Todos estos ingredientes hacían esperar una película mucho más interesante que el resultado final.
Mara Ordaz (Graciela Borges) es una gran dama y ex-estrella de cine, ganadora de un Oscar, que convive hace años con otros tres compañeros de la época dorada, recordando los buenos tiempos y el éxito que les acompañó. Su marido y actor Pedro de Córdova (Luis Brandoni), el guionista Martín (Marcos Mundstock) y el director Norberto (Oscar Martínez). Cuando llegan dos jóvenes que pretenden que abandonen la vieja mansión tratando de convencerles de que todavía son recordados sus éxitos, y pueden retomar su carrera tendrán que hacer todo lo posible para evitarlo.
Una comedia negra con diálogos tan brillantes e inteligentes como excesivos. Como excesivos son los giros y recovecos de la historia que se nos cuenta. Y es una lástima porque la presencia de los cuatro actores argentinos da para mucho. Pero la trama y una serie de innecesarios, para mi, flashback alargan la historia que va perdiendo fuelle. Llena de homenajes a otras peliculas ( Sunset Boulevard , Billy Wilder, 1950 especialmente) da la sensación de que director y actores se han encontrado tan a gusto que han despreciado la consistencia del relato y su desarrollo cinematográfico.
Se trata de un remake de una película argentina de 1976, Los muchachos de antes no usaban arsénico, que al parecer fue un éxito. A destacar la parte inicial de la película, donde todos brillan en la presentación y definición de sus personajes. Después va perdiendo interés.
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