Guillaume Canet es un conocido actor, guionista y director francés que ganó un César como director por su segunda película, No se lo digas a nadie (2006), de la que no he encontrado que fuera estrenada en España. Tampoco recuerdo haber visto ninguna película dirigida ni interpretada por él. Su pareja es Marion Cotillard a la que sí he visto en bastantes ocasiones desde que con La vida en rosa ganara Oscar, Globo de oro, Bafta y César como mejor actriz. En Cosas de la edad, trata de contarnos como se puede sentir una pareja de actores como la suya cuando se encuentran en los cuarenta y sienten que ya no están en la onda.
Cuando la joven protagonista de una película que está filmando le dice que ya no es "rock’ n ‘roll", que es un carroza y ha descendido dramáticamente en la lista de los actores más deseados, Canet decide hacer cambios radicales en su imagen y su vida. Tanto su familia como sus amigos se sienten consternados cuando se percatan de que su transformación va mucho más allá de lo que nadie pudo pensar en un principio.
Lo que podía haber sido un ejercicio de reflexión sobre la crisis de los cuarenta en una pareja popular sometida al constante escrutinio de los medios, toma en esta película un camino hacia la estupidez que culmina en lo ridículo. Puede entenderse como una cierta (auto)crítica del personaje masculino (su pareja queda casi al margen de esa transformación) y de la cantidad de tonterías que podemos hacer los hombres en crisis. Lo que pasa es que ni el tema es mínimamente original ni está contado con un mínimo de gracia. Llena de tópicos sobre la preocupación humana, y sobre todo en aquellos que como los actores viven de su imagen, por la apariencia física. Y además excesivamente larga.
A destacar la presencia de Marion Cotillard, siempre buena actriz, y el cameo de Johnny Hallyday.
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