La película se presentó en el Festival de Cannes, donde su protagonista, Marcello Fonte, obtuvo el premio al mejor actor y tuvo buena acogida. Está dirigida por Matteo Garrone, que llevó al cine el libro de Roberto Saviano Gomorra. También se ha presentado en el Festival de Valladolid y tiene cuatro nominaciones para los Premios del cine europeo (película, dirección, actor y guion).
Marcello es el dueño de una peluquería canina en un barrio de las afueras de la ciudad. Es un hombre débil, separado, con una hija, y se ve dominado por sus vecinos para que trapichee con droga, ayude en atracos... Le marca sobre todo su relacion con Simoncino, un exboxeador que aterroriza a todo el barrio con su violencia. Cuando por su ayuda a Simoncino pasa un año en la cárcel sin ninguna compensación por su parte, decidirá pasar a la acción.
Dice Garrone, que es también responsable del guion, que su historia nació de una imagen, unos perros encerrados en jaulas que eran testigos
de la explosión de la bestialidad humana. Pero que pretende ir más allá de una historia de venganza, que se trata de un hombre que, en su intento de redimirse tras una vida de humillación, se siente decepcionado tras haberse liberado a sí mismo y a sus vecinos e incluso, quizás, al mundo, de que éste permanezca indiferente. Lo que pasa es que, en mi opinión, que evidentemente no coincide con la mayoría vista la nominación al premio europeo, el como se llega a esa situación no está bien desarrollado. Me gusta el retrato del personaje central como un pobre y buen hombre amante de los perros y de su hija, e incluso sus relaciones con sus explotadores. Pero el como se llega a la venganza final, que además parece ser más resultado de la casualidad que de algo buscado, no me convenció en absoluto. No se trata de destripar aquí lo que ocurre, pero la actuación de Marcello desde que sale de la cárcel no tiene ningún sentido, al menos para mi. Todo me parece demasiado forzado.
Una película que podría considerarse próxima al neorrealismo por sus personajes y escenarios, en la que destacan las interpretaciones de Marcello Fonte y Eduardo Pesce y la fotografía, sucia, de unos ambientes degradados.
Puede decirse que es capaz de hacer recapacitar sobre la violencia y las situaciones que pueden llevar a ella, pero lo cierto es que no me satisfizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario