Comedia española, dirigida por Maria Ripoll, realizadora catalana de la que no había visto ninguna de sus películas anteriores, entre las que destacan LLuvia en los zapatos y Rastros de sándalo.
Eva y Alex son una pareja que, tras años de noviazgo, decide casarse en el lugar en el que se enamoraron, un pequeño pueblo de la campiña inglesa, pero una huelga de controladores impide que el novio y los invitados se reúnan con la novia, la madre del novio y algunas de sus amigas que han viajado por adelantado. Como el novio no puede llegar a la boda, esta se tiene que aplazar. A partir de aquí la historia tiene tres desarrollos paralelos. El novio y los padres intentarán llegar a Londres desde Marsella, pero acabarán en Amsterdam. Los invitados viajarán en autobús hasta Inglaterra y las que ya están allí se verán también metidas en líos.
La película aparece deudora de muchas situaciones vistas en otras películas. Una comedia de enredo que, lamentablemente, sigue más la línea de los resacones americanos que la elegancia de Ernst Lubistch o Howard Hawks dando lugar a una serie de incidencias y gags de calidad muy variable.
Es cierto que, según se desprende de sus declaraciones, esto es lo que pretende su directora. Una comedia gamberra sobre la base de una seña de identidad que caracteriza, según ella, a los españoles: al salir al extranjero armamos jaleo. Ya sea por el tono de voz, la costumbre de besarnos o abrazarnos o intentar hacernos entender en todos los idiomas hablando
español despacio y gritando.
Realmente, si este es su objetivo, lo consigue. Lo que pasa es que el guión se recrea en situaciones especialmente retorcidas e increíbles, que personalmente no me consiguen interesar.
El protagonista absoluto es Dani Rovira que, después de Ocho apellidos vascos vuelve a interpretar a un personaje que, sin tener nada que ver, se le parece mucho. ¿La razón? Se trata de Dani Rovira con sus muecas, sus bromas y su naturalidad; eficaz, pero que llega a cansar. De momento ha disfrutado del éxito de los apellidos y parece que también de la que comento, pero corre el riesgo de encasillarse (la segunda parte de los apellidos se está rodando y promete más de lo mismo). Pero la pregunta es si esto le convierte en buen actor y podrá adaptarse a otro tipo de papeles. La replica se la da María Valverde que como él ganó el Goya a actriz revelación por La flaqueza del bolchevique en 2003 y a la que hemos visto como esposa de Moisés en Exodus hace unos meses. Lo cierto es que la parte de la película dedicada a sus andanzas es la que me resultó más entretenida. Destaca también la presencia de Jordi Sanchez, actor de la serie Lo que se avecina, que repite todas las características de su personaje en la serie.
En resumen. Da la sensación de una apuesta sobre seguro donde se ha evitado cualquier tipo de riesgo (cinematográfico) sin importar demasiado la calidad de la propuesta.
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