No conocía a Pablo Remón, el autor y director de esta función, aunque ahora he visto que ha participado en los guiones de varias películas notables como Cinco metros cuadrados (2011) y No sé decir adiós (2017). Como director y autor teatral, en 2013 funda la compañía de teatro La Abducción, con la que estrena su primera obra La abducción de Luis Guzmán. Con Muladar, su segunda obra,y escrita con su hermano Daniel Remón, gana el Lope de Vega de Teatro en 2014. Su tercera obra 40 años de paz fue nominada a los premios Max y resultó finalista a Mejor Autor Revelación.
o
varios
tratamientos
y
que
los
mueva
por
productoras
con
la
esperanza
de
que
se
conviertan
en
películas,
pero
l
a
mayor
parte
de
estos
tratamientos
nunca
se
producen.
El
tratamiento
cuenta
la
historia
de
uno
de
estos
guionistas:
un
cineasta
frustrado
que
trabaja
dando
clases
de
guion
y
hace
mucho
que
solo
escribe
telepromociones
.
“
Llevo
quince
años
escribiendo
guiones.
Algunos
se
convirtieron
en
películas.
Otros
se
rodar
on,
pero
por
el
camino
cambiaron
tanto
que
costaba
reconocerlos.
Otros
no
se
rodarán
nunca
y
se
quedarán
en
el
cajón,
sin
llegar
a
nacer
”
,
explic
a
su
autor
y
director,
Pablo
Remón
,
responsable
de
los
guiones
de,
entre
otras
películas,
Casual
Day
,
la
reciente
No
sé
decir
adió
s
y
nominado
al
Goya
a
mejor
cortometraje
por
Todo
un
futuro
juntos
.
“
Quería
contar
la
relación
personal
que
el
guionista
tiene
con
esas
ficciones
y
personajes,
la
manera
en
que
convive
co
n
ellos
y
alimentan
su
vida
”
.
Pero
El
tratamiento
también
es
el
retrato
de
varios
personajes
que
comparten
el
deseo
de
escribir.
A
modo
de
álbum
d
e
fotos,
vemos
lo
que
fueron,
lo
que
querrían
haber
sido,
lo
que
son.
Lo
que
escriben
y
lo
que
no
escribirán
nunca.
Cinco
actores
interpretan
a
una
veintena
de
personajes,
pasando
por
multitud
de
espacio
s
y
tiempos.
Una
narración
eminentemente
teatral,
pero
de
aspiración
novelesca
y
cinematográfica.
Un
intento
de
hacer
una
obra
de
obras,
donde
lo
vivido,
el
pasado,
lo
narrado
y
lo
imaginado
se
pongan
al
mismo
nivel.
Recuerdo
y
ficción
se
entrelazan.
¿No
e
s
así
como
recordamos
el
pasado,
como
una
película
En la industria cinematográfica se utiliza el término "tratamiento" para referirse al resumen desarrollado de una futura película, un paso previo al guión. La obra nos acerca a la figura de un guionista, un cineasta frustrado que da clases de guión y nos cuenta la relación personal que se establece con esas ficciones y personajes, la manera en que convive con ellos y alimentan su vida. Pero también es el retrato de unos personajes que comparten el deseo de escribir.
Se nota el origen cinematográfico del autor. Un desarrollo nada tradicional ni convencional de la trama, donde cinco actores interpretan una veintena de personajes pasando por multitud de espacios y tiempos, pero que encuentran, gracias a la eficaz puesta en escena y la agilidad de su desarrollo, su plasmación en un escenario. Una sucesión de escenas donde se nos muestra lo que fueron, lo que hubieran querido ser, lo que son. Lo que escriben y lo que nunca escribirán.
Bárbara Lennie, Francesco Carril, Ana Alonso, Francisco Reyes y Emilio Tomé dan vida a los diferentes personajes y consiguen, especialmente los tres primeros, unas muy notables interpretaciones. A Bárbara Lennie no la vamos a descubrir ahora. Tiene una premiada carrera en cine y teatro y aquí está perfecta. A Francesco Carril le recuerdo en un par de películas de Jonás Trueba, y no me había llamado la atención. Aquí me ha gustado. Y también Ana Alonso, a la que no conocía.
