La acción se desarrolla en Moscú en 1953 y narra los acontecimientos que rodearon la muerte de Stalin en clave de parodia, que no ha gustado nada al régimen ruso actual donde ha sido prohibido.
Charles Chaplin en "El gran dictador" satirizaba despiadadamente a Hitler y Mussolini, eso sí cambiándoles los nombres y las insignias, Ernst Lubistch también se atrevió con Hitler en la soberbia "To be or not to be", tampoco faltan las sátiras del comunismo muy acertadas como "Ninotchka" también de Lubistch y "Un, dos, tres.." de Billy Wilder que he visto docenas de veces y que nunca me aburre.Lo que no recuerdo es ninguna película que satirizara la figura de Iosif Stalin, aquí también se ridiculiza a todo su entorno político y familiar.
La cinta comienza con una reunión de Stalin con su politburó que degenera en borrachera colectiva en la que acaban viendo películas de John Wayne, el dictador cuando se queda solo sufre un ictus, pero como nadie se atreve a entrar a sus dependencias sin ser requerido no es descubierto hasta el día siguiente, sucesivamente van apareciendo los miembros del politburó que al fin deciden avisar a un médico ardua tarea porque todos los buenos están el Gulag, con la definitiva confirmación comienza el esperpento, las ejecuciones sin sentido los "larga vida a Stalin" que ya está muerto,los codazos e intrigas, el miedo a la toma de decisiones que se supone podrian incomodar al dictador,la lucha por el protagonismo enSE el funeral y más tarde por el poder.La cinta está llena de gags delirantes, la repetición de un concierto radiófonico que no había sido grabado y que por no contradecir al dictador se repite con otro director y con público recogido en las calles, el narcisismo y estupidez de Melenkov su secretario personal " estoy exhausto ya no recuerdo quien está vivo y quien no", la guerra intestina entre Nikita Kruschev y Beria del servicio de Seguridad responsable de las ejecuciones y deportaciones, el discurso en el funeral del hijo alcohólico Vasily , interrumpido apropósito por el vuelo de los aviones, la vanidad del mariscal Zhukov con el pecho lleno de chatarra ...
Película divertida con buenas interpretaciones de Steve Buscemi como Kruschev,y de Jason Isaacs como Zhukov.
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