perfecta es Lola Casamayor, buena actriz, habitual de series de televisión y papeles secundarios en cine, (La voz dormida, Benito Zambrano, 2011)) que está bien en su papel, pero el personaje exige algo más. Es un personaje que requiere, en mi opinión, más fuerza y personalidad que la que le aporta la actriz. En la versión cinematográfica (1977) la interpretaba Julia Gutierrez Caba. La réplica se la da Roberto Enriquez, otro habitual de la televisión, y aunque está correcto, también le falta fuerza en el personaje. En la temporada anterior, el papel lo interpretaba Israel Elejalde, al que he visto entre otras en La función por hacer, y creo que podría estar más adecuado. Destaca también Alberto Jiménez como el cura. Y no me gustó la actriz que hace de Rosario,  Karina Garantivá, quien trabaja habitualmente, con el director. (En el cine fue una jovencísima Victoria Abril)

Doña Perfecta está en el Maria Guerrero hasta el 24 de noviembre

6 comentarios:

  1. Tu comentario no es muy halagüeño pero el hecho de que un autor como Pérez Galdós, maestro de ambientes y tipos del Madrid de ese momento, nos hace ver que el disloque y adaptación de sus obras a veces desvirtúa su mérito. No voy a ir a verla

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    1. Acabo de terminar la novela. Realmente la adaptación del texto es bastante correcta. Lo que a mi modo de ver falla es la puesta en escena (y la interpretación). En cualquier caso no creo que sea de lo mejor de Pérez Galdós. Por cierto que en esta ocasión la acción se situa en un lugar indeterminado y no en Madrid, lo que no impide que la construcción de los tipos y ambientes sociales sea tan interesante como acostumbra.

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  2. También acabo de terminar la novela, edición Austral que además incluye tres finales más de otras versiones. Me parece que sigue siendo tan actual.!! Me remito a la introducción de esta edición: "Don Benito no deseaba vaciar al hombre de fe, quería desenmascarar las supersticiones, las dañinas para el desarrollo de la edad moderna". De una gran valentía!!

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    1. La edición que yo he leido es la de Alianza. ¿Te importaría dejarme la tuya? Voy a hacer un pequeño trabajo sobre la novela vs. la obra teatral y los finales alternativos creo que me ayudarían. Gracias de antemano.

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  3. Ayer vi la obra que, tras su lectura, me hizo disfrutar enormemente. Comparto los fallos de interpretación mencionados, en realidad el de Rosario, muy flojo y mal enfocado. Por lo demás, momentos de gran realismo y tensión dramática. Imprescindible leer la obra.

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    1. Después de leer tu comentario he revisado lo que escribí y sigo pensando lo mismo. Evidentemente la novela está muy bien, pero la adaptación al teatro de Ernesto Caballero, pese a su fidelidad a la letra de Galdós, no me gusta. Creo que desaprovecha un texto muy superior a su puesta en escena. La gran virtud que tuvo la representación teatral es que me indujo a leer la novela, cosa que de otra forma no creo que hubiera hecho.

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