Sam Mendes es un prestigioso director teatral inglés que debutó como director cinematográfico en 1999 con American Beauty. La película obtuvo ocho nominaciones al Oscar y ganó cinco, entre ellas mejor película y mejor director. También ganó varios Globos de oro y premios BAFTA. Un debut brillante que inició una carrera donde destacan Camino a la perdición (2002), Revolutionary road (2008) y los dos últimos títulos del agente 007. En muchas de sus películas ha contado con Richard Deakins como director de fotografía y Thomas Newman en la banda sonora al igual que en 1917, su octavo título.
A falta de conocer las nominaciones a los Oscar, de momento ha sido elegida mejor drama y mejor director en los Globos de oro y será una de las favoritas, sin duda, para los Oscar de este año.
Primera Guerra Mundial. En el frente occidental, un general encomienda a dos jóvenes soldados británicos la misión de entregar un mensaje urgente y decisivo para evitar que un batallón caiga en una trampa. Para realizar esta misión deberán abandonar la trinchera a plena luz del día y avanzar por el campo francés ocupado por los alemanes. Si no llegan a tiempo, 1.600 soldados perderán la vida, entre ellos el hermano de uno de los dos soldados.
En un extraordinario alarde de fotografía y montaje para desarrollar la historia aparentemente en un solo plano secuencia, Sam Mendes nos hace acompañar a los dos soldados en un recorrido lleno de muerte y destrucción por las trincheras y alambradas de los dos bandos, una ciudad fantasmal y destruida y un río lleno de cadáveres. La cámara los sigue permanentemente y nos introduce de forma total en su peripecia, haciéndonos sentir el horror de la situación. Todo ello en una exhibición de planificación del rodaje, necesitado de una coreografía y una hábil utilización de todo tipo de recursos. Es impresionante pensar en el esfuerzo que supone un rodaje de estas características.
La pelicula está concebida como un homenaje a las experiencias de su abuelo Alfred H. Mendes quien le contó sobre sus experiencias como cabo en la Primera Guerra Mundial, así como los pintorescos personajes a los que conoció durante su servicio militar. Tenía 19 años cuando en 1917 se alistó en el Ejército británico. Debido a su baja estatura, fue elegido para hacer de mensajero en el frente. La neblina del territorio entre las trincheras aliadas y enemigas facilitaba que pudiera llevar mensajes lateralmente de un puesto a otro. Su altura suponía que no era visible para el enemigo.
Creo que el gran protagonista de esta película es el director de fotografía, Roger Deakins, conocido sobre todo por su trabajo en las películas de los hermanos Coen, Denis Villeneuve y el propio Mendes. Ha ganado cuatro premios BAFTA y suma catorce candidaturas al Oscar, que ganó el año pasado por Blade runner 2049.
La película nos narra una acción en la que nos recuerda el sinsentido y la barbaridad de una guerra. Nada nuevo. Lo destacable es la forma en que lo hace, aunque para ello prescinde de toda consideración en el desarrollo temporal de lo que narra, al condensar en las dos horas de película un viaje que dura más de una noche.
En cualquier caso, una muy notable película, excelente formalmente, totalmente recomendable, asumiendo que se trata de una película bélica.
Interesantísima película, plano secuencia impecable que va muy bien con la historia narrada, es como acompañar en el itinerario a los personajes,en la historia prima el heroismo personal alejado del patrioterismo.
ResponderEliminar"Bajando al suelo o subiendo al trono viaja más rápido el que viaja solo", esta frase con que despiden a los soldados, ¿sabéis de quien es? suena muy shakesperiana.
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