Yorgos Lanthimos es un director que nos ha ofrecido películas tan interesantes como desconcertantes. Canino y Langosta (no he visto Alps, otro de sus últimos títulos) fueron elogiadas por la crítica, lo que ha hecho que esta nueva producción fuera esperada con interés. Se presentó a concurso en el Festival de Cannes donde fue premiada como mejor guión, lo que no deja de sorprenderme ya que precisamente el guión me parece lo más flojo de la película.
Steven es un prestigioso cirujano que está casado con Anna, una competente y reconocida oftalmóloga. Ambos viven una existencia feliz junto a sus dos hijos Kim y Bob. Cuando Steve parece tomar bajo su tutela a Martin, un chico de dieciséis años que no tiene padre, la existencia familiar dará un giro inesperado y siniestro. Steven tendrá que cometer un sacrificio difícil de asumir o arriesgarse a perder todo lo que ama.
Tomando como base el mito clásico griego de Ifigenia y Agamenón, según el que Agamenón es castigado por los dioses por haber matado al ciervo sagrado, Lanthimos nos narra una turbia y terrible historia de venganza con un lenguaje y estética cinematográficos que nos recuerda a Kubrick y Haneke. Con una tensión tan terrorífica como bien graduada nos va introduciendo en las relaciones internas de esa familia, no tan modélica como aparenta, y la que mantiene Steven con el joven Martin y su madre para llegar, cuando introduce a Martin en el entorno familiar, a una situación absolutamente terrorífica mediante una capacidad, que podríamos llamar sobrenatural, de hacer el mal. Esa presencia de un extraño en un tranquilo entorno familiar tiene infinidad de antecedentes en el cine. Podemos recordar desde Teorema de Pasolini hasta Fanny games de Haneke, y es de ésta de la que especialmente parece tomar esta película el tratamiento de una situación de terror.
Los intérpretes Nicole Kidman, Colin Farrell (que ya estaba en Langosta) y el joven Barry Keoghan (al que vimos en Dunkerque) así como el resto del reparto dan perfectamente el tono distanciado y frío de sus personajes.
Película tan interesante como desagradable, aunque no por sus imágenes sino por el asombro y confusión que la historia produce en el espectador. Da para un comentario mucho más extenso. Me gustó más cómo lo cuenta que lo que cuenta.
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