Mención merece la escenografía, sencilla y eficaz, de Mónica Boromello. Una caja con las paredes construidas con paneles perforados al estilo de un taller de carpintero, con los ganchos para poder colgar todos los elementos que sirven para contar la historia. Una serie de objetos, elementos de iluminación y vestuario que empiezan colgados y distribuidos a lo largo y ancho de la pared para ir desapareciendo poco a poco, conforme juegan en el escenario.
Un buen espectáculo, sencillo pero con profundidad en sus personajes, una reflexión sobre el mundo de la ficción, hecha con bastante humor. Volverá al Teatro Pavón-Kamikaze próximamente.
Pero
El
tratamiento
también
es
el
retrato
de
varios
personajes
que
comparten
el
deseo
de
escribir.
A
modo
de
álbum
d
e
fotos,
vemos
lo
que
fueron,
lo
que
querrían
haber
sido,
lo
que
son.
Lo
que
escriben
y
lo
que
no
escribirán
nunca.
Cinco
actores
interpretan
a
una
veintena
de
personajes,
pasando
por
multitud
de
espacio
s
y
tiempos.
Una
narración
eminentemente
teatral,
pero
de
aspiración
novelesca
y
cinematográfica
o
varios
tratamientos
y
que
los
mueva
por
productoras
con
la
esperanza
de
que
se
conviertan
en
películas,
pero
l
a
mayor
parte
de
estos
tratamientos
nunca
se
producen.
El
tratamiento
cuenta
la
historia
de
uno
de
estos
guionistas:
un
cineasta
frustrado
que
trabaja
dando
clases
de
guion
y
hace
mucho
que
solo
escribe
telepromociones
.
“
Llevo
quince
años
escribiendo
guiones.
Algunos
se
convirtieron
en
películas.
Otros
se
rodar
on,
pero
por
el
camino
cambiaron
tanto
que
costaba
reconocerlos.
Otros
no
se
rodarán
nunca
y
se
quedarán
en
el
cajón,
sin
llegar
a
nacer
”
,
explic
a
su
autor
y
director,
Pablo
Remón
,
responsable
de
los
guiones
de,
entre
otras
películas,
Casual
Day
,
la
reciente
No
sé
decir
adió
s
y
nominado
al
Goya
a
mejor
cortometraje
por
Todo
un
futuro
junto
o
varios
tratamientos
y
que
los
mueva
por
productoras
con
la
esperanza
de
que
se
conviertan
en
películas,
pero
l
a
mayor
parte
de
estos
tratamientos
nunca
se
producen.
El
tratamiento
cuenta
la
historia
de
uno
de
estos
guionistas:
un
cineasta
frustrado
que
trabaja
dando
clases
de
guion
y
hace
mucho
que
solo
escribe
telepromociones
.
“
Llevo
quince
años
escribiendo
guiones.
Algunos
se
convirtieron
en
películas.
Otros
se
rodar
on,
pero
por
el
camino
cambiaron
tanto
que
costaba
reconocerlos.
Otros
no
se
rodarán
nunca
y
se
quedarán
en
el
cajón,
sin
llegar
a
nacer
”
,
explic
a
su
autor
y
director,
Pablo
Remón
,
responsable
de
los
guiones
de,
entre
otras
películas,
Casual
Day
,
la
reciente
No
sé
decir
adió
s
y
nominado
al
Goya
a
mejor
cortometraje
por
Todo
un
futuro
junto
o
varios
tratamientos
y
que
los
mueva
por
productoras
con
la
esperanza
de
que
se
conviertan
en
películas,
pero
l
a
mayor
parte
de
estos
tratamientos
nunca
se
producen.
El
tratamiento
cuenta
la
historia
de
uno
de
estos
guionistas:
un
cineasta
frustrado
que
trabaja
dando
clases
de
guion
y
hace
mucho
que
solo
escribe
telepromociones
.
“
Llevo
quince
años
escribiendo
guiones.
Algunos
se
convirtieron
en
películas.
Otros
se
rodar
on,
pero
por
el
camino
cambiaron
tanto
que
costaba
reconocerlos.
Otros
no
se
rodarán
nunca
y
se
quedarán
en
el
cajón,
sin
llegar
a
nacer
”
,
explic
a
su
autor
y
director,
Pablo
Remón
,
responsable
de
los
guiones
de,
entre
otras
películas,
Casual
Day
,
la
reciente
No
sé
decir
adió
s
y
nominado
al
Goya
a
mejor
cortometraje
por
Todo
un
futuro
junto
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