martes, 7 de enero de 2020

Cine: EL OFICIAL Y EL ESPÍA


El llamado "Caso Dreyfus" conmocionó a Francia en los últimos años del siglo XIX. En enero de 1895, el capitán Alfred Dreyfus, un joven y prometedor oficial, fue degradado por espiar para Alemania y condenado a cadena perpetua en la Isla del Diablo. Se trataba de una falsa acusación basada en el sentimiento antisemitista y la necesidad del gobierno francés de lavar una imagen muy deteriorada. Tan solo la intervención del jefe del Servicio de inteligencia, Georges Picquart, y algunos intelectuales como Emile Zola consiguieron sacar a la luz la corrupción y las mentiras en nombre de la razón de estado y que  Dreyfus fuera finalmente exonerado. 

Cuenta el director de esta película, Roman Polanski, que junto con el guionista Robert Harris empezaron a trabajar en la idea ocho años atrás. Cuando decidieron contar la historia desde el punto de vista del Coronel Picquart, uno de los personajes principales de la historia, Harris fue quien tras una intensa investigación escribió un libro que se convirtió primero en un Best seller y después en la base de la película. 

Presentada en el Festival de Venecia, la película obtuvo el gran premio del Jurado y el de FIPRESCI. Estuvo nominada a mejor película europea.

 

Entre los testigos que fueron responsables de la condena de Dreyfus se encuentra el coronel Georges Picquart (Jean Dujardin), encargado de dirigir la unidad que descubrió al espía. Cuando Picquart se entera de que se siguen pasando secretos militares a los alemanes, inicia una investigación en un entorno de mentiras y corrupción, poniendo en peligro su honor y su vida.  

Al tratar el tema desde el punto de vista de Picquart, la película se convierte en una historia de intriga, contada de manera eficaz y clásica por Polanski, que se adentra en un mundo muy jerarquizado donde, al menos en este caso, domina la supuesta razón de estado sobre la verdad y la legalidad. Denuncia así un sistema corrompido, no solo por la intolerancia.

Se ha hablado, en este sentido, de que el director ha querido trazar un cierto paralelismo e identificación con el personaje de Dreyfus. El lo ha negado, y sin entrar en la realidad o no de esta acusación, me parece que esta identificación no tendría sentido.

La película es muy correcta y mantiene el interés aunque es conocido el desenlace. En mi opinión el personaje de Pauline Monnier, interpretado por Emmanuelle Seigner, la esposa del director. Un personaje que aporta  poco a la historia y que da la sensación de que ha sido incluido, o al menos extendida su presencia, para facilitar su participación. 

Destaca la interpretación de Jean Dujardin, al que recordamos especialmente en The artist (2011) película por la que gano numerosos premios, incluido el Oscar, como Picquart, pero en general todos los interpretes contribuyen al desarrollo de una intriga de denuncia política muy interesante y recomendable.









  


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