miércoles, 8 de mayo de 2019

FRACTURA---ANDRÉS NEUMAN











Fractura.
Andrés Neuman.
Alfaguara // Debolsillo.
490 pags.


                                                        
                        Vengo de no sé donde.
                         Soy no sé quién,
                         vivo no sé por cuánto,
                         muero quién sabe cuándo,
                         voy no sé adónde,
                         me extraña estar contento.


En origen  este epitafio  pertenece al clérigo y filósofo ,del siglo XV, Martinus von Biberach, él lo construyó con cinco estrofas y siglos después el pintor romántico Hans Thoma compuso esta variación añadiendo una estrofa y con él acaba su libro Andrés Neuman incluyéndolo en el epílogo de lecturas y gratitudes, lista larga y exhaustiva que nos dá idea del esfuerzo y dedicación, seis años, que ha tardado en la escritura de esta interesante y ambiciosa novela con vocación de totalidad y globalidad.
Andrés Neuman ( 1977 ) es un escritor nacido en Argentina y recriado en Granada, hijo de músicos que llegaron a España ,como tantos otros, huyendo de la dictadura "dos memorias, dos infancias, dos lugares", este bagaje junto a sus ascendentes no argentinos , la influencia de las tres culturas andalusíes, le convierten según sus propias palabras en "un ciudadano en tránsito ", definición que bien podría aplicarse al protagonista de "Fractura".
Andrés Neuman es un escritor que ya tiene una amplia obra muy reconocida como poeta, ensayista, columnista, escribe cuentos y aforismos y es autor de un blog literario de los más valorados "Microrréplicas", como novelista su obra más valorada y galardonada es "El viajero del siglo".
   
    ////    Yoshie Watanabe es japonés , siendo niño sobrevivió en Hiroshima a los efectos de la bomba atómica y viendo morir a su padre, días después antes de poder regresar a Nagasaki un nuevo ataque acaba con la vida de su madre y de sus dos hermanas, en Tokyo es recogido por sus tíos que se hacen cargo de su educación.
                  Su vida se convierte en un ejercicio de resilencia, salir de Japón se convierte en una necesidad y volver a Japón con la jubilación en otra, envejecer y morir, cerrar el círculo "estarse quieto era despertar el monstruo".
                  Conocemos la personalidad  y la vida del Sr. Watanabe a través de sus reflexiones y recuerdos y de la narración monologada de cuatro mujeres que cronológicamente compartieron su vida y su amor, cuatro distintas nacionalidades, diferentes idiomas, diferentes países y ciudades, París, Nueva York, Buenos Aires , Madrid y Tokyo siempre omnipresente. Las ciudades y las personas tienen sus propias fracturas y cicatrices pero son capaces de sobrevivir como esas cerámicas que se rompen y los artesanos del "kintsugi"recomponen insertando polvo de oro en sus grietas consiguiendo que "Aquello que ha sufrido daños y sobrevivido pueda considerarse entonces más valioso, más bello".
                Watanabe superviviente y víctima de la violencia nuclear siente la necesidad de ver de cerca el desastre de las centrales nucleares de Fukushima después del terremoto y tsunami, zonas de exclusión, estaciones sin trenes, guarderías y columpios sin niños,, comercios cerrados ,poca y engañosa información de las autoridades, y un puñado de ancianos no dispuestos a abandonar sus hogares "Las radiaciones no me dan ningún miedo. Antes de que me llegue el cáncer moriré de viejo. Lo que asusta a los otros no es la central nuclear. Ellos creen que sí. Pero no, creéme. Lo que asusta a los otros es la muerte. Y no van a evitarla encerrándose en su dormitorio " ////
               Esta es a grandes rasgos la sipnosis de la novela, Neuman la narra con una estructura diferenciada en dos partes y once capítulos, a través de los que conocemos al complejo protagonista Sr. Watanabe, los capítulos 1,3,5,7 y 10 cuentan con un narrador omniescente que partiendo del 11 de Marzo de 2011 ,fecha del accidente nuclear de Fukushima se acerca subjetivamente al personaje con analepsis ,retrocediendo hasta el 6 de Agosto de 1945 cuando sobrevivió a "Little boy", la bomba atómica ordenada por Truman. 
               Los capítulos 2,4,6, y 8 corresponden por orden cronológico a las cuatro mujeres que compartieron parte de su vida, son monólogos narrados en primera persona que recuerdan mucho en su estructura al cine clásico en que distintos personajes nos acercan al conocimiento de otra persona (Ciudadano Kane o la Condesa descalza), estas mujeres son Violet en París, Lorrie en Nueva York, Mariela en Buenos Aires, y Carmen en Madrid, cuatro personalidades, cuatro profesiones, cuatro escenarios y contextos, idiomas diferentes, cuatro formas de amor y sexo.
               El hilo conductor que justifican estos monólogos se desvelan en el capítulo 9, están provocados por un periodista argentino Jorge Pinedo que investiga sobre los desastres nucleares, y que está empecinado en conocer y entrevistar  a Watanabe.
                El argumento principal es sin duda la denuncia a la utilización de armas nucleares, a la instalación de centrales, a las mentiras de los gobiernos y compañias energéticas ; otros temas son las fracturas que originan las guerras comtempóraneas, el colaboracionismo con las dictaduras y totalitarismos, los atentados yihadistas de Madrid y Nueva York, la guerra fría, los movimientos pacifistas, la dictadura argentina, la guerra de las Malvinas....un recorrido bastante completo de los últimos setenta años.
                 La novela tiene además rasgos irónicos y de humor, demuestra un gran conocimiento del carácter japonés, esa relación casi enfermiza con el trabajo .
          
               " De repente vió el hongo y un resplandor que ascendía"

                 "Solo en ese momento se dió cuenta de los gritos a su alrededor, el fuego, las crepitaciones, los crujidos, las caídas.Había más. Mucho más. El foco se había ampliado de golpe.
                  Ensordecido por todas las cosas rotas, Yoshie vagó en busca de asistencia. Quería que le ayudasen a mover el árbol. Los edificios ya no estaban ahí. Sólo se mantenía alguno que otro, en equilibrios no previstos por su arquitectura. De la ciudad, rememora Watanabe quedaba el hueco. Su plano borrado. Hiroshima era una cicatriz del tamaño de Hiroshima".

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