lunes, 22 de diciembre de 2014

Cine: MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA


Nos llega la penúltima película dirigida por Woody Allen. Una comedia intrascendente que no viene a añadir nada a su trayectoria.



Cuando su colega y amigo de toda la vida le propone desplazarse a la Costa Azul para desenmascarar a una joven vidente, el mago chino Wei Ling Soo, uno de los mejores y mas populares magos del momento, no lo duda. Aunque en realidad el mago chino es un inglés arrogante y gruñón que siente aversión por los espiritistas, ya que está convencido de la inexistencia del más allá. Lo que ocurre es que la joven vidente llegará a hacerle dudar de sus convicciones y que además se establecerá una  relación afectiva entre ellos.

Woody Allen ya ha tratado en otras ocasiones el mundo de la magia, los curanderos y los hipnotizadores en películas como  Alice, (1990),  La maldición del escorpión de Jade (2001), o Scoop (2006), También está claro que le gusta situar sus películas en los años 20, como ya hiciera en Midnight en París (2011). Todas ellas historias más atractivas, en mi opinión. 

Aquí nos presenta al personaje del mago, un inglés inteligente, racional y apasionada de la ciencia, interpretado por Colin Firth, al que los fraudes y la estupidez de un público crédulo le irritan bastante. Es arrogante, crítico, cínico, y se considera intelectualmente superior. Como se le da muy bien el ilusionismo, desconfía de lo espiritual y disfruta poniendo al descubierto a personas que aseguran que suceden cosas mágicas de verdad en sesiones de espiritismo. Es antipático y despectivo con todo el mundo. A mi me recordaba al personaje del Dr. Higgins de My Fair Lady. Frente a él una joven, Emma Stone, encantadora. Una pareja que, en la línea más clásica de la comedia, pasara del enfrentamiento al amor.

Todo ello está razonablemente bien contado, con cierto humor, aunque casi todo lo que ocurre sea bastante previsible.

Lamentablemente vi la película doblada, con lo que no pude disfrutar con la que, estoy seguro, debe ser excelente interpretación del Colin Firth (Oscar por El discurso del Rey, 2010) más que parcialmente. No recuerdo haber visto antes a Emma Stone, una joven agradable aunque parece que le falta presencia física, para la relación que se establece, en cualquier caso lastrada por la excesiva diferencia de edad.  

En resumen, una película agradable, un divertimento menor en su filmografía pero que sirve para pasar el rato.

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