jueves, 10 de mayo de 2018

EL ORDEN DEL DÍA----ÉRIC VUILLARD.















Éric Vuillard
El orden del día.
Editorial Tusquets
 Pag.141

Éric Vuillard es un escritor y guionista francés, también ha dirigido dos películas, sus novelas recrean hechos históricos en épocas muy variadas, desde una aproximación a Búfalo Bill a la caida del imperio inca, la expansión colonial  en África o la toma de la Bastilla , la mayoría de ellas sin editar aún en España, si lo ha hecho esta estupenda y breve novela  "El orden del día" que viene avalada con el premio Goncourt de 2017.
La novela es una visión histórica y documental que analiza toda la actividad prébelica del nazismo, desde la búsqueda del dinero de las grandes fortunas empresariales alemanas ,a la anexión de Austria y a la vergonzosa conferencia de Munich, abarca pues un periodo desde Febrero de 1933 a Septiembre de 1938.
La novela no es una novela histórica al uso en la que se mezclan personajes de ficción con los personajes reales, es más bien una crónica de los acontecimientos históricos reseñados, con el punto de vista subjetivo del narrador al que le interesa más la trastienda, lo que sucede entre bambalinas, la otra cara de lo que se nos ha contado y que hemos visto en multitud de imágenes y documentales, un ejemplo: así nos narra la reunión de Munich :




"Se abruma a la Historia, se pretende que ésta obliga a adoptar poses a los protagonistas de nuestros tormentos. No vemos nunca el dobladillo mugriento, el hule amarillento, la matriz del talonario, la mancha de café. Tan solo nos mostrarán el perfil amable de los acontecimientos. Con todo ,si miramos bien, en la fotografía donde aparecen Chamberlain y Daladier, en Múnich, justo antes de la firma, a la vera de Hitler y Mussolini, los Primeros Ministros inglés y francés no parecen muy ufanos. Aun así, firman. Tras cruzar las calles de Múnich entre los vítores de una inmensa multitud que los recibe con los saludos nazis, firman.

Por lo visto en Múnich ha nacido una inmensa esperanza. Aquellos que dicen eso ignoran lo que significan las palabras. Poco después, Édouard Daladier, en Radio París, mil seiscientos cuarenta y ocho metros en onda larga, tras unas notas musicales, habla. Tiene la certeza de haber salvado Europa, eso nos dice. No se cree nada.¡ Ay ,pobres gilipollas, si supieran la verdad !, parece ser que murmuró al bajar del avión frente al gentío que le aclamaba. En ese grande y sórdido cambalache, donde se gestan ya los peores acontecimientos, impera un respeto misterioso por la mentira.

El libro consta de dieciséis apartados, en los dos primeros "Una reunión secreta" y " Las máscaras" se aborda el encuentro que en febrero de 1933 mantuvieron el presidente del Reichstag, Hermann Göring, y Adolf Hitler con venticuatro de los más importantes representantes de la industria y de las finanzas alemanas, el objetivo convencerles para que financien la campaña electoral del partido nazi, la contrapertida el freno a la inestabilidad económica y conflictividad laboral, frenar el comunismo, suprimir los sindicatos...

Y si el partido nazi alcanza la mayoría, añade Göring, estas elecciones serán las últimas durante los próximos diez años; e incluso- añade con una sonrisa--durante los próximos cien años.


Todos pasaron por caja, estaban acostumbrados a la corrupción política, a la postre ellos sobrevivirán a este y cualquier otro régimen porque son más que personas, son solo las máscaras , debajo de ellas lo que hay son los coches que conducimos, los medicamentos que nos calman, los alimentos , los seguros que pagamos , las ropas que nos visten... este régimen les supondrá prosperidad ,se aprovecharán de la mano de obra gratuita judía.. y si algo sale mal sus corporaciones seguirán porque ellos estarán sobre el bien y el mal, son el clero de la gran industria "Y se  mantienen allí impasibles, como venticuatro calculadoras en la puerta del Infierno",aunque alguno como Gustav Krupp el gran empresario del acero alemán empezó a ver fantasmas en los últimos momentos de la guerra "Y lo que vió ,lo que emergió lentamente de las sombras, eran decenas de miles de cadáveres, los trabajadores forzados, aquellos que las SS habían suministrado para sus fábricas. Surgían de la nada".
 Para todos es sabido la tragedia que representó el advenimiento del nazismo, Vuillard la aborda pero su mirada también tiene mucho de sarcasmo ridiculizando situaciones y personajes ,así nos encontramos a un
pedante Ribbentrop,altivo y a la vez servil, vendedor de humo y de champagne, bon vivant y sobre todo banal, realquilado de Chamberlain mientras fue embajador en Londres y promocionado a Ministro de Asuntos exteriores, Vuillard lo califica como Ribbensnob, también Hitler queda ridiculizado Lord Halifax en una visita privada le confunde con un lacayo y le da su abrigo cuando le abre la puerta del automóvil, Hitler queda retratado como la parodia chapinescla de" El gran dictador" vociferando en la misma lengua inventada y con el brazo doblado en un ademán un poco femenino, dirigiéndose a los entusiastas austriacos, en una fallida entrada triunfal ,en la que todo falló con los Panzer atascados en el fango, un ejército empantanado y ridículo y la multitud harta de agitar banderitas nazis.
Con todo la tragedia sigue presente ,con la ocupación de Austria, llegan las primeras víctimas de las muchas que habrían de llegar, no están provocadas por las armas, mil setecientos suicidios en la primera semana, según la prensa por causas desconocidas " Esa pequeña apostilla trivial nos llena de vergüenza. Porque el 13 de Marzo, nadie puede desconocer los móviles de todos ellos. Nadie. Además, no debe hablarse de móviles, sino de una sola y misma causa" 
Una gran novela , una mirada crítica y política sobre unos acontecimientos que no se deberían repetir, pero que por desgracia no son descartables y Vuillard lo advierte en el último párrafo del libro:

         "Nunca se cae dos veces en el mismo abismo. Pero siempre se cae de la misma manera, con una mezcla de rídiculo y pavor. Y uno quisiera tanto no volver a caer, que se agarra, grita. A taconazos nos quiebran los dedos, a picotazos nos rompen los dientes, nos roen los ojos. El abismo está jalonado de altas moradas. Y la Historia está ahí, diosa sensata, estatua erguida en medio de cualquier Plaza Mayor, y se le rinde tributo, una vez al año, con ramos secos de peonias,y a modo de propina, todos los días, con pan para las aves".

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