Película francesa, dirigida por Mia Hansen-Love, joven directora (35 años), casada con uno de los directores más prestigiosos de Francia, Olivier Assayas (Viaje a Sils María), 25 años mayor que ella. Con un estilo que recuerda a Eric Rohmer. El porvenir fue presentada en el último festival de Berlín donde obtuvo el Oso de plata a la mejor dirección.
Nathalie (Isabelle Huppert) es una profesora de filosofía de que da clases en un instituto de París. Está a gusto con su trabajo y reparte su tiempo entre sus alumnos y su familia, con sus hijos ya mayores y su madre algo senil. Hasta que un dia su marido se va con otra mujer. Ese será el primero de una serie de grandes cambios que obligarán a Nathalie a reinventar su vida.
Ese proceso es el que nos muestra la película. Nathalie ve como primero su marido y luego su madre desaparecen de su vida. Se relaciona con un antiguo alumno, conoce su vida en una especie de comuna. Ve como su editorial cancela sus proyectos. Tiene un nieto... Verse de repente desasistida en una especie de vacío en un momento de la vida en que parece que se deben tener respuestas claras...Todo esto contado de una manera sencilla, pausada, muy francesa. Escenas sueltas, diálogos en los que la filosofía flota sobre los personajes. Toda la película gira alrededor del personaje de Nathalie y Nathalie es Isabelle Huppert que, como siempre, dota a su personaje de toda su personalidad y credibilidad.
Película notable, interesante, quizá demasiado intelectual, que exige cierto grado de atención, con un buen personaje central y una gran actriz.
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