lunes, 22 de diciembre de 2014

Cine: MR. TURNER



Will Turner, además de un personaje de la serie Piratas del Caribe (interpretado por Orlando Bloom), fue uno de los más importantes pintores ingleses de los siglos XVIII y XIX. Especializado en paisajes, tanto pintando al oleo como en acuarelas, fue llamado el pintor de la luz y su trabajo considerado como un paso hacia el impresionismo, movimiento que se desarrollaría un cuarto de siglo después de su muerte.

Los barcos, las naves, el río y el mar definieron la experiencia temprana de Turner. Joseph Mallord William Turner (1775-1851) nació y se crió en la congestionada zona del rio Támesis en Londres. Cuando cumplió los 10, fue enviado a vivir con sus familiares en Brentford, sobre el mismo río, y después se marchó a estudiar a Kent, en la costa cercana a Margate, lugar que le propició su amor por la luz y donde volvió con frecuencia a lo largo de su vida.
Su padre vendía su obra en la barbería que regentaba. Fue Joshua Reynolds, uno de los más influyentes pintores ingleses del siglo XVIII y uno de los fundadores de la Real Academia quien le motivó a formar parte de ella, donde ingresó con todos los honores a los 27 años, tras ser miembro asociado desde los 24. Trabajó para varios arquitectos y albergaba esperanzas de convertirse en uno de ellos. 
La Academia dominó el resto de su vida y Turner trabajó allí como profesor  durante 30 años.
A lo largo de su vida, Turner viajó por el Reino Unido y Europa, incluyendo Venecia, que tanto le inspiraba. Fue querido por muchos y vilipendiado por otros. Turner fue un artista prodigioso. Solo la colección de la Tate alberga 20 mil obras suyas. Turner nunca se casó pero vivió una temporada con Sarah Danby, la madre de sus 2 hijas ilegítimas.
Después vivió con Sophia Booth en Margate y en Chelsea. Hannah Danby, sobrina de Sophia, fue su ama de llaves durante 40 años. Está enterrado en la Catedral de San Pablo, junto a Sir Joshua Reynolds



MR. TURNER explora los últimos 25 años de la vida del excéntrico pintor. Profundamente afectado por la muerte de su padre y querido por un ama de llaves a quien subestima y de quien ocasionalmente se aprovecha sexualmente, Turner intima con la dueña de una casa de huéspedes junto al mar, para acabar viviendo con ella de forma secreta en Chelsea, donde acabará sus días.
Durante estos 25 años, Turner se dedica a viajar, pintar, pasar temporadas con la aristocracia en la campiña inglesa y frecuentar burdeles.
Como miembro popular y anárquico de la Real Academia de las Artes es celebrado y denigrado por el público y la realeza. A pesar de su fama, también es víctima de las burlas del público y del sarcasmo de la sociedad. 

En palabras de su director, Mike Leigh, "Turner consiguió que la gente entendiera lo que es estar vivo en este mundo. Para esto último hay que saber transmitir lo profundo, sublime, espiritual, épico y terrorífico. A pesar de que muchos lo intentan, muy pocos lo consiguen. Fue un gigante entre artistas. Con una mente privilegiada e intransigente, Turner fue muy prolífico, revolucionario, muy hábil en su oficio y con una gran clarividencia.
Sin embargo, Turner el hombre, era un personaje excéntrico, anárquico, vulnerable, imperfecto, errático y a veces tosco. Podía ser egoísta y falso, malvado pero a la vez generoso, capaz de generar una pasión y una poesía desbordantes.
MR. TURNER trata sobre las tensiones y los contrastes entre un hombre mortal y su obra atemporal, entre su fragilidad y su poder. Es también un intento de evocar los dramáticos cambios en su mundo a lo largo de los últimos 25
años de su vida".

La película presenta una serie de pasajes de la vida del pintor, al que presenta como un artista genial y un hombre poco atractivo, no solo en el aspecto físico. 

Los dos aspectos más interesantes de la película son la interpretación de Timothy Spall en un papel que podría haber interpretado Charles Laughton en sus tiempos y una extraordinaria fotografía que reproduce perfectamente la luz de las pinturas de Turner. Timothy Spall, que ganó el premio de interpretación en Cannes es un claro favorito para los premios de este año.
Y por el contrario, creo que la duración (dos horas y media) de la película la perjudica, ya que se hace un tanto larga y espesa.

En cualquier caso, una  interesante y preciosista aproximación a la figura de un gran artista, al que hice referencia en mi comentario sobre Belle, el pasado agosto, como autor del cuadro Barco de esclavos que reflejaba el incidente del barco ZONG, de importancia en el desarrollo de la película. 
Por supuesto, recomiendo verla en versión original.

1 comentario:

  1. Estupenda tu crítica con la que coincido totalmente, Mike Leigh es un director que me gusta mucho y que aquí cambia de registro realizando una película muy académica pero que es un prodigio de ambientación, Thimoty Spall que ya estaba magnifíco en otras dos películas del mismo director "Secretos y Mentiras y "Todo o nada" aquí hace un ejercicio de composición superior. Efectivamente muy larga.

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