Camille Claudel
En 1988 el cineasta Bruno Nuytenn debutó con la película "La pasión de Camille Claudel "muy celebrada y premiada, tanto en la realización como en la interpretación de Isabelle Adjani, la película narra su tormentosa relación con el también escultor Auguste Rodin,que la llevó a la locura.
En 2013 Bruno Dumont retoma el personaje de Camille con un enfoque muy diferente. Camille fué internada por su familia en 1915 en una institución para enfermos mentales en Montdevergues,al sur de Francia, alejándola de París y de la "Gran Guerra".La acción de la película transcurre solo durante tres días en los que Camille espera la visita de su hermano, el poeta y diplómatico Paul Claudel, con la esperanza de que acabe con su reclusión, esperanza fallida pues esta continuó durante treinta años, hasta su fallecimiento, años en los que prácticamente no recibió visitas.
Bruno Dumont ha realizado un film que desprende una gran amargura pero de una gran belleza que recuerda a Bresson, a Bergman y a Dreyer, sin apenas diálogos, sin más banda sonora que las propias pisadas por el bello claustro, el silbido del viento, y los lamentos y gemidos de los internos.
Juliette Binoche ,una de mis actrices favoritas, realiza una interpretación magistral, de una contención absoluta en un personaje que podía caer fácilmente en el histrionismo,su interpretación está basada en gestos y miradas y consigue que el espectador se proyecte en el propio personaje, entendiendo el sufrimiento de esa mujer indudablemente inestable pero con la suficiente cordura como para verse diferente a sus compañeros de reclusión, asistimos al sufrimiento por su incapacidad de crear, sus crisis al no ser capaz de dibujar, su mano recoge arcilla esboza un intento de figura y la arroja con dolor y violencia al suelo.
Dumont refleja la soledad y la indefensión del personaje con un juego de primeros planos del rostro de Binoche con contraplanos de lo que ella observa, la luz a través de unos visillos,los dibujos de una alfombra o los rostros de los demás enfermos, fántastica también la escena del ensayo teatral, el rostro de Camille va transformándose de una ligera sonrisa a una mueca de amargura y finalmente al llanto, según va relacionando el texto con el engaño perpetrado por Rodin que incumplió su contrato de matrimonio, abandonándola en 1898.
Fantastico es también el monólogo que sostiene con el médico donde planea su fijación y manía persecutoria con Rodin a pesar de haber pasado veinte años de su ruptura.
La película acaba con el frío encuentro de los dos hermanos, ella ruega por su salida pero Paul Claudel no la sacará nunca de allí porque él ,ultracátolico, monje frustrado que se siente iluminado y tocado por la gracia divina piensa que su hermana debe expiar sus culpas, sus relaciones adúlteras con Rodin y el músico Debussy, sus abortos provocados y en general toda su liberalidad.
El guión está basado en la correspondencia entre los hermanos y las historias clínicas de la institución; el crítico Carlos Boyero en su crónica desde Cannes repudió la película por la utilización de enfermos verdaderos yo creo que esta utilización nunca resulta vejatoria, está realizada con una gran ternura y le dá una gran verosimilitud, si hubiera sido un documental nadie se escandalizaría
En definitiva me parece una excelente película aunque recomiendo ver a continuación una buena comedia.
También es Juliette Binoche una de mis actrices favoritas. Siempre la recordaré en El paciente inglés.
ResponderEliminarLástima que la película parece que ya no está en cartel. A ver si es posible rescatarla en Canal +, dentro de unos meses.