Dirigida por Jason Reitman, de quien recuerdo Juno (2007), Up in the air (2009) y Young adult (2011), películas interesantes, especialmente las dos primeras por las que fue candidato a los Oscar como director. Up in the air también fue candidata a mejor película y su guión, del propio Reitman, gano un Globo de oro.
Todas estas películas destacaban por un enfoque distinto a temas como el embarazo de una adolescente (Juno), la figura de un especialista en despidos laborales que vive en un continuo desplazamiento sin disponer de un hogar (Up in the air), algo de lo que también trataba Viajo sola, pelicula italiana, comentada este verano, o el regreso de una escritora recién divorciada a su ciudad natal, convencida de que podrá recuperar a su antiguo novio (Young adult). No obstante, su anterior película, Una vida en tres dias (2013), no respondió a las expectativas generadas, aunque su protagonista Kate Winslet fue candidata a los Globos de oro.
Con este repaso quiero señalar que cabía esperar una película atractiva y mas interesante que la que en esta ocasión nos ofrece.
La película nos presenta a un grupo de adolescentes de instituto y a sus padres, analizando sus relaciones a través de una serie de temas influidos por los nuevos medios de comunicación (ordenadores, tabletas y teléfonos móviles). Pornografía, blogs y redes sociales son al mismo tiempo válvula de escape y causa de conflicto dentro de la familia dando lugar a diferentes situaciones de infidelidad, insatisfacción, adicciones, anorexia o búsqueda del éxito. Todo ello examinado desde un pretencioso plano superior que enlaza con la misión Voyager de la NASA y las publicaciones de Carl Sagan. Aunque precisamente escuchar ese discurso a Emma Thompson, en un maravilloso inglés, (versión original, por supuesto), sea lo más gratificante de la película. Todo para decirnos lo pequeños que somos en la infinidad del universo y que las adicciones, problemas y vivencias actuales solo han cambiado en el soporte técnico pero siguen siendo las mismas que siempre.
Para ello desarrolla la historia de cinco adolescentes, inmersos en una sociedad enganchada a sus móviles y los WhatsApp, y enganchados ellos mismos a los videojuegos, al porno, a la preocupación por el peso o a la popularidad y sus padres, una pareja infiel que busca el sexo fuera de su hogar, una madre ultracontroladora, otra madre que ve a su hija como una inversión o un padre abandonado por su mujer. Historias nada originales, tratadas de forma nada original salvo por la continua inserción en la pantalla de las conversaciones via WhatsApp y la crudeza y verosimilitud de los diálogos entre los adolescentes .
Los intérpretes adultos son bastante conocidos, Adam Sandler ( al que habitualmente no soporto), Rosemarie DeWitt (me gusta especialmente esta actriz), Jennifer Garner, Judy Greer y Dean Norris. Los adolescentes no lo son tanto, pero todos ellos están adecuados a sus papeles.
En resumen, esperaba más de una película que me resultó, no obstante, entretenida y que puede hacernos reflexionar sobre la utilización de los nuevos instrumentos de comunicación.
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