sábado, 7 de diciembre de 2019

Cine: EL IRLANDÉS


Al igual que ocurriera el año pasado con Roma, se ha estrenado en unas pocas salas esta película producida por Netflix. No se sabe bien si esta concesión por parte de la plataforma es para hacer posible su candidatura a los Oscar, pero el caso es que se presenta en Madrid en solo dos cines, mientras ya se encuentra disponible en TV. Personalmente considero que es película para pantalla grande y, sobre todo, verla de un tirón, pero lo cierto es que pocas productoras están dispuestas a invertir 150 millones de dolares en una producción. Y Scorsese lo sabe perfectamente. No podemos saber si Martin Scorsese, que acaba de cumplir 77 años, encontrará producción para más películas, pero parece difícil que si sigue rodando sea para producciones tan monumentales como esta. Y más teniendo en cuenta que su anterior película, Silencio, no recuperó en taquilla su coste.

Esta película ha supuesto, por una parte, el reencuentro de Scorsese con dos de sus actores favoritos, Robert de Niro y Joe Pesci, y el de Robert de Niro con Al Pacino y por otra el primer trabajo del director con Al Pacino. Como Scorsese ha dicho,  “Lo que se ve en la película es su relación como actores, como amigos, en los pasados 40, 45 años. Ocurre algo mágico ahí”. 

El irlandés supone el regreso del director a un tema ya tratado por él y por otros muchos directores en otras ocasiones, el crimen organizado y su relación con la sociedad y la política americana. Títulos como la saga de El Padrino, Erase una vez en América... y las del propio Scorsese, Uno de los nuestros y Casino. Como alguien ha escrito, si en un momento del siglo pasado se habló del western crepuscular, a partir de Érase una vez en América se puede hablar del cine de gangsters crepuscular. El irlandés se sitúa claramente en ese apartado.

La película es una adaptación del libro "I Heard You Paint Houses", (He oido que pintas casas) de Charles Brandt, a cargo del prestigioso guionista Steven Zaillian (La lista de Schindler, American Gangster). 






Una historia sobre el crimen organizado en la América de la posguerra contada a través de los ojos del veterano de la Segunda Guerra Mundial Frank Sheeran, un sicario que trabajó junto a algunas de sus figuras más destacadas del siglo XX. A lo largo de varias décadas, ofrece un viaje a través de los corredores ocultos del crimen organizado, su funcionamiento interno, rivalidades y conexiones con la política dominante, centrándose en uno de los misterios sin resolver de la historia de Estados Unidos, la desaparición del  jefe sindical Jimmy Hoffa. 

Me resulta difícil comentar una película como ésta que abarca tantos aspectos. Una obra tan extensa y compleja, llena de momentos extraordinarios, bien contada, con buenos personajes, en la que la política y el crimen se asocian en una combinación de la que no escapa nadie. A través del protagonista se puede conocer la  ambición, el poder, la corrupción, la avaricia y la crueldad que han movido un pais como los EEUU. Frank Sheeran tiene que escoger entre ser fiel a su protector Russell Bufalino o a su amigo, Jimmy Hoffa, siempre con la mirada puesta en la defensa de su familia a la que es consciente de haber defraudado. Si hubiera que definir el tema de la película este podría ser la vejez, la devastación física y mental que ha sufrido el narrador, un viejo Frank Sheeran, ya cerca de su final en una residencia de ancianos, que recuerda, o confiesa, los pormenores de su vida criminal y familiar intentando comprender el por qué de su soledad y el desprecio que por él siente su hija Peggy, un gran personaje, fundamental en la historia. Todo lo que le queda son sus muertos. 

Y, naturalmente, hay cosas que no convencen. La longitud, ¿son necesarias tres horas y media para el relato? ¿No se podía haber reducido evitando algunas reiteraciones? Lo previsible de muchos momentos, sobre todo en su primera hora, un "más de lo mismo" de varias películas de Scorsese. Y el rejuvenecimiento digital de los actores. ¿Acertado? Una decisión controvertida, sobre todo porque se rejuvenecen los rostros, pero no los cuerpos y los actores se mueven como lo que son, hombres de cerca de ochenta años representando  a personajes de cuarenta o cincuenta

Mención especial para los actores, al margen de la caracterización ya mencionada. Robert de Niro vuelve a ser ese actor que nos asombró en El Padrino II y Taxi driver, que nos había decepcionado en sus últimos papeles. Al Pacino es un convincente Hoffa y Joe Pesci, regresado a las pantallas tras bastantes años retirado, está extraordinario como Russell. Y hay que destacar también a Anna Paquin, a quien recordamos ganadora del Oscar a mejor secundaria por El piano (1993), que aquí es Peggy, la hija de Frank que con su mirada nos transmite todo el desprecio que siente por su padre. Todos dentro de un gran elenco convincente en sus personajes.

Una muy buena película.

1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo,en los pros y en los contras,las interpretaciones son buenas pero quedan un poco lastradas precisamiente por el movimiento sobre todo De Niro actúa algo rígido como si llevara un corsé,no conozco la novela pero toda la trama es muy similar a "AMÉRICA" de James Ellroy,feroz detractor de los Kennedy,lo deja claro desde el prólogo:
    "Jack fue asesinado en el momento óptimo para asegurarse la santidad y en torno a su llama eterna sguen girando las mentiras.Ya es tiempo de desalojar su urna y de exponer a la luz unos cuantos nombresque contribuyeron a su ascenso y que facilitaron su caída".






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