miércoles, 24 de mayo de 2017

Cine: NO SE DECIR ADIOS


Ganadora de cuatro premios (especial del jurado, mejor actriz, mejor actor de reparto y mejor guión) en el reciente festival de Málaga, No sé decir adios es la primera película dirigida por Lino Escalera que también es coautor del guión.

Carla (Nathalie Poza) recibe una llamada inesperada de su hermana Blanca (Lola Dueñas). Su padre, José Luis (Juan Diego), con el que hace tiempo que no se habla y con quien mantiene una complicada relación, tiene una enfermedad terminal. Carla se desplaza a Almería, a la casa de su infancia para encontrarse con él y con su hermana. Carla se niega a aceptar el pronóstico de los médicos y, contra la opinión de todos, decide llevarlo a Barcelona para que sea tratado allí. Juntos emprenden un viaje para escapar de una realidad que ninguno se atreve a afrontar. Un viaje en el que puede que se acaben encontrando.

Un drama familiar muy a lo Isabel Coixet, con tres personajes centrales interesantes, aunque no bien desarrollados, en mi opinión. Y tres actores excelentes interpretando a esos personajes. Son Nathalie Poza, Lola Dueñas y Juan Diego. Sobre todo la primera en el personaje central, una mujer madura que se considera independiente y libre pero que evidencia una falta de madurez tremenda y una gran dificultad para relacionarse, lo que la hace insoportable. La actriz está espectacular. Y es una lástima que cuando la historia se aleja de las relaciones familiares para desarrollar el personaje de Carla en sus relaciones con personajes secundarios (un compañero de trabajo, una pareja en un bar) y el de Blanca con su marido, baja notablemente el nivel de la película.


Creo que los personajes principales (y sus intérpretes) están muy por encima del desarrollo literario de la historia que, por otra parte, me pareció bien narrada, cinematográficamente hablando. Las relaciones entre los personajes y su historia pasada daban para bastante más.


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