Prisioneros es una película de intriga muy interesante. Nos cuenta la historia de dos parejas (Hugh Jackman-María Bello y Terrence Howard-Viola Davis) que deben hacer frente a la desaparición de sus dos hijas de pocos años mientras celebran el día de acción de gracias.Su única pista es una autocaravana desvencijada que estuvo estacionada en su calle. El detective que dirige la investigación, (Jake Gyllenhaal) arresta al conductor (Paul Dano), pero la falta de pruebas le obliga a dejarlo en libertad. Según van pasando las horas, el pánico se apodera de todos, y uno de los padres, convencido de la culpabilidad del conductor de la caravana, lo secuestra y tortura para averiguar donde se encuentran las niñas.
Hasta aquí, la trama de la película. Bien contada, generando una gran tensión, siguiendo la investigación, hasta un tercio final en que la resolución de la historia, resulta poco satisfactoria y un tanto inverosímil. Pero lo más interesante son los personajes y sus reacciones.
La primera imagen de Prisioneros nos presenta a uno de los padres de caza con su hijo. Antes de que este dispare contra un ciervo, reza un Padrenuestro. Después nos cuenta que su padre le enseñó que hay que estar preparado para cualquier emergencia, razón por la cual tiene el sótano de su casa lleno de latas de alimentos y medios de supervivencia. Hay otros elementos que nos hacen preguntarnos, ¿Nos encontramos ante un integrista conservador y religioso? Pero a continuación le vemos llegando con su familia a casa de unos amigos negros para celebrar el Dia de acción de gracias. ¿Contradictorio?
La pareja de amigos son mucho más tranquilos. Confían en la policía y desaprueban los métodos violentos del otro padre. Pero cuando pueden intervenir para evitar la violencia ejercida contra el sospechoso, miran hacia otro lado.
El detective, se muestra independiente, solitario, desconfiado, tiene diferencias con su superior. Tiene que soportar los desplantes y acusaciones de los padres y ser respetuoso con la Ley. Lo cierto es que nos gustaría saber más de él.
La película tiene claras conexiones con varias otras de los últimos años. Por el tema, desaparición de niños, Adios, pequeña, adios (Ben Affleck, 2007),
El intercambio, (Clint Eastwood, 2008)
e incluso Séptimo, de reciente estreno, (Patxi Amezcua, 2013)
Pero aún más con otras dos Mistic river (Clint Eastwood, 2003)
y Zodiac (David Fincher, 2006), .
por la creación de unos ambientes opresivos alrededor de la investigación y la dureza de su contenido.
Está dirigida por Denis Villeneuve, canadiense, que adaptó hace unos años una muy interesante y dura obra de teatro, Incendios, de Wajdi Mouawad, que se ha visto en España, tanto en su versión cinematográfica como teatral. Estuvo nominada al Oscar para pelicula en lengua no inglesa el año 2011 en que ganó la danesa En un mundo mejor. Lo cierto es que la obra es dura y la adaptación al cine no me pareció muy lograda.
Capítulo aparte merece la interpretación. Los principales personajes masculinos están francamente bien. Las esposas, (Maria Bello y Viola Davis) tienen papeles mas limitados y en ambos casos se echa de menos una mayor definición de sus personajes. El de María Bello recuerda al que interpretaba en Una historia de violencia (Davis Cronenberg, 2005) con Viggo Mortensen, otra película con un desarrollo notable, pero con un desenlace poco convincente.
En fin una película recomendable pese a su final un tanto decepcionante y la dureza del argumento y alguna de sus imágenes.
Coincido contigo muy buena pelìcula, quizàs le sobra la trama algo tramposa del segundo sospechoso. El no final parece que se ha puesto de moda últimamente.
ResponderEliminarHabría que reflexionar sobre el tratamiento de la tortura en el cine y las series de TV
después del 11-S.