Kore-eda es un director con presencia frecuente en los festivales de Cannes, Venecia y San Sebastián, donde ha cosechado diferentes premios. Su película Un asunto de familia fue candidata al Oscar en lengua no inglesa el año pasado y la que ahora comento inauguró el de Venecia este año. Sus últimas películas parecen centrarse en las relaciones familiares y el juego entre verdad y ficción.
Al igual que otros directores asiáticos se ha incorporado a la producción occidental, siguiendo los pasos de directores tan notables como Ang Lee, o Asghar Farhadi, en esta coproducción entre Francia, Suiza y Japón.
Fabienne (Catherine Deneuve) es una estrella del cine francés, amada y alabada por todos los hombres que llegaron a formar parte de su vida. Cuando publica sus memorias, su hija Lumir (Juliette Binoche) regresa de Nueva York, donde vive con su familia. El reencuentro entre madre e hija no tardará en convertirse en un enfrentamiento: se revelarán verdades, se ajustarán cuentas, se hablará de amor y de resentimiento.
¿Que hace que una familia sea una familia? ¿La verdad o las mentiras? ¿Como se escoge entre una verdad cruel y una mentira bondadosa? Estas son las preguntas que, según dice, se hizo el director durante todo el rodaje, y a las que espera que cada espectador encuentre su propia respuesta. Da la sensación de que esas mismas preguntas son las que se ha hecho en sus últimas películas.
Aquí desarrolla una trama donde se mezclan la vida real de Fabienne y el rodaje de una película en la que actúa. Cine dentro del cine o, como ahora se dice, construcción metafílmica. Verdad contra representación, algo que encontramos en la naturaleza del cine y que sirve aquí para reflexionar acerca de la vida y las relaciones entre una diva, su hija, su nieta y el entorno que la rodea, partiendo de unas memorias tan poco verdaderas como los recuerdos de las personas que en ella aparecen.
En el fondo lo que nos viene a decir la película es que hay muy poca diferencia entre la verdad y la mentira, porque lo que subyace es lo esencial y funciona por al margen de conflictos y recelos. En el fondo son dos caras de la misma moneda.
La película se mueve alrededor de Catherine Deneuve que, aunque nunca me ha parecido una gran actriz, se desenvuelve como la gran dama que es, parodiándose a si misma. A su alrededor, como satelites, su hija, Juliette Binoche, su yerno, Ethan Hawke y su nieta, una niña que asume las fantasías de su abuela y comienza a desarrollar las suyas propias. Su marido actual, su agente y las actrices de la película que rueda. Y la presencia fantasmal de una competidora que parece haber marcado toda su trayectoria. Todo un mundo de personajes que se diluye ante la presencia de la diva. Y es lástima porque son personajes que podían dar mas de si.
En cualquier caso, una película interesante y atractiva sobre el juego de la ficción. Bastante recomendable.
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