A la hora de plantearme ir a ver una película suelo guiarme por el nombre del director o por el tema que trata. También, en alguna ocasión, por los actores. Sin embargo, en esta ocasión lo que me atraía fundamentalmente era el guionista, Aaron Sorkin, responsable de los guiones de series de TV como El ala oeste de la Casa blanca y The Newsroom y de varias películas. Especialmente dos de ellas llamaron mi atención al tratar temas poco atractivos que, gracias al tratamiento del guión, consiguieron resultarme interesantes. Se trata de La red social ( David Fincher, 2010, por la que ganó el Oscar y el Globo de oro al mejor guión ) y Moneyball, Rompiendo las reglas ( Bennet Miller, 2011, por la que fue nominado a ambos premios).
La película es un retrato de Steve Jobs, considerado el responsable del éxito de Apple, la compañía que revolucionó el sector informático, al que nos presenta en tres momentos distintos, tres lanzamientos de productos fundamentales. El Macintosh en 1984, que suponía un desafío ante la supremacia del PC, el lanzamiento del NeXT computer en 1988, y la aparición de la primera iMac en 1998.
La relación de Steve Jobs con sus colaboradores (Steve ‘Woz’ Wozniak -Seth Rogen - y John Sculley -Jeff Daniels-, que representa para Jobs una figura casi paterna), con Lisa, su hija, y la madre de ésta y, sobre todo, con su amiga y jefa de marketing Joanna Hoffman (Kate Winslet), permiten mostrar un hombre que se siente rechazado desde la infancia, con un ego superlativo y bastante egoísta e intratable. La película nos adentra en este personaje al que nos presenta como un hombre de sentimientos reprimidos, contradictorio, fanático del control, narcisista, despreciable, encantador y perfeccionista.
El juego consiste en juntar a los seis personajes centrales en los cuarenta minutos previos a las tres presentaciones que componen la película y a partir de allí, crearnos la imagen del personaje central. No tengo la menor idea de si la imagen del personaje responde a la realidad. Parece que Sorkin se ha basado en una biografía autorizada escrita por Walter Isaacson, pero su desarrollo tiene elevadas cotas de ficción. El caso es que consigue interesar, a pesar del exceso de verborrea en algunos momentos, algo, por otra parte, típico de sus guiones.
Mención destacada a la interpretación, especialmente Michael Fassbender que me ha gustado mucho tanto aquí como en el Macbeth que comenté hace unos dias y Kate Winslet, de quien no recuerdo una interpretación que no me haya gustado.
El director es Danny Boyle. Tiene en su haber Trainspotting, Slumdog Millionaire (que ganó 8 Oscar en 2009, entre ellos mejor película y mejor director), 127 horas y la Ceremonia de inauguración de los JJOO de Londres en 2012. En esta ocasión no destaca especialmente, sometido a un notable guión.
Me gustó.
Mi hija y yo salimos con la sensación de no habernos enterado de nada!!! Tanto tema informático y visionada en inglés. Eso no quita, como comentas, el enorme disfrute de actores y de un guión veloz, intenso, palpitante. Buenas sensaciones.
ResponderEliminarYo la ví doblada y lo lamento. Creo que la terminología informática tiene poca importancia.Lo importante son las relaciones de Jobs con el resto de los personajes que nos dan una visión bastante completa del personaje. Insisto, no se si del Jobs real, sino del personaje que nos presenta la película. Y que lo hace muy bien, en mi opinión.
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